Cosechando aguiluchos
Los agricultores han contribuido a evitar la desaparici¨®n de estas aves en la Comunidad de Madrid.
M¨¢s de 150 parejas de aguiluchos p¨¢lidos y cenizos anidan todav¨ªa en las estepas, bald¨ªos y zonas cerealistas de Madrid. Se trata de uno de los principales n¨²cleos para ambas especies en el sur de Europa, y uno de los m¨¢s valiosos testigos faun¨ªsticos para determinar la salud ecol¨®gica de la zona mesetaria. Por desgracia, la recolecci¨®n mecanizada de las cosechas ha causado en los ¨²ltimos a?os unas mortandades de cr¨ªas insoportables para su supervivencia. La situaci¨®n de los aguiluchos madrile?os se ha tornado alarmante. Pero los agricultores han comenzado a colaborar para salvarles la vida.
En el cat¨¢logo de especies amenazadas de la fauna espa?ola figuran estas dos de rapaces migradoras.La presencia tanto del aguilucho p¨¢lido como del cenizo coincide casi metro a metro con las manchas de monte bajo y las tierras cerealistas que existen en la Comunidad de Madrid. Es en el mes de marzo cuando sus primeros contingentes empiezan a arribar a estas tierras mesetarias para reproducirse procedentes de sus lejanos cuarteles de invernada, a m¨¢s de 3.000 kil¨®metros de distancia y situados entre el sur del S¨¢hara y el norte del golfo de Guinea.
La felicidad de la vida de estas aves n¨®madas, predadoras de peque?os mam¨ªferos y roedores y de elegante silueta de vuelo, se trastoca dr¨¢sticamente cada vez que llegan las fechas veraniegas.
Su costumbre at¨¢vica de construir los nidos a ras de suelo, escondi¨¦ndolos entre los campos de cultivo cerealistas, les pierde.
Anta?o, cuando la siega se efectuaba a mano, el problema no se planteaba. Pero con la sustituci¨®n de los cereales de toda la vida por otras variedades actuales de crecimiento mucho m¨¢s r¨¢pido, la antigua armon¨ªa se trunc¨®: los plazos de recolecci¨®n se han acortado, y la irrupci¨®n de las cosechadoras mec¨¢nicas en plena temporada de cr¨ªa hacen el resto del desastre. El problema de los aguiluchos trae de cabeza a los conservacionistas cada vez que llegan los meses de junio y julio.
Atropellados
"El atropello bajo las ruedas de la maquinaria agr¨ªcola, las amputaciones de alas y patas [por las cuchillas segadoras] y el aplastamiento [en las m¨¢quinas empacadoras] constituyen las m¨¢s frecuentes formas de muerte para las cr¨ªas de los aguiluchos madrile?os", explica Jos¨¦ M¨ªguel Hern¨¢ndez, bi¨®logo de la Federaci¨®n de Amigos de la Tierra (FAT) y experto en este tipo de rapaces.
"Durante cada cosecha de cereal llegan a destruirse hasta el 70% de los nidos existentes en Madrid".
Desde 1988, un equipo de bi¨®logos y naturalistas, dirigido y coordinado por Miguel ?ngel Hern¨¢ndez y Manuel Fern¨¢ndez, especialistas en el estudio y la conservaci¨®n de las rapaces y miembros de la FAT, viene desarrollando una campa?a para reducir estas cifras de mortandad en la Comunidad de Madrid.
Seg¨²n estos especialistas, "la ¨²nica foma de atajar la destrucci¨®n de los nidos pasa por su localizaci¨®n previa, para posteriormente, y siempre contando con la colaboraci¨®n de cosecheros y agricultores, dejar un peque?o rodal sin segar en tomo a ellos". Los nidos deber¨¢n ser se?alados previamente por unas estacas visibles indicativas. La presencia de un ornit¨®logo durante las tareas de cosecha resulta imprescindible.
Estas t¨¦cnicas, ideadas por el equipo de Miguel ?ngel Hern¨¢ndez, ya se han puesto por primera vez en pr¨¢ctica y de forma generalizada durante esta temporada de 1991, con unos resultados muy esperanzad ores.
A lo largo de tres meses de duro trabajo en equipo por parte de m¨¢s de una docena de bi¨®logos y naturalistas, la cosecha de cereal madrile?a de este a?o ha sido llevada a cabo en paralelo con la conservaci¨®n de los nidos deaguiluchos. "Gracias a ello y a la gran colaboraci¨®n observada por parte de muchos cosechadores y agricultores, la tendencia ha podido ser invertida por primera vez en muchos a?os, y de los nidos controlados se han salvado en m¨¢s del 75%, con un ¨¦xito reproductor de hasta cuatro pollos por nido".
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