A la sombra de la Alhambra

Los participantes en la conferencia para la paz en Oriente Pr¨®xi mo no se reunir¨¢n a finales de oc tubre en Ginebra o en Lausana, el tradicional lugar de conferen cias situado junto al lago L¨¦man, sino en Madrid. ( ... )As¨ª, a partir de ahora se vincular¨¢n al nombre de la metr¨®poli espa?ola las es peranzas de que al menos se inicie el espinoso camino, para la paz en Oriente Pr¨®ximo. La elecci¨®n de Madrid, y con ello de Espa?a, no ha sido casual. Espa?a, pa¨ªs europeo, est¨¢ situada en la inmediata vecindad de los pa¨ªses ¨¢rabes, y sus relaciones con el mundo del ¨ªslam. han sido y son numerosas. Los planificadores de la conferencia, y sobre todo. los americanos, que han impulsado con energ¨ªa su pol¨ªtica palestina desde el final de la guerra del Golfo, cuentan tambi¨¦n con el poder simb¨®lico del genius loci que ofrece Espa?a a todos los participantes.Los ¨¢rabes y musulmanes sienten una gran inclinaci¨®n hacia Espa?a, denominada en su idioma Al Andalus. ( ... ) Les ofrece un importante punto de conexi¨®n con su propia historia: salvaguarda su dignidad (a diferencia de Camp David, en la lejana Am¨¦rica), pues en Espa?a ( ... ) el islam medieval desarroll¨® su m¨¢ximo esplendor. ( ... ) Pero Espa?a tambi¨¦n tiene un gran significado para los jud¨ªos. En la ¨¦poca ¨¢rabe, los jud¨ªos vivieron sin ser molestados por los musulmanes; muchos deellos llegaron incluso a tener mucha influencia.

22 de octubre