El Museo de Am¨¦rica seguir¨¢ cerrado cuando empiece 1992
El Museo de Am¨¦rica, situado en la avenida de los Reyes Cat¨®licos, contin¨²a cerrado cuando s¨®lo faltan cuatro meses para el emblem¨¢tico 1992. Hace 11 a?os se inici¨® una reforma cuyo proyecto fue paralizado y sustituido por otro. Las obras, hoy casi terminadas, comenzaron mucho m¨¢s tarde de lo previsto, y los gastos generados por ellas se acercan a los 1.000 millones de pesetas. Los responsables de este centro dicen ahora que lo m¨¢s probable es que en junio de 1992 se abran de nuevo las puertas.
El resultado del prolongado retraso en las refomas es que han estado bajo llave los importantes tesoros del Museo de Am¨¦rica: 17.000 piezas que el p¨²blico nunca ha llegado a ver en su totalidad.El 28 de diciembre de 1981 se cerr¨® el museo y se anunci¨® que las obras durar¨ªan tres a?os y que el coste ser¨ªa de unos 200 millones. Pero el proyecto inicial, aprobado en 1983 e ideado por el arquitecto Alfredo P¨¦rez de Armi?¨¢n, se fue retrasando. En 1986 fue paralizado.
A P¨¦rez de Armi?¨¢n le sustituy¨® el arquitecto Ant¨®n Capitel, que ha hecho una adaptaci¨®n del dise?o inicial del edificio, realizado en 1941 por los arquitectos Moya y Feduchi. "El proyecto de Armi?¨¢n se hizo pensando en las necesidades del museo", dice Paz Cabello, subdirectora de la instituci¨®n; "el de Capitel es un proyecto que ha respetado el edificio original, aunque perjudique su funci¨®n como museo", agrega.
El inmueble alberg¨®, adem¨¢s del Museo de Am¨¦rica, la parroquia de Santo Tom¨¢s de Aquino, el antiguo Museo de Reproducciones Art¨ªsticas y el Instituto de Restauraci¨®n. "Desplazar estas instituciones a otros edificios ha sido otra de las razones del injustificable retraso de las obras, que se acentu¨® por los sucesivos cambios de directores generales de Bellas Artes", afirma Paz Cabello, que lleva 17 a?os en este centro, dirigido por Juan Gonz¨¢lez Navarrete.
"El Museo de Am¨¦rica ocupa ahora todo el edificio", explica Andr¨¦s Carretero, director general de los Museos Estatales. "Antes lo compart¨ªa con una iglesia y otras instituciones, y ¨¦se ha sido el verdadero motivo del retraso de las obras", a?ade.
1.700 piezas
Paz Cabello y otros siete conservadores son los encargados de clasificar las 17.000 piezas del museo, "algunas muy valiosas". "El verdadero valor del museo es que a la vez hay colecciones etnogr¨¢ficas, coloniales y arqueol¨®gicas", precisa la subdirectora mientras muestra la minuciosa labor de clasificaci¨®n de las piezas.En su mayor parte, las colecciones del museo est¨¢n amontonadas en un enorme almac¨¦n situado en la parte superior del edificio. Estas piezas nunca han sido mostradas al p¨²blico en su totalidad. Durante los primeros cinco a?os en los que el museo permaneci¨® cerrado -entre los a?os 1981 y 1986- se abrieron las puertas de una sala para albergar algunas exposiciones temporales monogr¨¢ficas, organizadas por el propio centro y otros museos americanos.
Entre las piezas m¨¢s antiguas figuran unos mocasines de los indios de las praderas del medio oeste norteamericano, fabricados con p¨²as de puercoesp¨ªn. El museo tambi¨¦n tiene figuras deja de del a?o 1500 antes de Cristo de la cultura mexicana Olmeca; cer¨¢mica de Nazca y Chin¨², y cuadros del Siglo XVI hechos con plumas.
La colecci¨®n m¨¢s valiosa del Museo de America, una parte del tesoro de la tribu de los quimbay¨¢s (Colombia), est¨¢ depositada en el Banco de Espa?a. El valor de estas figuras de oro es, seg¨²n los expertos, superior al de las piezas exhibidas en el Museo del Oro de Bogot¨¢.
En octubre se decidir¨¢ la definitiva distribuci¨®n de las piezas que ahora se est¨¢n clasificando. Previsiblemente, en junio de 1992 el museo volver¨¢ a abrir sus puertas con una sala para exposiciones temporales, biblioteca, sal¨®n de actos y una tienda.
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