La Uni¨®n Sovi¨¦tica acepta las condiciones de los pa¨ªses ricos para transformar su econom¨ªa
Octubre de 1991 ser¨¢ recordado -en opini¨®n de los responsables de Econom¨ªa de los pa¨ªses m¨¢s ricos deL mundo como el mes en que la URSS acept¨® que la entrada en el sistema de mercado no s¨®lo requiero fe sino tambi¨¦n sacrificio. Ese sacrifici¨® ser¨¢ recompensado "en muy breve plazo" con el env¨ªo de una misi¨®n de altos responsables del Grupo de los Siete a Mosc¨². ?ste es el resultado de la reuni¨®n que el G-7 mantuvo -ayer y el viernes- con una delegaci¨®n sovi¨¦tica. Los siete pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo y la URSS lo calificaron de "hist¨®rico". Estados Unidos a?adi¨®, adem¨¢s, que es "una garant¨ªa de progreso".
Los siete pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo decidieron ayer en la capital de Tailandia (sede de la asamblea mundial del Fondo Monetario Internacional) que "en muy breve plazo" o "en cuanto los calendarios cuadren" enviar¨¢n una misi¨®n de alto nivel a Mosc¨². El objetivo es -en palabras de Nicholas Brady, secretario del Tesoro de EE UU- involucrar al Grupo de los Siete" para que las reformas sean m¨¢s agresivas".Han de serlo, pues el comunicado que hizo p¨²blico el G-7 -como resumen de las conclusiones de esta excepcional reuni¨®n- exige a la URSS el cumplimiento de cuatro exigentes condiciones que garanticen su voluntad de cambio.
Las condiciones son las siguientes:
1.-La URSS debe implantar un amplio programa de reformas econ¨®micas.
2.-La URSS debe asegurar que tanto el Gobierno central como las rep¨²blicas har¨¢n frente a sus obligaciones de deuda en el plazo previsto.
3.-Los responsables sovi¨¦ticos asegurar¨¢n la puesta en pr¨¢ctica de un sistema que garantice, en un futuro, las responsabilidades financieras del Gobierno central y las rep¨²blicas.
4.-Los responsables de la URSS facilitar¨¢n una total apertura para que se puedan recabar sus datos econ¨®micos y financieros.
Problemas econ¨®micos
A cambio, los ministros del G-7 "reconocen" en su comunicado que "la URSS y las rep¨²blicas se enfrentan a graves problemas econ¨®micos". Tambi¨¦n a cambio, el G-7 enviar¨¢ esta misi¨®n de alto nivel que, seg¨²n asegur¨® Brady, "colaborar¨¢" en la construcci¨®n del nuevo sistema econ¨®mico que la URSS dice que "quiere".
Y lo dice a voz en grito. Ayer, el gobernador del Banco Central sovi¨¦tico, V¨ªctor Geashchehko, resumi¨® la reuni¨®n con el G-7 con la siguiente afirmaci¨®n: "Octubre siempre ha sido un mes emblem¨¢tico para la URSS".
El primer responsable de la econom¨ªa sovi¨¦tica, Grigori YavIinski, fue m¨¢s expl¨ªcito al asegurar que estaba convencido "de que el proceso que comenz¨® en Londres [en la cumbre de julio] avanza en la direcci¨®n correcta".
Todos los ministros del G-7 coincidieron en calificar de "hist¨®rico" el acuerdo alcanzado ayer. El japon¨¦s Ryutaro Hashimoto a?adi¨® que es "el inicio de un importante proceso de di¨¢logo entre Mosc¨² y el G-7. El ministro franc¨¦s, Pierre Ber¨¨vogoy, sentenci¨® que "Bangkok marca un momento hist¨®rico en las relaciones entre Occidente y la URSS". Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, afirm¨® que ¨¦ste es el inicio de un proceso que "Iargo y fruct¨ªfero". La longevidad del proceso no es ninguna mala idea -al menos desde el punto de vista de EE UU- toda vez que supone la petici¨®n expl¨ªcita por parte del antiguo enemigo de colaboraci¨®n para "asentar los pilares b¨¢sicos" de una econom¨ªa de mercado en la URSS.
Nunca antes -secongratul¨® Greenspan- "la URSS hab¨ªarespondido.preguntas como ayer lo hizo". ?Por qu¨¦? La respuesta de Greenspan fue que "quieren la ayuda occidental y est¨¢n dispuestos a sentarse y discutir en t¨¦rminos que jam¨¢s hab¨ªan aceptado". Aunque s¨®lo sea por esto, todos coincidieron en asegurar que la reuni¨®n de ayer fue "extremadamente importante". Y eso que nadie habl¨® de dinero. Yavlinski, en un casi heroico alarde de dignidad, asegur¨® que "nadie est¨¢ pidiendo dinero, no se trata de eso". Fue una gran suerte, pues si se hubiera tratado de dinero la delegaci¨®n sovi¨¦tica deber¨ªa volver a Mosc¨² con el fracaso de unas manos vac¨ªas. Ahora, en cambio, vuelve con el ¨¦xito de una misi¨®n del G-7. Esta reuni¨®n de los pa¨ªses m¨¢s desarrollados del mundo ha supuesto al menos un rayo de esperanza para la econom¨ªa de la URSS que afronta un importante reto ante el futuro m¨¢s inmediato y recibe de buen grados los apoyos que vengan de Occidente.
La econom¨ªa sovi¨¦tica caer¨¢ un 13% en 1991
El principal responsable de la econom¨ªa sovi¨¦tica, Grigori YavIinski, abri¨® ayer ante los responsables del Grupo de los Siete y los ministros del Comit¨¦ Interino del Fondo Monetario Internacional (que preside Carlos Solchaga) los libros de cuentas de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.YavIinski mostr¨® los siguientes n¨²meros rejos: la econom¨ªa sovi¨¦tica no crecer¨¢ nada este a?o sino que disminuir¨¢ un 13%, la producci¨®n industrial ser¨¢ un 9% m¨¢s baja que en 1990, la recesi¨®n en la agricultura se llevar¨¢ por delante entre un 9% y un 10% de la producci¨®n. Y para acompa?ar estos datos, en los ¨²ltimos meses los precios crecen cada semana entre un 2% y un 5%, ins¨®lito en un pa¨ªs sin experiencia inflacionista. Adem¨¢s, el d¨¦ficit p¨²blico est¨¢, seg¨²n Yavlinski, "fuera de control". El primer responsable del comit¨¦ que intenta dirigir -o, al menos, poner en orden- la econom¨ªa sovi¨¦tica no s¨®lo mostr¨® sus trapos sucios sino tambi¨¦n su ferviente voluntad de lavarlos.
Como si de un acto de fe se tratara, este responsable del Gobierno que surgi¨® tras el golpe de agosto asegur¨® ante el Comit¨¦ Interino y el G-7 que, a partir de ahora, "la base del desarrollo de la URSS ser¨¢ la propiedad privada y la competencia", seg¨²n aseguraron algunos asistentes a estas reuniones.
?ste es, en opini¨®n de Yavlinski, el objetivo del tratado econ¨®mico que acordaron el viernes 10 rep¨²blicas sovi¨¦ticas. El tratado defiende adem¨¢s la conveniencia de que el rublo sea la moneda ¨²nica y que se cree un sistema de bancos centrales similares al existente en Estados Unidos. El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, asegur¨® ayer que todo ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil con un banco ¨²nico y una moneda ¨²nica pero lo que realmente relevante es que esa moneda no sea -como ahora- inflacionista. Las reformas que quieren acometer incluyen tambi¨¦n la instauraci¨®n de un sistema de negociaci¨®n colectiva para la fijaci¨®n de salarios y la liberalizaci¨®n comercial.
Tras la intervenci¨®n de Yavlinski en el Comit¨¦ Interino, los responsables de econom¨ªa de Alemania y del Reino Unido hicieron un llamamiento para que la incorporaci¨®n definitiva de la URSS al Fondo Monetario Internacional se produzca cuanto antes. Estados Unidos, mientras, reiter¨® que el estatuto de miembro asociado es la v¨ªa m¨¢s eficaz para alcanzar esa condici¨®n.
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