El poder militar en la UES
De las tres organizaciones que formaban los pilares del poder sovi¨¦tico y lo compart¨ªan -el Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS), los servicios de seguridad y espionaje (KGB) y las Fuerzas Armadas-, solamente el poder militar ha sobrevivido a la revoluci¨®n de agosto.Para las fuerzas armadas sovi¨¦ticas, el intento de golpe de Estado del 19 de agosto fue el momento de la verdad. En su calidad de instituci¨®n se vio forzada a tomar partido y asumir su responsabilidad ante los hechos. Y dado el dudoso final de la aventura involucionista es de respetar la postura de f¨®s sectores militares sovi¨¦ticos que lo arriesgaron todo por apoyar al poder leg¨ªtimo del Estado.
Este comportamiento se debe a varios factores, a¨²n vigentes:
1. Las acciones n¨²litares antes y durante el golpe reflejan la oposici¨®n de esta instituci¨®n a cualquier aventura del KGB. Las dos organizaciones son antag¨®nicas, habiendo sido enfrentadas entre s¨ª por el PCUS para su mejor manipulaci¨®n en funci¨®n de los intereses del partido y para evitar su posible cooperaci¨®n para hacerse con el poder, es decir, la pesadilla bonapartista que quit¨® el sue?o a los dirigentes del PCUS desde 1917 hasta hace tres meses. Es ir¨®nico que tras el golpe la desaparici¨®n del PCUS y la fragmentaci¨®n del KGB den a las Fuerzas Armadas m¨¢s poder que nunca desde sus or¨ªgenes en 1918.
2. El comportamiento de los militares durante el golpe demuestra el impacto del s¨ªndrome de Afganist¨¢n, es decir, la falta de confianza y liderazgo que sienten los soldados y oficiales sovi¨¦ticos frente a sus mandos. La guerra en Asia Central educ¨® a una generaci¨®n de oficiales y soldados sovi¨¦ticos a poner en duda la integridad, capacidad y lealtad de sus superiores. El resultado fue una postura colectiva frente a sus dirigentes para que nunca m¨¢s fueran utilizados para aventuras del alto mando/¨¦lite pol¨ªtica, o fueran utilizados como cabeza de turco de los fracasos del Gobierno. As¨ª, las posiciones mantenidas por las Fuerzas Armadas durante el golpe fueron un voto de no confianza al sistema que permiti¨® el desastre de Afganist¨¢n y la desintegraci¨®n de la esfera de influencia conseguida por las Fuerzas Armadas en 1941-45 en el Este de Europa. Y un voto a favor de su modernizaci¨®n y profesionalizaci¨®n.
3. As¨ª como el golpe dividi¨® a la jerarqu¨ªa militar tambi¨¦n dividi¨® a los distintos servicios de las Fuerzas Armadas con clara victoria de los m¨¢s progresistas, de mayor¨ªa eslava y mayor porcentaje de profesionalizaci¨®n, que se opusieron al golpe: la Marina, las Fuerzas A¨¦reas y las Fuerzas Estrat¨¦gicas. La negativa del entonces coronel-general Yevgueni Shaposhnikov (comandante en jefe de las Fuerzas A¨¦reas) de apoyar el golpe con helic¨®pteros y aviaci¨®n, la retirada a los cuarteles de los misiles m¨®viles SS-24 y SS-25 por el general Yuri Maximov (comandante en jefe de las Fuerzas Estrat¨¦gicas) y la pasividad de las flotas del B¨¢ltico y del Pac¨ªfico bajo ¨®rdenes del almirante VIad¨ªmir N. Chernavin truncaron las posibilidades de ¨¦xito del golpe, que recibi¨® el tiro de gracia cuando los tres obligaron al ministro de Defensa, Dmitri Yazov, a retirar las tropas de las ciudades el 21 de agosto y dimitir de su cargo.
Desde entonces las Fuerzas Armadas pasaron de ser un factor de estabilidad dentro de la sociedad sovi¨¦tica a ser un factor de incertidumbre en la desintegraci¨®n de la antigua URSS y de la misma rep¨²blica rusa.
Los 4,2 millones de hombres y mujeres que componen las Fuerzas Armadas sovi¨¦ticas no van a desaparecer y son el factor principal en la dificil transici¨®n por tres razones:
a) En una sociedad en plena desintegraci¨®n, las Fuerzas Armadas son el ¨²nico colectivo que existe con capacidad de mantener su monopolio de las herramientas de la violencia y son el ¨²nico poder que puede evitar la anarqu¨ªa y la guerra civil. As¨ª como mantener una emergencia si se colapsan los servicios b¨¢sicos del pa¨ªs durante ¨¦ste invierno, es decir, la distribuci¨®n de alimentos, energ¨ªa, sanidad y orden p¨²blico. Es de notar que en una encuesta llevada acabo por el Instituto de Investigaci¨®n Pol¨ªtica y Sociedad de Mosc¨² en mayo las Fuerzas Armadas eran la instituci¨®n que m¨¢s confianza inspiraba a los encuestados, Bor¨ªs Yeltsin ocup¨® el tercer lugar y Mija¨ªl Gorbachov el noveno.
b) El control del alto mando de las Fuerzas Armadas sobre sus efectivos se est¨¢ deteriorando, la falta de soluciones a los problemas de vivienda de los 340.000 hombr es y sus familias que viven en tiendas de campa?a tras ser retirados de sus antiguos cuarteles de Europa del Este y las guerras del C¨¢ucaso ruso provocan una desconfianza sobre la capacidad de liderazgo de la nueva c¨²pula de poder militar. ?Seguir¨¢n obedeciendo ¨®rdenes tras los sucesos en Checheno-Ingushetia? ?Durante cu¨¢nto tiempo? ?Puede el escenario yugoslavo de un Ej¨¦rcito que se ha rebelado contra el poder civil para tomar partido en una guerra civil repetirse en la futura Uni¨®n de Estados Soberanos (UES)? Hoy en d¨ªa no hay respuestas certeras.
c) La posibilidad de una toma del poder por las Fuerzas Armadas, no para volver al pasado sino para asegurarse un futuro como instituci¨®n, no puede descartarse; es decir, ?bajo qu¨¦ circunstancias tomar¨¢n los militares el poder en una sociedad al borde del colapso general? Seg¨²n las condiciones de los te¨®ricos en golpes de Estado como S. E. Finer, (The man of Horseback) y Edward Luttwak (Coup d'¨¦tat), hay que cumplir tres condiciones b¨¢sicas: vac¨ªo de poder civil, amenaza de desintegraci¨®n de la naci¨®n-Estado y descontento Popular y retirada de confianza en las instituciones estatales.
De una forma u otra la futura UES tiene todos los s¨ªntomas mencionados y se ir¨¢n acentuando seg¨²n avance el invierno.
As¨ª pues, el riesgo de violencia y caos est¨¢ claramente a la vista y la sociedad internacional no tiene experiencia de c¨®mo, reaccionar ante la desintegraci¨®n de un imperio multinacional, perdija su ideolog¨ªa y con armas nucleares, biol¨®gicas y qu¨ªmicas.
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