La obra aparte de Joaqu¨ªn Rodrigo

Con asistencia del pr¨ªncipe de Asturias se celebr¨® el pasado viernes en el Auditorio Nacional de M¨²sica el concierto homenaje a Joaqu¨ªn Rodrigo, primero de los que, con ocasi¨®n de su 90? aniversario, se celebrar¨¢n en Europa, Am¨¦rica y Jap¨®n, patrocinados por el Ministerio de Cultura, la Sociedad General de Autores de Espa?a (SGAE), el V Centenario y, en el caso de Madrid, la firma automovil¨ªstica BMW.Ser Joaqu¨ªn Rodrigo es mucho ser, y alcanzar nueve d¨¦cadas de vida y siete de compositor en activo es mucho alcanzar. En su momento, cuando se estren¨® el Concierto de Aranjuez, en el a?o 1940, se repiti¨® que est¨¢bamos ante "la m¨²sica de estos a?os", pero el autor de la frase acaso no calcul¨® hasta qu¨¦ punto iban a perdurar, en el mundo entero y como compa?¨ªa cotidiana, estos pentagramas llenos de gracia, poes¨ªa y originalidad.

Casi 50 versiones grabadas existen del c¨¦lebre concierto, adem¨¢s de las innumerables adaptaciones, y nombres como Ormandy, Barenboim, Davis o Muti figuran entre los directores de esa obra aparte, ese caso de tan formidable ¨¦xito que no tiene precedentes en la historia musical de nuestro tiempo.

Volvi¨® a sonar, siempre familiar y sorprendente, el Concierto de Aranjuez, en manos del guitarrista sueco Goren Sollscher, con la Orquesta Nacional de Espa?a dirigida por Enrique Garc¨ªa Asensio, m¨²sico valenciano como Rodrigo. La clara y bien entendida interpretaci¨®n fue acogida con largas ovaciones, y el p¨²blico, que llenaba la sala, rindi¨® al compositor un homenaje entusiasta.

Donaire

Cant¨® la mezzosoprano Teresa Berganza los Madrigales amatorios (1947-1948) y tres Villancicos (1952), ejemplo del gran l¨ªrico y m¨²sico garboso que es Rodrigo. Con su elegancia peculiar y su perfecto dibujar melod¨ªas y ornamentos en el aire, Berganza hubo de repetir Aire y donaire, dos t¨¦rminos bien adecuados para su arte como para el de Rodrigo.Enrique Garc¨ªa Asensio y la Orquesta Nacional ofrecieron limpias y puntuales traducciones de la Zarabanda y villancico (1926-1930) y de En busca del m¨¢s all¨¢, escrita con ocasi¨®n del bicentenario de Estados Unidos. Se trata de un Rodrigo diferente, lejano de su habitual neocasticismo y m¨¢s af¨ªn con el ilustrador certero de piezas dram¨¢ticas y f¨ªlmicas. Se reprodujo el clamor cuando, al final del programa, Rodrigo subi¨® al estrado. Parec¨ªa feliz, sereno y l¨®gicamente emocionado este raro creador hisp¨¢nico, profeta en su tierra y fuera de su tierra.