El Ej¨¦rcito y los milicianos croatas mantienen los combates pese a entrar en vigor el alto el fuego
Anoche, varias horas despu¨¦s de la entrada en vigor del ¨²ltimo alto el fuego en Yugoslavia, firmado el martes bajo los auspicios de la Comunidad Europea (CE), las armas segu¨ªan en acci¨®n en diversos puntos de Croacia. El acuerdo, definido por sus signatarios como la ¨²ltima posibilidad de evitar una guerra civil, ten¨ªa todos los visos de convertirse en papel mojado, tal y como sucedi¨® con todas las treguas anteriores. Las autoridades croatas y el Ej¨¦rcito federal se acusaron mutuamente de iniciar las hostilidades, mientras los francotiradores atenazaban Zagreb
Pero el curso de la guerra comienza a sembrar la discordia pol¨ªtica en el campo nacionalista. El ministro de defensa de Zagreb, Luka Bebic, dimiti¨® ayer de su cargo por divergencias con el presidente Franjo Tudjman. Tudjman reproch¨® a Bebik el haber ordenado la retirada de los asediados cuarteles federales anoche. Las fuentes en Zagreb estiman que el presidente de Croacia esperaba capturar alg¨²n cuartel antes de la entrada en vigor del cese del fuego. Bebic fue reemplazado por el viceministro Gojko Susko. La decisi¨®n parece indicar claramente el esp¨ªritu contrario a la pacificaci¨®n que reina en la regi¨®n.En Zagreb ayer hab¨ªa versiones sin confirmar sobre la dimisi¨®n del jefe del Ej¨¦rcito federal, Veljko Kadijevik. [Kadijevik critica en un extenso comunicado, emitido ayer, a la presidencia federal de Yugoslavia por pretender la desmovilizaci¨®n del Ej¨¦rcito cuando, dice el texto, no se ha disuelto la Guardia Nacional, seg¨²n el texto difundido ayer por las embajadas yugoslavas en diversos pa¨ªses].
Tras la dram¨¢tica noche vivida el martes en Zagreb, en la que las tropas asediadas en los cuarteles de Broronaj y Mariscal Tito combatieron durante horas contra las fuerzas croatas, representantes de ambos bandos acordaron un cese el fuego. Un alto responsable del Ej¨¦rcito federal acus¨® a la parte croata de haber desencadenado el ataque de anteanoche con el objetivo de ocupar las guarniciones militares.
Responsabilidades cruzadas
El Ministerio de Defensa croata, por su parte, responsabiliz¨® al Ej¨¦rcito del inicio de la agresi¨®n. La televisi¨®n croata indic¨® que varios oficiales federales dieron la orden de atacar en Zagreb, desobedeciendo las ¨®rdenes del Estado Mayor, y facilit¨® incluso algunos nombres, a los que se tratar¨¢, dijo, como criminales de guerra.
Poco antes de cumplirse el plazo para la entrada en vigor del acuerdo de alto el fuego, las alarmas antia¨¦reas sonaron de nuevo en la capital y en otras ciudades de Croacia. Aviones de combate hab¨ªan despegado de una base a¨¦rea pr¨®xima a Zagreb y atacaron la ciudad de Petrinja. Seg¨²n la agencia Hina, uno de los aparatos fue derribado por la artiller¨ªa antia¨¦rea. La misma fuente a?adi¨® que desde primeras horas de la ma?ana se detect¨® una gran actividad en la base a¨¦rea de Bihac, en Bosnia-Herzegovina.
Las autoridades de Zagreb han anunciado que, aparte del riesgo de un bombardeo a¨¦reo, el mayor peligro lo constituye ahora la presencia de francotiradores serbios, supuestamente escondidos entre los casi 12.000 pisos pertenecientes a militares. La comunidad serbia en Zagreb asciende a unas 50.000 personas. Durante todo el d¨ªa se produjeron tiroteos de diversa intensidad en los alrededores de los dos principales cuarteles del Ej¨¦rcito federal y en numerosos puntos del centro de la ciudad.
Los enfrentamientos callejeros entre francotiradores y patrullas de milicianos y de la polic¨ªa croata, visiblemente nerviosas, provocaron el p¨¢nico de la poblaci¨®n, que en muchos casos opt¨® por no salir de los refugios. Hac¨ªa la una de la tarde se produjo un intenso tiroteo ante la estaci¨®n central de ferrocarril.
Pocas voces creen que, a pesar del car¨¢cter de ¨²ltima oportunidad que reviste, el acuerdo de alto el fuego pueda llegar a respetarse. Aunque ¨¦sta fuera la verdadera voluntad de los firmantes, parece fuera de toda duda que ni Tudjman ni Milosevic controlan a todas las fuerzas armadas que luchan bajo bandera croata o serbia. Tampoco est¨¢ muy claro que todos los oficiales del Ej¨¦rcito federal obedezcan estrictamente las ¨®rdenes del alto mando y no act¨²en en m¨¢s de una ocasi¨®n por su cuenta.
En el bando croata, EL PA?S visit¨® durante la ma?ana de ayer las fuerzas que lucharon la noche anterior contra los soldados del cuartel de Borongaj, al este de Zagreb. El medio centenar de combatientes fuertemente atrincherados frente a la guarnici¨®n aseguraron que el acuerdo de alto el fuego no serv¨ªa de nada y criticaron duramente al presidente croata y a las fuerzas de su Guardia Nacional, a las que calificaron poco menos que de cobardes.
Eran todos miembros del brazo armado de la Organizaci¨®n de los Derechos Croatas (HSP) una grupo radical que escapa al control de las autoridades de Zagreb, pero que tiene su sede en pleno centro de la ciudad.
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