Gorbachov intentar¨¢ convencer hoy a Bush de que conserva el poder en la URSS
ANTONIO CA?O El presidente norteamericano, George Bush, compartir¨¢ hoy un almuerzo de dos horas con su hom¨®logo sovi¨¦tico, Mija¨ªl Gorbachov, pero, por primera vez, no se trata de un encuentro entre los l¨ªderes de dos superpotencias. Aunque no se alcancen acuerdos rese?ables, la cumbre de Madrid pasar¨¢ a la historia como aquella a la que Gorbachov acudi¨® como dirigente de un pa¨ªs en crisis que buscaba la colaboraci¨®n norteamericana. La ayuda alimentaria y el desarme nuclear ser¨¢n los principales temas a tratar.
Mija¨ªl Gorbachov lleg¨® anoche a Madrid procedente de Mosc¨², acompa?ado de su esposa, Raisa, que hoy visitar¨¢ Toledo en compa?¨ªa de la Reina.La ¨²ltima vez que Bush y Gorbachov se entrevistaron, el pasado mes de julio en Mosc¨², Gorbachov era todav¨ªa el l¨ªder de una potencia unificada y comunista. Hoy llega a su comida con Bush debilitado y desesperadamente necesitado de la asistencia que EE UU quiera proporcinarle. Su principal trabajo en esta cumbre consistir¨¢ en convencer al presidente norteamericano de que conserva autoridad suficiente para negociar en nombre de su pa¨ªs.
Desde la cumbre de julio en Mosc¨², Gorbachov ha tenido que hacer frente a un intento de golpe de Estado, a la independencia de tres rep¨²blicas b¨¢lticas y a los planes secesionistas de varias otras nacionalidades sovi¨¦ticas. Su propio carisma personal y su prestigio en EE UU se han visto perjudicados por el poder alcanzado por el presidente sovi¨¦tico, Bor¨ªs Yeltsin.
El pasado viernes Yeltsin telefone¨® al presidente Bush, seg¨²n el diario The New York Times, para pedir explicaciones sobre c¨®mo pensaba distribuir la ayuda econ¨®mica que proyectaba entregar a la URSS. Tambi¨¦n los dirigentes de la rep¨²blica de Ucrania anunciaron recientemente que ellos no se hac¨ªan responsables de las deudas contra¨ªdas por los sovi¨¦ticos.
En estas condiciones, Estados Unidos se ha replanteado incluso su intenci¨®n inicial de entregarle a Gorbachov en Madrid un peque?o paquete de ayuda econ¨®mica. Expertos norteamericanos han comentado que el proyecto de ayuda requiere un estudio m¨¢s profundo, y dudan de que est¨¦ terminado para hoy.
Por mucho que Bush ha manifestado en varias ocasiones desde el golpe de agosto que reconoce la autoridad de Gorbachov, antes de soltar un solo d¨®lar comprobar¨¢ en su reuni¨®n de Madrid si el presidente sovi¨¦tico es todav¨ªa capaz de distribuir la ayuda y si podr¨¢ cumplir con los compromisos adquiridos.
T¨¦cnicos de la Administraci¨®n norteamericana est¨¢n considerando f¨®rmulas alternativas para la concesi¨®n de ayuda econ¨®mica, una de las cuales es un acuerdo conjunto con los l¨ªderes de las principales rep¨²blicas sovi¨¦ticas marginando a Gorbachov.
Una situaci¨®n similar se plantea en el caso de las negociaciones de desarme nuclear. Gorbachov llega a Madrid a la espera de una respuesta norteamericana a su oferta del 5 de octubre que, a su vez, era contestaci¨®n al plan de Bush del 27 de septiembre. Lo m¨¢s probable es que no encuentre esa respuesta. Antes de ir m¨¢s lejos en los acuerdos de desarme, Bush quiere saber con certeza qui¨¦n controla el poder nuclear sovi¨¦tico. En ninguna de las dos rep¨²blicas con armamento at¨®mico, Rusia y Ucrania, Gorbachov parece tener el control completo de la situaci¨®n.
La cumbre de Madrid dif¨ªcilmente va a ser una reuni¨®n en la que las dos partes tengan que hacer concesiones. Ser¨¢ m¨¢s bien una comida entre el l¨ªder de la potencia empe?ada en la construcci¨®n de un nuevo orden mundial y un dirigente acosado en busca de ayuda.
Esto se reflejar¨¢ tambi¨¦n en el papel que ambos desempe?en en la Conferencia de Paz sobre Oriente Pr¨®ximo. Mientras que EE UU redacta la agenda y administra sus influencias sobre los negociadores, la Uni¨®n Sovi¨¦tica ocupa el puesto de patrocinador de manera casi meramente testimonial.
Mientras que Mosc¨² no tiene, de hecho, aliados en la mesa de Madrid, Washington tiene capacidad de influir sobre todos y cada uno de los interlocutores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Bor¨ªs Yeltsin
- Mijail Gorbachov
- Conferencia Madrid 1991
- George H. W. Bush
- Conferencia paz
- URSS
- Viajes
- Negociaciones paz
- Bloques pol¨ªticos
- Conflicto ¨¢rabe-israel¨ª
- Ucrania
- Tratados desarme
- Proceso paz
- Bloques internacionales
- Europa este
- Rep¨²blica
- Madrid
- Estados Unidos
- Reformas pol¨ªticas
- Ofertas tur¨ªsticas
- Comunidad de Madrid
- Armamento
- Oriente pr¨®ximo
- Pol¨ªtica exterior
- Turismo