Los refugiados de Dubrovnik dicen que era peor el hambre que el miedo a los bombardeos
PERU EGURBIDE ENVIADO ESPECIAL, Eran rostros poco expresivos por el cansancio, la falta de ilusi¨®n, el fastidio de los flashes y la curiosidad de los reporteros. El di¨¢logo fue trabajoso. Un periodista italiano consigui¨® hacerse entender con la ayuda de un traductor espont¨¢neo. "?Qu¨¦ ha sido peor en Dubrovnik: el miedo o el hambre?", pregunt¨®. Y la mujer respondi¨® que el hambre. Lo dijo en croata, pero su gesto fue claro. El buque Slavija, que zarp¨® el jueves por la tarde de Dubrovnik, la ciudad medieval del sur de Croacia sitiada por el Ej¨¦rcito federal desde el 1 de octubre, atrac¨® a las 0.40 de ayer en Pula, el m¨¢s n¨®rdico de los puertos croatas.
No eran 5.000 los evacuados que llevaba a bordo, seg¨²n se hab¨ªa dicho, sino, como mucho, 3.000. Tampoco era exactamente el barco de los ninos, ya que entre ancianos y heridos de perra sumaban una proporci¨®n mayontaria del pasaje, el grueso del cual se acomodaba en la bodega, entre los veh¨ªculos todoterreno de los observadores de la Comunidad Europea (CE), que han decidido abandonar Dubrovnik hasta que "un acuerdo efectivo, un alto el fuego duradero y garant¨ªas de seguridad" personal permitan su regreso, seg¨²n explicaron en un comunicado.El aire, cargado por la larga traves¨ªa, resultaba escasamente respirable y dos ni?os subieron a correr por la cubierta en cuanto les dieron la oportunidad de hacerlo. Vasos de leche, de zumos de fruta y otros restos de comida se amontonaban en el suelo, donde hab¨ªa menos colchones que pasajeros. Un anciano con el tocado tradicional del sur de Croacia, una especie de kuf¨ªa, cuidaba a un joven maltrecho. Habr¨ªa una veintena de heridos recientes. A uno le faltaba un brazo; a otro, una pierna, y los m¨¢s graves se encontraban en los camarotes de los pisos superiores.
El estado cr¨ªtico de varios de ellos fue precisamente el motivo por el que el capit¨¢n Jovicic, al mando del Slavija, decidi¨® dirigirse a Pula, un puerto al que, aun estando m¨¢s al norte, se llega unas cinco horas antes que a Rijeka, metida en un profundo golfo. Los heridos graves fueron los primeros desembarcados, en media docena de ambulancias que salieron del puerto a toda velocidad. Tambi¨¦n fue trasladada inmediatamente al hospital una mujer joven que di¨® a luz a un nino s¨®lo cinco minutos antes de que atracara el barco, y se sent¨ªa mal. Hubo otro ni?o nacido a bordo del Slavija, que pes¨® 4,800 kilogramos y fue bautizado corno Slavko. M¨¢s suerte tuvo Hrvoje, una ni?a tambi¨¦n nacida a bordo durante el penoso ¨¦xodo. Un anciano falleci¨® a resultas de un infarto.
La noche no fue memorable. Llovi¨® a mares e ininterrumpidamente, y el agua aneg¨® las estrechas carreteras del norte de Dalmacia, creando serios problemas al escaso tr¨¢fico rodado. Cerca de un centenar de personas aguantaban empapadas tras las vallas met¨¢licas que limitaban el acceso al muelle. La mayor¨ªa de ellas eran voluntarios de la Cruz Roja, y sus protestas por la falta de organizaci¨®n eran suficientemente expresivas como para que las entendiera incluso un extranjero. Media docena de polic¨ªas barbilampi?os ejerc¨ªan la autoridad de la nueva rep¨²blica con exceso de rigor y falta de sentido del mando.
El grupo se fue dispersando poco a poco, empujado por los autobuses que trasladaron a los hoteles al millar y medio aproximado de evacuados que quedaron en Pula. Luego, la nave zarp¨® hacia la isla de Losinj, donde dej¨®,a otro millar. La traves¨ªa concluy¨® en Rijeka, a primeras horas de la tarde, cuando el Slavija se acost¨® junto a un muelle pr¨®ximo al que utilizan los generales para evacuar por el mar sus canones y carros de combate.
400 huidos
El ¨²ltimo tramo de esta singladura hab¨ªa comenzado en Zelenika el puerto montenegrino, a las 4.45 del viernes. Los observadores de la CE constataron que, antes de que los federales lograran controlar el barco, all¨ª se escamotearon unos 400 pasajeros. Se trataba de j¨®venes que hab¨ªan conseguido embarcarse en Dubrovnik a pesar de que no cumpl¨ªan las condiciones de edad (menos de 16 a?os o m¨¢s de 65) impuestas por los serbios. Es dif¨ªcil imaginar c¨®mo, pero las fuentes consultadas seguran que los j¨®venes lograron escapar para buscar refugio entre los croatas de Montenegro, antes de que los serbios les detuvieran con la intenci¨®n presumible de enrolarles como forzosos en el Ej¨¦rcito.
La traves¨ªa fue pesada, sobre todo al comienzo, cuando la mar gruesa hizo muy lento el avance del barco y lo someti¨® a un balanceo que provoc¨® v¨®mitos generalizados. El malestar se vio prolongado por el desv¨ªo del transbordador hasta la base naval de Zelenika, al sur de Dubrovnik para ser sometido a un control por parte de la marina federal.
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