Aclaraci¨®n de Fernando Abril Martorell
En EL PA?S del pasado d¨ªa 22 de noviembre aparece una declaraci¨®n m¨ªa que, probablemente por insuficiente contextualizaci¨®n por tratarse de un concepto complejo o por carencias en mi propia explicaci¨®n da una imagen sesgada de mis opiniones.Mi experiencia me viene diciendo que ninguna sociedad o sistema que tiene graves dificultades en su interior tiene un excesivo inter¨¦s en aportar informaci¨®n objetiva y homog¨¦nea. Dadas estas caracter¨ªsticas generales de comportamiento, el Sistema Nacional de Salud, que tiene dificultades en su desenvolvimiento, no constituye ninguna excepci¨®n y, por tanto, no es de extra?ar que ni por parte de las administraciones responsables directas ni por parte de los dem¨¢s involucrados, incluidos los sindicatos, exista un inter¨¦s excesivo en proporcionar una base de informaci¨®n fiable.
Esa opacidad puede agudizar una cierta perversidad intr¨ªnseca a estos sistemas y confiere un car¨¢cter insidioso a los problemas que puedan albergarse en su seno. Por todo ello, una de las condiciones previas para regenerar los sistemas son informaciones claras, suficientes, homog¨¦neas, completas y peri¨®dicas.
En la misma noticia se alude a un "sistema p¨²blico inservible". Nada hay m¨¢s lejano en el pensamiento y el enfoque de la Comisi¨®n del Sistema Nacional de Salud, que considerar inservible el sistema p¨²blico. Todo lo contrario. Se parte de un reconocimiento generoso y justo de los logros del sistema, y precisamente por ese reconocimiento se critican determinados aspectos de la fase en que se encuentra, que puede suponer un agotamiento y esterilizaci¨®n del mismo.
Lo que se critica y denuncia con claridad es la asociaci¨®n estrecha que algunas posiciones trasnochadas efect¨²an entre los fines del servicio p¨²blico (nobil¨ªsimas) y la intangibilidad de los aparatos p¨²blicos que producen los bienes.
Esa ¨ªntima asociaci¨®n en la defensa puede encubrir una defensa de intereses concretos de grupo (corporativismos de todo tipo) y acaba provocando el desprestigio del propio servicio p¨²blico que dice defender. En resumen, parten de un cierto sofisma y llegan a una paradoja.
Sofisma: identificaci¨®n entre servicio p¨²blico y formas concretas estatales que lo gestionan.
Paradoja: provoca el deterioro y el desprestigio ante la opini¨®n p¨²blica de aquello que dicen defender.
Por ello, las posiciones pol¨ªticas que asignan al Estado un papel importante en la convivencia democr¨¢tica son las primeras interesadas en conseguir eficiencia en los servicios, y la sacralizaci¨®n de determinadas formas organizativas pueden ser muy negativas para esta eficiencia.
Lamento que la excesiva complejidad de los conceptos o carencias m¨ªas en la exposici¨®n de los mismos puedan haber motivado confusi¨®n.-
Presidente de la Comisi¨®n de An¨¢lisis y Evaluaci¨®n del Sistema Nacional de Salud. .
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