Shamir capitula y enviar¨¢ "una delegaci¨®n t¨¦cnica" a Washington el 4 de diciembre

El primer ministro israel¨ª Isaac Shamir ha capitulado. Una delegaci¨®n de Israel estar¨¢ en Washington el pr¨®ximo d¨ªa 4 para continuar las negociaciones bilaterales con ¨¢rabes y palestinos. Para salvar la cara, en la sede del Gobierno precisan que acudir¨¢ a la capital norteamericana s¨®lo una "delegaci¨®n t¨¦cnica", sin otra misi¨®n que discutir cuestiones de procedimiento. La "aut¨¦ntica" delegaci¨®n israel¨ª no negar¨¢ a Washington hasta el 9 de diciembre.

Todav¨ªa ayer se afirmaba en Jerusal¨¦n que Israel esperaba un gesto de Estados Unidos, una llamada del presidente norteamericano, George Bush, a Shamir para pedirle que no boicotee el encuentro y renuncie a plantear una guerra de fechas. No ocurri¨® nada de eso. Washington respondi¨® con un silencio glacial a los apremios israel¨ªes.Al final, Shamir tuvo que ceder. De todos los lados se multiplicaron los llamamientos. Incluso influyentes ministros del Likud, partido mayoritario en el Gobierno de Israel, insistieron al primer ministro en que una ausencia israel¨ª el 4 de diciembre en Washington, mientras sirios, jordanos, palestinos y libaneses ocupaban su lugar en la mesa de. negociaciones, ser¨ªa desastroso para la imagen del Estado jud¨ªo en EE UU y el mundo entero.

Desde el nacimiento de Israel hace 43 a?os, todos los dirigentes israel¨ªes, desde David Ben Gurion a Men¨¢jem Begin, hab¨ªan declarado, por activa y por pasiva, que estaban dispuestos a acudir a cualquier lugar y en cualquier momento para reunirse con un dirigente ¨¢rabe y negociar la paz. Los ¨¢rabes se negaron a ello durante d¨¦cadas.

Hoy, todos los dirigentes de los pa¨ªses ¨¢rabes vecinos del Estado israel¨ª, adem¨¢s de los palestinos, aceptan dialogar directamente y cara a cara. Por el contrario, un primer ministro israel¨ª, Shamir en este caso, es ahora quien plantea las dificultades.

Hace s¨®lo un a?o, Shamir dijo al secretario de Estado norteamearicano, James Baker: "Queremos negociaciones de paz directas, sin condiciones previas y con cada pa¨ªs ¨¢rabe separadamente. O eso, o nada".

Para gran sorpresa del primer ministro israel¨ª, todos los vecinos ¨¢rabes de Israel, incluido Siria, aceptaron el di¨¢logo. Shamir qued¨® entonces atrapado en la trampa de su propia iniciativa de paz. De ah¨ª sus esfuerzos para prolongar incesantemente las cuestiones de procedimiento sobre el lugar y fecha de las negociaciones bilaterales.