"Yo le quitar¨ªa la pistola"
?Qu¨¦ piensas de lo ocurrido, de ese tiroteo que te hiri¨®?-Pues que es una pel¨ªcula de vaqueros, algo que a¨²n no me puedo ni creer,
La "pel¨ªcula" comienza de noche, en un descampado pr¨®ximo a una urbanizaci¨®n de Boadilla del Monte. Unas luces se acercan al coche en el que Claudio, de permiso en la mili, y su novia Eva conversan y comen bocadillos. La pareja cree que son unos gamberros. Claudio arranca. Ta, ta, ta, ta. Suenan unos disparos "corno de ametralladora". Eva se ahoga, siente que se muere y grita desde el asiento de atr¨¢s: "Ll¨¦vame a un hospital, me estoy muriendo". Tiene las piernas en el aire. Luego, le duele mucho la espalda.
Esta escena, ocurrida el 19 de octubre, persigui¨® a Eva en sus largos 12 d¨ªas en la unidad de cuidados intensivos del hospital Cl¨ªnico. Sobre todo, en las noches que precedieron a dos operaciones que repararon la grave herida de la bala disparada por el polic¨ªa Jos¨¦ Luis G. G.: lesiones en la m¨¦dula espinal, una v¨¦rtebra y el pulm¨®n.
Unos d¨ªas largos en que "hablaba y hablaba para no llorar, y no hac¨ªa m¨¢s que preguntar la hora y no cerraba los ojos por si acaso no pod¨ªa volver a abrirlos nunca, porque pensaba que tarde o temprano me iba a morir". En esos d¨ªas se aprendi¨® los desconchones del techo de memoria y pensaba en su madre. Y en su padre, en las veces que le hab¨ªa acompa?ado a cazar. Nunca tuvo miedo de las armas, y se repet¨ªa: "Me han tiroteado como a un animal".
Permiso para una visita
La escena acude cada noche su cita todav¨ªa ahora, cuando Eva duerme en su casa y se retuerce de unos dolores que a¨²n la maltratar¨¢n algunos meses. Esta escena y los disparos: ta, ta, ta, ta, ta.Unos compa?eros del polic¨ªa Jos¨¦ Luis G. G., cuyo arma, seg¨²n la Delegaci¨®n del Gobierno, hiri¨® a la joven, pidieron permiso para que el agente pudiese visitar a Eva. La madre se neg¨®. Eva, que siempre tuvo tan buen concepto de policias y guardias civiles, prefiere no pensar en ello, desde su indignaci¨®n.
-?Qu¨¦ opinas del polic¨ªa que te hiri¨®?
Creo que no est¨¢ capacitado para llevar un arma. Yo se la quitar¨ªa para que no me volviese a pegar un tiro. Me parece tan injusto que me peguen un tiro como a un delincuente... Y luego seguro que con uno de ellos les tiembla la mano.
-?Qu¨¦ les dir¨ªas a los responsables del agente?
-Querr¨ªa que hubieran visto en v¨ªdeo todo lo que hemos pasado mi familia y yo desde que me pegaron el tiro hasta ahora. Ahora tengo m¨¢s miedo en Madrid que en cualquier otro sitio del mundo. Voy a tener que salir con chaleco antibalas.
Eva est¨¢ sentada con la espalda recta, muy quieta. Se le saltan las l¨¢grimas cuando se mueve de nuevo de la silla, a la cama, le pican las tres cicatrices y el medio centenar de grapas que sellan su espalda. No podr¨¢ ir a esquiar a los Alpes con Claudio en Navidad ni ha comenzado su segundo a?o de secretariado internacional. Ahora su vida es un ¨¢rbol del parque del Oeste que ve desde su habitaci¨®n, una maceta, cosas en las que "antes de aquello" no se fijaba. Ahora se siente otra persona y les dice a sus amigas: "Disfrutad lo que pod¨¢is. La vida depende de un hilo".
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