Interrogantes
Unas im¨¢genes y unos versos con sombras de S¨®focles. Estamos, otra vez, ante uno de esos espect¨¢culos cuyos autores no saben bien lo que hacen, como si recibieran un mandato ajeno que moviese su mano: las interrogantes en el programa se dirigen m¨¢s bien a nosotros, los espectadores, como si las pudi¨¦semos resolver.Mi primer entendimiento: veo en toda esta historia de las matanzas -la matanza de Ayax- algo que me recuerda la de Irak, la de la tierra del Golfo; la indiferencia con que se acoge en un mundo que toma t¨¦ -no s¨¦ por qu¨¦ le llaman caf¨¦: debe ser una clave misteriosa-; una forma de repudiar el honor del guerrero, y el horror de la guerra.
Mi segundo entendimiento: no me importa nada de lo que quieran decir, ni tengo que vencer mi posici¨®n de espectador -ni la comprometo-, para imaginar por qu¨¦ las voces son de mujer, las sombras son de mu?ecos, y cu¨¢les son las rela ciones mutuas. Me dejo estar ante lo que veo: hay una belleza pl¨¢stica en los mu?ecotes y su movimientos lentos y angustio sos, la hay en las dos actrices que dicen unos versos lo suficientemente oscuros como para no molestar; en los ruidos de la drillo molido y piedras al caer sobre el tablero de la representaci¨®n, o de la chapa del fondo; y en la m¨²sica del chelo.
La muerte de Ayax
Obra de Antonio Fern¨¢ndez Lera.Int¨¦rpretes: Mar¨ªa Luisa Mosquera Sastre, Aurora Montero, Esteban Ortego Vara, Ra¨²l Bode Su¨¢rez, Andr¨¦s Hern¨¢ndez L¨®pez-Rey. Espacio esc¨¦nico: Mu?oz Rebollo. T¨ªteres de Carlos Segovia Garrido y Esteban Ortego. Director: Juan Mu?oz Rebollo. octavo Festival de Oto?o. Teatro Pradillo. Madrid, 15 de noviembre.
Un tiempo apurado
Las actrices son buenas, los manipuladores tambi¨¦n, como el dise?o del espect¨¢culo. El tiempo es breve, aunque quiz¨¢ demasiado apurado con repeticiones y con alg¨²n movimiento son¨¢mbulo. Aceptemos que es m¨¢s de lo que se suele ofrecer, que La Tartana mantiene su buen prestigio, y que el albergue de la sala madrile?a Pradillo le sienta bien.Y que siempre hay que estar esperando de este excelente grupo, como de otros que merecen la pena -no muchos-, que aprovechen todo lo que saben, toda su mentalidad limpia y su talento, para que sus medios conduzcan a alg¨²n fin.
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