El Papa no encuentra en su gira brasile?a la acogida prevista

ENVIADO ESPECIAL La participaci¨®n popular en los actos de masas que el Papa viene celebrando en Brasil es como media un tercio de la prevista. El dato llama la atenci¨®n en un viaje cuyo primer objetivo parece ser contener el importante crecimiento de las sectas fundamentalistas norteamericanas.

Juan Pablo II destac¨® su preocupaci¨®n por las sectas durante el encuentro que mantuvo con los obispos locales, al presentarlas como un problema m¨¢s importante que el de la situaci¨®n econ¨®mica y social y las tensiones en el seno de la Iglesia brasile?a. El itinerario escogido por el Papa corresponde a algunas de las zonas m¨¢s pobres del pa¨ªs, pero ¨¦stas son tambi¨¦n las regiones donde las sectas extienden m¨¢s su influencia. En Cuyab¨¢, por ejemplo, la remota capital del Mato Grosso, se construye un gran templo que ser¨¢ el mayor centro fundamentalista de toda Am¨¦rica Latina.

Los enormes espacios previstos para las celebraciones s¨®lo se llenan en parte y las previsiones de los obispos y autoridades locales no se cumplen. Desde medios eclesiales se han dado explicaciones diversas a este fen¨®meno seg¨²n los casos. En las ciudades del norte se dijo que la gente no hab¨ªa podido pagar el transporte hasta las ciudades visitadas por el Papa. En otros, como Cuyab¨¢, se ha hablado del gran calor y de la falta absoluta de transportes p¨²blicos. En el caso de Brasilia, se ha dicho que el Papa ya la visit¨® hace 11 a?os.

Durante el vuelo Roma-Natal, Karol Wojtyla afirm¨® que Brasil es un pa¨ªs de gran catolicismo "afectivo", aunque no tanto "efectivo". Censos recientes indican que la poblaci¨®n que se declara cat¨®lica ha pasado de casi el 90% a cerca del 80%, mientras las sectas han ganado unos 16 millones de adeptos.