Popper pide a cient¨ªficos, pol¨ªticos y periodistas que reconozcan lo ignorantes que son

Karl Popper (Viena, 1902), fil¨®sofo nacionalizado brit¨¢nico, pronunci¨® ayer, con motivo de su investidura como doctor honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid, un discurso en el que propuso una nueva ¨¦tica profesional en 12 puntos basada en el principio de la falibilidad, el di¨¢logo y el debate. El fil¨®sofo cit¨® la frase de S¨®crates "S¨®lo s¨¦ que no s¨¦ nada" y dijo que el reconocer su ignorancia fue un gesto de gran sabidur¨ªa del fil¨®sofo griego. La frase sigue vigente, seg¨²n Popper, y los intelectuales, cient¨ªficos, pol¨ªticos y especialmente aquellos que trabajan en los medios de comunicaci¨®n "tienen hoy la imperiosa necesidad de aprender esta vieja lecci¨®n que S¨®crates trat¨® en vano de ense?arnos".

El acto de investidura, que se celebr¨® en el paraninfo de la universidad en la calle de San Bernardo, qued¨® deslucido por la falta de p¨²blico. Pese al renombre del fil¨®sofo homenajeado, ni la Complutense ni su rector, Gustavo Villapalos, que presidi¨® el acto, pudieron convocar entre sus 100.000 alumnos a m¨¢s de unos 150, en una sala con cabida para el doble.Popper, de 90 a?os, ley¨® su discurso en ingl¨¦s sin vacilaciones. Previamente, el catedr¨¢tico de Historia de las Doctrinas Econ¨®micas Pedro Schwartz glos¨® la figura del autor de La sociedad abierta y sus enemigos (1945). Apunt¨® que el pensamiento de Popper ha sido reivindicado tanto por liberales como por socialdem¨®cratas.

La lecci¨®n de Karl R. Popper comenz¨® con S¨®crates y sigui¨® con una referencia de simpat¨ªa hacia los antiguos esc¨¦pticos, que eran sabios "cuando insist¨ªan en que ellos buscaban el saber m¨¢s a¨²n que la posesi¨®n del saber". En opini¨®n de Popper los cient¨ªficos deben de tener en cuenta, como S¨®crates, que no saben sino que simplemente suponen: "El conocimiento cient¨ªfico no es un conocimiento cierto. Est¨¢ siempre abierto a revisi¨®n. Consiste en conjeturas comprobables (en el mejor de los casos), conjeturas que han sido objeto de las m¨¢s duras pruebas, conjeturas inciertas".

Palpitante actualidad

El fil¨®sofo argument¨® que el "S¨®lo s¨¦ que no s¨¦ nada" es una idea de palpitante actualidad. "Y tenemos razones en defensa de la tolerancia", dijo, "para deducir de la idea de S¨®crates aquellas consecuencias ¨¦ticas que fueron deducidas, en sus tiempos, por el propio S¨®crates, por Erasmo, por Montaigne, Voltaire, Kant y Lessing. Y debemos incluso deducir algunas otras consecuencias".

Seg¨²n Popper, los principios que son el fundamento de cada di¨¢logo racional, es decir, cada discusi¨®n encaminada a la b¨²squeda de la verdad, son principios ¨¦ticos. Y expres¨® tres de ellos:

El principio de falibilidad ("Quiz¨¢ yo est¨¦ equivocado y quiz¨¢ usted tenga raz¨®n, pero, desde luego, ambos podemos estar equivocados").

El principio del di¨¢logo racional ("Queremos cr¨ªticamente, pero sin ning¨²n tipo de cr¨ªtica personal, poner a prueba nuestras razones a favor y en contra de nuestras variadas -cr¨ªticables- teor¨ªas. Esta actitud cr¨ªtica a la que estamos obligados a adherirnos es parte de nuestra responsabilidad intelectual").

Y, tercero, el principio de acercamiento a la verdad con la ayuda del debate ("Podemos casi siempre acercarnos a la verdad con la ayuda de tales discusiones cr¨ªticas impersonales -y objetivas-, y de este modo podemos casi siempre mejorar nuestro entendimiento; incluso en aquellos casos en los que no llegamos a un acuerdo").

Popper agreg¨® que es extraordinario que estos tres principios sean epistemol¨®gicos y al mismo tiempo ¨¦ticos. "Porque implican, entre otras cosas, tolerancia", dijo. "Si yo puedo aprender de usted, y si yo quiero aprender en el inter¨¦s por la b¨²squeda de la verdad, no s¨®lo debo tolerarle como persona, sino que debo reconocerle potencialmente como a un igual; la unidad potencial de la humanidad y la igualdad potencial de todos los seres humanos es un prerrequisito para nuestra voluntad de dialogar racionalmente. De mayor importancia es el principio seg¨²n el cual podemos aprender mucho de la discusi¨®n; incluso cuando no nos lleva a un acuerdo. Porque un di¨¢logo racional puede ayudarnos a que se haga la luz sobre los errores, incluso nuestros propios errores".

El fil¨®sofo se?al¨® la importancia de darse cuenta de que siempre se pueden aprender cosas nuevas, incluso en el campo de la ¨¦tica. Y propuso sus 12 principios de una nueva ¨¦tica dirigida a diferentes colectivos profesionales, a intelectuales y pol¨ªticos. Estas propuestas contrastan con la antigua ¨¦tica profesional, en la que los fallos no est¨¢n permitidos y, por consiguiente, no se puede reconocer un error. "No me hace falta subrayar la intolerancia de esta antigua ¨¦tica profesional", dijo Popper. "Es m¨¢s, siempre ha sido intelectualmente deshonesta; y da lugar al encubrimiento de errores en aras de la autoridad".