"Hay muchas posibilidades de ¨¦xito"

Al d¨ªa siguiente de haber tomado personalmente las riendas de la delegaci¨®n israel¨ª que participar¨¢ en la conferencia de paz de la pr¨®xima semana, el primer ministro israel¨ª, Isaac Shamir, dijo el jueves que las conversaciones de Madrid permiten albergar la esperanza de un "cambio revolucionario" en Oriente Pr¨®ximo, y que, aunque las cosas pueden f¨¢cilmente ir mal, "hay muchas posibilidades de ¨¦xito"."Va a ser dificil", dijo Shamir en una entrevista a The New York Times. "Va a ser complicado. Habr¨¢ muchos obst¨¢culos en estas negociacloosnes, tal vez muchas crisis. Pero hay una cosa clara: sin negociaciones nunca habr¨¢ paz. Hasta ahora, nuestra situaci¨®n estuvo marcada por la actitud hacia Israel de todos los pa¨ªses ¨¢rabes, excepto Egipto, y eso es lo que queremos modificar. Podr¨ªa ser un cambio revolucionario".Durante meses, el l¨ªder israel¨ª contempl¨® el proyecto norteamericano de conferencia de paz con el mismo entusiasmo que un acusado a la hora de sentarse en el banquillo. Pero, durante una conversaci¨®n de media hora celebrada el pasado jueves en su modesto despacho de Jerusal¨¦n, decidi¨® hacer hincapi¨¦ no en los posibles campos de minas que esperan a los negociadores en el camino, sino en las perspectivas de que se produzca un progreso real en esta regi¨®n revuelta, y en su voluntad de escuchar a la otra parte. "Intentaremos convencer, y estamos dispuestos a ser convencidos", a?adi¨®.

Sin embargo, parece claro que a viajar¨¢ a Madrid con una postura repentinamente distinta de la habitual. Participar¨¢ en la conferencia, anunci¨®, con la misma filosof¨ªa de siempre, la de los duros.- no habr¨¢ concesiones territoriales a los pa¨ªses ¨¢rabes vecinos a cambio de la paz, no habr¨¢ gesto unilateral tal como el de congelar los asentamientos israel¨ªes en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza, y no habr¨¢ negoclaciones con cualquiera que declare que habla en nombre de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP).C¨®mpromiso con EE UUCualquier declaraci¨®n de este tipo pondr¨ªa fin a las conversaciones en el acto, advierte Shamir, quien a?ade que "eso forma parte de nuestro acuerdo con Estados Unidos, y EE UU se mantiene en esta posici¨®n". Aunque la OLP no tendr¨¢ ninguna representaci¨®n oficial en la conferencia de Madrid, esta organizaci¨®n ha venido insistiendo en la importancia de su papel detr¨¢s de las bambalinas. Israel, que mantiene que la central palestina est¨¢ excluida de la conferencia, hizo patente el jueves su sensibilidad al respecto, despu¨¦s de que uno de los 14 delegados palestinos oficiales dijera que su grupo, de hecho, era la OLP. "Somos la delegaci¨®n de la OLP', dijo a la cadena de televisi¨®n CNN Saeb Erakat, catedr¨¢tico de una universidad de Cisjordania. "Esta delegaci¨®n fue elegida por la OLP'.

Faisal al Huseini, el principal negociador palestino de Jerusal¨¦n, afirm¨® posteriormente que Erakat hab¨ªa hablado a t¨ªtulo personal, y asegur¨® a responsables norteamericanos que ¨¦l ten¨ªa dificultades para mantener la disciplina en sus filas. No obstante, dirigentes israel¨ªes dijeron que pedir¨ªan a Washington que procure echar a Erakat de la delegaci¨®n. ?C¨®mo podemos esperar alg¨²n ¨¦xito de la negociaci¨®n si vemos que el acuerdo se viola antes mismo de la apertura de la conferencia?pregunta Shamir.El primer ministro israel¨ª afirma que tiene dudas respecto a la imparcialidad de Washington durante las semanas de conversaciones que se avecinan, despu¨¦s de una serie de enfrentamientos bilaterales, como la postergaci¨®n del debate en el Congreso sobre las garant¨ªas norteamericanas a un pr¨¦stamo destinado a financiar la instalaci¨®n en Israel de emigrantes jud¨ªos sovi¨¦ticos. Sin embargo, en su b¨²squeda de un agente de bolsa honesto para esta operaci¨®n, Shamir reconoci¨® que "no hay mejor candidato para desempe?ar este papel" que Estados Unidos.

La decisi¨®n de Shamir, el mi¨¦rcoles, de dejar de lado a su relativamente blando ministro de Asuntos Exteriores, David Levy, y de encabezar ¨¦l mismo la delegaci¨®n israel¨ª se interpret¨® en gran medida el jueves como una se?al de que no habr¨¢ concesiones a los ¨¢rabes. Apareci¨® tambi¨¦n como una decisi¨®n vinculada a factores de pol¨ªtica interior.

Levy, uno de los pocos miembros del Gobierno que semostr¨® realmente entusiasta con el proceso de paz desde el principio, se enoj¨® tanto por haber sido apartado de la direcci¨®n de la delegaci¨®n que anunci¨® que no viajar¨ªa a Madrid, aunque estaba previsto que las delegaciones de los pa¨ªses ¨¢rabes fuesen dirigidas por sus ministros de Asuntos Exteriores.

Seg¨²n los consejeros de Shamir, tiene sentido que el primer ministro est¨¦ en Madrid. Habr¨¢ que tomar tal vez decisiones dif¨ªciles, aseguran. Pero Isaac Shamir no desminti¨® el jueves la tesis de que al apartar a David Levy hab¨ªa hecho un gesto hacia los duros. "Puede ser", dijo. Pero insisti¨® en que eso no ten¨ªa que significar necesariamente que intentaba hacer obstrucci¨®n.

"Todo el mundo sabe lo que represento", dijo. "Mi mensaje es que Israel quiere paz, y har¨¦ todo lo que sea posible para que encontremos el camino hacia la paz. Es el objetivo de nuestro pueblo. Todos nosotros queremos paz. Las diferencias estriban en las condiciones para llegar, a ella".Los riesgos de la pazDurante la entrevista, Shamir asegur¨® que el problema de fondo es la buena voluntad de los ¨¢rabes, y no la de Israel. "Eso es la prueba", dijo. "No estoy seguro de que tendr¨¢ ¨¦xito. No estoy seguro de que los ¨¢rabes est¨¦n listos para un di¨¢logo de este tipo. Pero debemos intentarlo". "No es un atajo, no es un juego f¨¢cil, no es una carrera", dijo respecto a las conversaciones de paz. "Si van en serio, necesitar¨¢n mucho tiempo".

En el transcurso de su larga carrera pol¨ªtica, Shamir se ha ganado la reputaci¨®n de ser un hombre muy cauteloso. Cuando le pregunt¨¦ si estaba dispuesto a aceptar unos riesgos ahora para conseguir la paz, demostr¨® que no hab¨ªa cambiado.

"Debo ser convencido", dijo. "SI lo fuera, aceptar¨ªa los riesgos. Es una cuesti¨®n de convicci¨®n. S¨¦ que la simple participaci¨®n en una operaci¨®n de este tipo constituye un riesgo. Estamos ya aceptando riesgos". Pero a?adi¨® r¨¢pidamente: "Estamos acostumbrados a los riesgos de la guerra, y ahora debemos acostumbrarnos a los riesgos de la paz".Cuando le pregunt¨¦ si estaba personalmente animado por la idea de ir a Madrid, contest¨®: "Desde luego". "No es la parte m¨¢s habitual de mi agenda", dijo ri¨¦ndose. "Es la primera vez que me pasa algo as¨ª en mi vida pol¨ªtica. Soy consciente de la responsabilidad que pesa sobre nuestros hombros ante esta oportunidad".