El orfebre
Excepci¨®n hecha de premiar el a?o pasado a un escritor por encima de toda sospecha, Juan Garc¨ªa Hortelano, todo lo que la inventada Comunidad de Madrid hab¨ªa hecho hasta ahora por la historia cultural era crear un himno famoso que no canta nadie. Por fin la Comunidad de Madrid ha decidido este a?o entrar en la historia: con el premio a la obra del gran Rafael S¨¢nchez Ferlosio.Se ha repetido varias veces, y es verdad, que Ferlosio tiene el don de convertir todo lo que toca, sea texto o exabrupto, en literatura. Por decirlo as¨ª, libar prosa en estado de seda. A. las pruebas me remito: el Jarama, all¨¢ en el fondo, el Alfauh¨ª m¨¢s cercano, m¨¢s todos los testimonios restantes, entre los que no deber¨ªan caer en desprecio los period¨ªsticos, pues este autor ha convertido el art¨ªculo en un bien ¨²nico: en un cruas¨¢n del que s¨®lo cabe decir que apetece comerlo.
M¨¢s importante, sin embargo, que todo eso me parece a m¨ª otra cosa: que todo lo que toca se le vuelve tambi¨¦n, y sobre todo, pensamiento. Ensayismo en su forma m¨¢s pura, m¨¢s noble y europea: personal, rabiosamente independiente y con ese tono moral, no moralista, que debe tener siempre el buen ensayismo que no quiere incurrir en los males t¨ªpicos del celtiberismo En medio de tanto anab¨®lico cultural y de tanto ensayista profesional, Ferlosio es y se mantiene amateur, es decir, que ni hincha el m¨²sculo neuronal con kilos de testosteronas ni se dedica a sacar la bola resumiendo las muchas o muy actuales lecturas. Su ensayismo es lo que el ensayismo es y debe ser: el intento de transitar sin red por los abismos de las ideas. Lo que Ferlosio pone en la p¨¢gina en blanco es su libaci¨®n intransferible. En la que siempre destaca ese ¨¢ngulo que no ve nadie, ese condicionante oculto que, de pronto, lo ilumina casi todo y en el que emerge, como de una mar inmensa, todo el armaz¨®n social y su parafernalia.
Para demostrarlo est¨¢ ese libro, en tantas cosas ejemplar, Las semanas en el jard¨ªn, con el que podr¨ªan medirse muchas cosas. Est¨¢, tambi¨¦n, el articulismo pol¨ªtico, contrapunto, en tantos aspectos,. de la sociolog¨ªa de acera de Umbral, y que, como ella, tambi¨¦n se volver¨¢ un hito: los famosos art¨ªculos sobre la cultura del PSOE, la narraci¨®n-ficci¨®n sobre los bonsais del se?or Gonz¨¢lez y el gato negro, gato blanco, que no caza ratones. Del Quinto Centenario mejor olvidarse por no resentir la salud del autor.
A un orfebre as¨ª no le hac¨ªa falta ni ¨¦ste ni ning¨²n otro premio, que prestigia m¨¢s a quien lo da que a quien lo recibe. Si ahora esta ahist¨®rica Comunidad de, Madrid premia a Rafael S¨¢nchez Ferlosio no s¨®lo contrae con eso m¨¦ritos que otras no han ten?do, caso Pr¨ªncipe de Asturias u otros m¨¢s colosales, sino que se conciertan en maravillosa coincidencia continente y contenido: la hermosa modestia del premio y la m¨¢s hermosa del autor premiado. Pues es este un autor que no cumple, en casi nada, la etiqueta. A pesar de todo, que nadie con.funda realidad con etiqueia. Pues en el caso de este autor, como en el caso de aquel rey absoluto, tambi¨¦n podr¨ªa decirse: el premio soy yo.
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