Primer juicio contra m¨¦dicos de un centro p¨²blico por no practicar un aborto legal
El director de la ciudad sanitaria de Vall d'Hebr¨®, Jaume Bergued¨¢, y siete m¨¦dicos m¨¢s del centro sanitario fueron juzgados ayer en Barcelona al negarse a practicar un abort¨® en 1985 a Rosa Mart¨ªn, quien solicit¨® que la operaci¨®n se enmarcara en el supuesto de grave riesgo para su salud al sufrir una tromboflebitis. Mart¨ªn abort¨® finalmente en Holanda. Esta es la primera vez en que se juzga a unos m¨¦dicos por oponerse a interrumpir un embarazo supuestamente contemplado por la ley.
Mar¨ªa Jos¨¦ Varela, abogada de Mart¨ªn, pidi¨® que los m¨¦dicos fueran condenados por un delito de coacciones y otro de omisi¨®n del deber de socorro, castigados, respectivamente, con 30 d¨ªas de arresto mayor y multa de 300.000 pesetas por el primer delito, y de 60.000 pesetas por el segundo. El fiscal pidi¨® la absoluci¨®n y no formul¨® pregunta alguna.Rosa Mart¨ªn, de 45 a?os, madre de cuatro hijos, solicit¨® en 1985 a Jaume Bergued¨¢, entonces subdirector general del Instituto Catal¨¢n de la Salud (ICS), que le informara sobre los pasos que deb¨ªa dar para que su aborto fuera practicado en el r¨¦gimen de la Seguridad Social. Bergued¨¢, que era el coordinador de los asuntos relacionados con los abortos, le concert¨® una visita con el doctor Emili Viver, especialista en dolencias vasculares y que entonces trabaja en el hospital de Can Ruti, en Badalona.
Viver examin¨® a la paciente y pidi¨® tambi¨¦n a la cl¨ªnica Plat¨®n que la sometiera a otra exploraci¨®n. Posteriormente elabor¨® un informe en el que no hac¨ªa constar los riesgos que pod¨ªa correr Mart¨ªn para tener a su quinto hijo. Sin embargo, la titular del centro de Planificaci¨®n Familiar de Santa Coloma de Gramenet, Merc¨¦ Gasc¨®, y otra facultativa firmaron un informe en sentido contrario.
Begued¨¢ remiti¨® toda esta documentaci¨®n al hospital del Vall d'Hebr¨® uno de los dos centros p¨²blicos que practicaba entonces abortos en Barcelona para que la comisi¨®n de reevaluaci¨®n, integrada por especialistas, dictara una resoluci¨®n. Los m¨¦dicos, ahora acusados, se negaron a practicar el aborto por tres razones: considerar que el riesgo era relativo; que ¨¦ste pod¨ªa ser controlado m¨¦dicamente; y que el aborto supon¨ªa un peligro para la madre. La mujer, de condici¨®n humilde, acab¨® abortando en Holanda.
Una madre sana
La defensa de los acusados se?al¨® que su actitud fue correcta porque se bas¨® en el informe del ¨²nico doctor que explor¨® a Mart¨ªn, y que las doctoras, que no son especialistas en ginecolog¨ªa, no la llegaron a examinar. Varela atribuy¨® la postura de los m¨¦dicos al hecho de que Catalu?a fue la comunidad aut¨®noma de Espa?a que con m¨¢s restricciones aplicaba la ley de del aborto, entonces acabada de aprobar.En parecidos t¨¦rminos se expres¨® la doctora Marcet, quien afirm¨® que ese aborto "se practicar¨ªa ahora sin problemas". Marcet a?adi¨®, incluso, que Catalu?a se ha equiparado al resto de comunidades espa?olas y declar¨® que actualmente el ICS est¨¢ subvencionando a cl¨ªnicas privadas para que realicen abortos amparados en el supuesto de riesgo para la salud mental de la madre.
Javier Mart¨ªnez Salme¨¢n, jefe de ginecolog¨ªa del hospital Severo Ochoa de Madrid, declar¨® en la vista en favor de la demandante. Mart¨ªnez Salme¨¢n, que afirm¨® que en aquella ¨¦poca autoriz¨® abortos justificados por la misma dolencia que padec¨ªa Mart¨ªn, se?al¨® que ¨¦sta corr¨ªa el riesgo de desarrollar una tromboflebitis aguda, que hubiera derivado en problemas pulmonares.
La demandante declar¨® en el juicio que decidi¨® abortar porque su situaci¨®n econ¨®mica le obligaba a que sus hijos tuvieran "una madre sana y no que fuera una carga m¨¢s"
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