El declive industrial
Asturias presenta todas las caracter¨ªsticas de una regi¨®n de tradici¨®n industrial en declive. Lo que en su d¨ªa fue origen de riqueza y prosperidad, es hoy sin¨®nimo de desmantelamiento y cierre. Los yacimientos de carb¨®n fueron los principales impulsores desde finales del siglo pasado de la creaci¨®n de la industria sider¨²rgica naval y de armamento, sectores b¨¢sicos que, en gran medida, han ido a parar, desde que entraron en dificultades, a manos de capital p¨²blico y, principalmente, al Instituto Nacional de Industria (INI).No ha habido desde entonces diversificaci¨®n; ni siquiera intentos de ella. Asturias ha permanecido aletargada bajo el manto protector del Estado, al que se le pide ahora que busque soluciones de futuro.
La regi¨®n lleva 20 a?os a la baja en todos los ratios econ¨®micos. S¨®lo en los ¨²ltimos ejercicios palrece haber un ligero repunte que ahora amenaza con quebrarse radicalmente si se confir¨ªng la segunda reconversi¨®n que afectar¨¢ a las grandes industrias y tambi¨¦n al campo (leche, carne y agricultura de monta?al todas ellas muy poco competitivas en Europa).
A esto hay que a?adir los graves problemas de infraestructuras, propios de una orografia muy accidentada, y que, geogr¨¢ficamente, el Principado asturiano est¨¢ lejos del gran eje del desarrollo espa?ol: valle del Ebro, Mediterr¨¢neo, Madirid, Sevilla.
Los grandes retos son ahora mismo las dos industrias pirincipales de la regi¨®n, Hunosa y Ensidesa, ambas ¨ªntegramente del INI. La primera, Hulleras del Norte (Hunosa), se enfr¨¦nta por primera vez a un plan que reduce sus dimensiones dr¨¢sticamente. El Gobierno necesita presentar ese plan en Bruselas para que la Comisi¨®n autorice las subvenciones a la empresa. Si no hay plan, el ministro de Industria ha advertido con la posibilidad de la quiebra, puesto que el INI no puede aportar los m¨¢s de 60.000 millones de pesetas anuales que concede el Estado.
Las reducciones
El plan, presentado en julio pasado, prev¨¦ el aumento de la producci¨®n y la productividad, el cierre de nueve explotaciones y la reducci¨®n por medio de jubilaciones anticipadas de casi 6.000 trabajadores, un tercio de la plantilla, hasta 1993. Los sindicatos s¨®lo aceptar¨ªan ese recorte del empleo si hay compromisos reales de reindustrializaci¨®n y de creaci¨®n de nuevos puestos de trabajo.La segunda, Ensidesa, ha pasado ya una reconversi¨®n, que ha reducido muy sensiblemente su plantilla, pero las p¨¦rdidas se han disparado de nuevo y se calcula que pueden ser de 30.000 millones este ejercicio. La empresa ha planteado un expediente de regulaci¨®n de empleo temporal, junto con otras medidas financieras, que afecta a casi 4.000 trabajadores y que ha sido rechazado de plano por los sindicatos. Ese es el aperitivo de un nuevo plan de viabilidad que presumiblemente comenzar¨¢ a discutirse a finales de este a?o o principios del pr¨®ximo, en el que no ser¨ªan de extra?ar nuevos recortes importantes del empleo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.