Una tira c¨®mica publicada en EE UU pone nerviosos a Bush y Quayle

El vicepresidente de Estados Unidos, Dan Quayle, y el propio presidente, George Bush, odian a Doonesbury, el seud¨®nimo del dibujante de historietas pol¨ªtico-sat¨ªricas estadounidense Garry Trudeau. Una serie de tiras dedicadas a Quayle, en la que le mezcla con temas relacionados con el consumo de drogas blandas, le ha puesto de nuevo en el candelero. Veinte peri¨®dicos estadounidenses han anunciado que vetar¨¢n todos los dibujos sobre el vicepresidente.

?sta no es la primera vez, ni tampoco ser¨¢ la ¨²ltima, que los dibujos de Trudeau provocan una tormenta pol¨ªtica y period¨ªstica. Calificado por el presidente, George Bush, como "un izquierdista", Doonesbury es uno de los pocos dibujantes que logra poner nervioso al establishment pol¨ªtico de Washington."Garry Trudeau tiene una venganza personal contra m¨ª", ha declarado Quayle, al t¨¦rmino de una semana en la que ha sido literalmente triturado por este dibujante, quien asegura a trav¨¦s de sus dibujos que la Administraci¨®n ha ocultado datos sobre el uso de marihuana por parte de Quayle.

Se trata de una historia que viene de lejos, cuando Quayle era un desconocido congresista de Indiana elegido por Bush para luchar por la presidencia en contra del ticket Dukakis-Bentsen. Alguien relacion¨® al candidato a vicepresidente con las drogas blandas, y un camello, resucitado ahora por Trudeau, asegur¨® haberle vendido algunas hojas de marihuana en su ¨¦poca universitaria.

Doonesbury ha desenterrado aquella pol¨¦mica invent¨¢ndose una investigaci¨®n period¨ªstica, que desarrolla un reportero ficticio de The Washington Post creado para la ocasi¨®n, Rick Redfern. Las historias han levantado ampollas. Redfern investiga concretamente la existencia de un informe confidencial de la DEA, el organismo federal antidroga, en el que se involucra al vicepresidente en el uso de marihuana.

"?ste es mi trabajo, no tengo nada contra Quayle, he estado criticando y dibujando a las figuras pol¨ªticas de este pa¨ªs desde que Quayle estaba jugando al golf en sus a?os de estudiante", ha comentado el dibujante.

Sat¨ªricos

En un pa¨ªs donde no existe la izquierda y la oposici¨®n, el Partido Dem¨®crata pierde votaciones incluso en el Senado, donde posee la mayor¨ªa; las voces de la izquierda duelen, y Doonesbury ha aprovechado esta circunstancia sociopol¨ªtica para convertirse en un martillo de herejes y, sin duda alguna, en el n¨²mero uno de los sat¨ªricos pol¨ªticos de este pa¨ªs.Trudeau inici¨® sus dibujos bautizados con el nombre de Doonesbury hace 21 a?os y son contadas las ocasiones en las que se le ha visto en p¨²blico, o en las que se ha atrevido a hablar en la prensa. Sus trabajos se publican en 900 medios de comunicaci¨®n norteamericanos, que los reciben diariamente a trav¨¦s del Universal Press Syndicate, con sede en Kansas City.

El creador de Doonesbury se considera tan periodista como artista o dibujante de comic -cartoonist, como se denominan en Estados Unidos-, y sus temas preferidos durante el ¨²ltimo a?o han sido la guerra del Golfo, el sida y... Quayle.

El dibujante, cuyo nombre completo es Garretson Beekman Trudeau ha destrozado sistem¨¢ticarnente a la clase pol¨ªtica norteamericana desde Richard Nixon hasta el propio Bush, y se le puede calificar como a un icono de esta sociedad.

La decisi¨®n de 20 peri¨®dicos, entre ellos The Atlanta Constitution, The Buffalo News y The San Jose Mercury News, de no publicar sus vi?etas de Quayle no le ha molestado. Su teor¨ªa es que cuando un director de peri¨®dico decide eliminar su tira, no le est¨¢ censurando, sino editando su peri¨®dico.