Israel acusa a Bush de favorecer a los palestinos

Israel protest¨® ayer contra la decisi¨®n de la presidencia de la Conferencia de Paz de Madrid de conceder a la delegaci¨®n jordano-palestina 90 minutos de intervenci¨®n -45 a los palestinos, y otros tantos a los jordanos-, a pesar de que previamente se hab¨ªa convenido que todos los grupos participantes, incluido el israel¨ª, dispondr¨ªan del mismo espacio de tiempo. Para Tel Aviv, la medida, de la que responsabiliza directamente a Washington, convierte de hecho en dos a la delegaci¨®n jordano-palestina, lo que viola flagrantemente el procedimiento acordado con los dos copresidentes de la cumbre, EE UU y la URSS.

Representantes israel¨ªes han expresado su malestar tanto a las autoridades sovi¨¦ticas y norteamericanas como a las espa?olas, en su calidad de anfitrionas de la reuni¨®n. Varios diarios hebreos dedicaron ayer sus primeras p¨¢ginas a esta cuesti¨®n que, por ejemplo, para Hadashot, supone dar a la delegaci¨®n palestina "un estatuto independiente". El grupo jordano-palestino tambi¨¦n tendr¨¢ m¨¢s espacio que los dem¨¢s en el centro de prensa.La inquietud de Tel Aviv responde a una cuesti¨®n de principio, al sentimiento de manipulaci¨®n y de haberse encontrado ante un hecho consumado. Pero tambi¨¦n a razones pol¨ªticas muy concretas. "La cumbre se va a convertir en una inmensa conferencia de prensa en la que cada parte se esforzar¨¢ por convencer a la opini¨®n p¨²blica internacional de la justicia de su posici¨®n", asegura el embajador israel¨ª en Madrid, Shlorno Ben Am¨ª. "Ya est¨¢bamos en minor¨ªa al tener enfrente a tres delegaciones ¨¢rabes (la siria, la libanesa y la jordano-palestino); para colmo, ahora ser¨¢n cuatro".

Egipto, al haber suscrito un tratado con Israel, no tomar¨¢ parte en las negociaciones bilaterales -Israel ha aceptado que comiencen en Madrid- que seguir¨¢n a la conferencia y cuyo objetivo es alcanzar la paz entre los otros pa¨ªses ¨¢rabes e Israel. Sin embargo, ma?ana, al abrirse la hist¨®rica reuni¨®n, el representante de El Cairo, el titular de Exteriores Amer Musa, pronunciar¨¢ una alocuci¨®n tras la de George Bush, Mija¨ªl Gorbachov y el jefe de la diplomacia holandesa, Hans van den Broek, en nombre de la Comunidad Europea. Como Egipto particip¨® en la cumbre ¨¢rabe de la semana pasada en Damasco, donde todos los pa¨ªses coordinaron sus posiciones, su papel ser¨¢ en la pr¨¢ctica el de una delegaci¨®n antiisrael¨ª m¨¢s, siempre desde la perspectiva de Tel Aviv.

E?Boicoteo?

?Boicotear¨¢ Israel la conferencia tras la intervenci¨®n palestina? El primer ministro, Isaac Shamir, ya ha dicho que no, de la misma forma que, finalmente, decidi¨® no convertir en casus belli la imprudencia o provocaci¨®n del delegado palestino Saeb Erekat, que proclam¨®: "Es una representaci¨®n de la OLP".

Una fuente israel¨ª asegura que "se protesta porque el tratamiento injusto otorgado por EE UU puede hacer creer a los ¨¢rabes que el Estado hebrero no est¨¢ en condiciones de defenderse, lo que podr¨ªa influir en las negociaciones bilaterales que se abrir¨¢n el 2 de noviembre".

Mientras, en Israel, se enfrentan el bando de la paz y el de la intransigencia. Ambos prosiguen un objetivo preciso: movilizar a la opini¨®n p¨²blica para influir en Shamir y en la delegaci¨®n que participa en la conferencia". El movimiento Paz Ahora logr¨® reunir el s¨¢bado por la noche en Tel Aviv a unas 30.000 personas bajo la consigna Ha llegado el momento de la paz. En una pancarta se ped¨ªa: "Shamir, parte en paz, pero no vuelvas sin la paz".

Ayer, en la misma plaza de los Reyes de Tel Aviv, millares de israel¨ªes, entre ellos muchos colonos jud¨ªos llegados de los territorios ocupados, salieron tambi¨¦n a la calle con gritos como "No se vende a la madre [patria]" y "Paz a cambio de la paz", en contraposici¨®n a la cl¨¢sica f¨®rmula de paz por territorios.

Varios oradores de Paz Ahora hab¨ªan respondido por anticipado a este argumento, sobre todo los j¨®venes, como un miembro de un kibutz (explotaci¨®n colectiva) de 27 a?os que gritaba: "Preguntad a la madre que es lo que quiere. Desde luego, no que se sacrifique a sus hijos en otra guerra con los ¨¢rabes, inevitable si Shamir sigue agarrado al mito del gran Israel".

Por otra parte, el ministro del Interior Ari¨¦ Deeri, del partido religioso Shas, acaba de declarar: "Habl¨¦ con Shamir antes de que viajara a Madrid y pude constatar que es un hombre pragm¨¢tico. Creo que una vez implicado en la din¨¢mica de la negociaci¨®n aceptar¨¢ hacer concesiones, incluso dolorosas, para lograr la paz".