Buscando apoyos al pacto de competitividad

El fracaso de las conversaciones para alcanzar un pacto social que modere el crecimiento de salarios y beneficios empujar¨¢ al Gobierno a intentar buscar en el Parlamento el apoyo que no consigui¨® antes del verano de empresarios y sindicatos. El objetivo es mejorar la competitividad de la econom¨ªa espa?ola ante el mercado ¨²nico de 1993 y el veh¨ªculo usado ser¨¢n los Presupuestos Generales del Estado para el a?o que viene, que deber¨¢n enviarse al Parlamento antes del 30 de septiembre.Hasta entonces, y durante todo este mes, el Gobierno discutir¨¢ los ingresos y gastos del Estado. En este momento, todav¨ªa no se ha decidido si el Presupuesto ser¨¢ moderadamente expansivo, de contenci¨®n o restrictivo, es decir, si el gasto p¨²blico crecer¨¢ por encima, igual o menos que el conjunto de la econom¨ªa. Se espera que el Gobierno tome una posici¨®n definitiva en el Consejo de Ministros del pr¨®ximo viernes que permita cuadrar las cifras en cada departamento.

Las dos claves del Presupuesto son la inversi¨®n p¨²blica y la subida del IVA. En principio, Hacienda pretende que se congele el gasto en infraestructuras en la misma cantidad que la prevista para este a?o, es decir, poco m¨¢s de un bill¨®n de pesetas. En cuanto al IVA, se da por seguro que subir¨¢, pero no est¨¢ decidido cu¨¢nto -uno o dos puntos en el tipo medio y si se dejar¨¢n fuera los productos que tengan un mayor impacto en la inflaci¨®n.

El control de los precios es el objetivo perseguido por el equipo del titular de Econom¨ªa, Carlos Solchaga, y se espera que durante el mes de septiembre se hagan p¨²blicas las medidas sectoriales anunciadas por el vicepresidente del Gobierno, Narc¨ªs Serra. Esta es una de las se?ales esperadas por los mercados financieros para apostar por un descenso de los tipos de inter¨¦s.

Entre tanto, la concertaci¨®n social con empresarios y sindicatos quedar¨¢ reducida a una serie de acuerdos sectoriales, que afectar¨¢n sobre todo a regulaci¨®n del empleo y a formaci¨®n profesional. El consenso sobre una pol¨ªtica econ¨®mica global quedar¨¢ as¨ª reservado al Parlamento, aunque el Ejecutivo se encontrar¨¢ con dificultades para lograr apoyos en el propio grupo socialista y en las restantes fuerzas.