La e?e ya tiene quien la quiera

R. M. La e?e, esa letra malquerida en Europa, tambi¨¦n ha triunfado, como todo lo espa?ol, en Francfort. No ha tenido, desde luego, el protagonismo alcanzado por el pabell¨®n espa?ol, ni ha provocado pol¨¦mica como la encuesta de EL PA?S sobre las 15 mejores novelas del posfranquismo, pero ah¨ª ha estado, en medio de la feria de libros m¨¢s importante del mundo, bien presente y bien orgullosa.

E?es discretas y tranquilas ilustran casi todos los cat¨¢logos que distribuye el Ministerio de Cultura. E?es agresivas sobre un brillante color amarillo ilustran las pegatinas de la agencia Efe, con el lema "Efe, con la e?e". Encantan a los alemanes, que se las colocan en cualquier sitio. Y por fin, la e?e se?orial y distinguida, cruzada con la palabra espa?ol, que caracteriza la caseta del grupo Santillana, una de las m¨¢s atractivas, sin duda, de esta feria que hoy acaba. Roja, instalada sobre un fondo gris, en combinaci¨®n con los colores amarillo, verde, azul y naranja, la e?e de Santillana vende espa?ol. Y lo espa?ol est¨¢ de moda.

La e?e, como Cobi, cruza fronteras. Un colega alem¨¢n indic¨® a esta periodista que en la sala de prensa de la feria hay alguna m¨¢quina de escribir cuyo teclado tiene "esa endemoniada e?e vuestra".

El director general del Libro y Bibliotecas del Ministerio de Cultura, Federico Ib¨¢?ez, asegura que la venta de derechos de autores espa?oles al extranjero es un ¨¦xito. Los editores, m¨¢s discretos, afirman con prudencia que s¨ª "se vende algo m¨¢s".

Las edades de Lul¨², de Almudena Grandes, se ha vendido a editoriales de Bulgaria, Checoslovaquia, Hungr¨ªa, Polonia y Turqu¨ªa. Una editorial de Teher¨¢n ha adquirido El pr¨ªncipe destronado, de Miguel Delibes; los holandeses quieren a Bernardo Atxaga; los daneses se interesan por Luis Mateo D¨ªez...

Parece que s¨ª, que lo que empez¨® hace cinco o seis a?os como una moda de lo espa?ol se va consolidando y que las letras espa?olas actuales van ocupando un lugar en Europa.