Tres cuartas partes de la superficie europea, afectada por la lluvia ¨¢cida

Tres cuartas partes de la superficie europea, sobre todo en el norte y noroeste, reciben m¨¢s lluvia ¨¢cida de la que sus bosques, suelos y aguas pueden neutralizar por s¨ª mismos. Esta acidez procede sobre todo de las emisiones nacionales de sulfuros (industrias), ¨®xido de nitr¨®geno (tr¨¢fico) y amon¨ªaco (esti¨¦rcol) y puede destruir el equilibrio qu¨ªmico de la tierra alterando el ecosistema, seg¨²n un informe presentado en Holanda por el Instituto Nacional de Sanidad y Protecci¨®n Ambiental (RIVM).

En Espa?a, Portugal, Grecia e Italia, donde los suelos son m¨¢s calizos, el fen¨®meno es menos radical por ahora. En Espa?a, sin embargo, la zona noroeste (Galicia, Asturias) y algunos puntos del centro del pa¨ªs presentan ya sedimentos ¨¢cidos preocupantes. No sucede lo mismo con el Este y la l¨ªnea de los Pirineos, donde las concentraciones son m¨¢s pequenas o poco relevantes a¨²n.

El estudio incluye los primeros mapas europeos dedicados a se?alar las ¨¢reas m¨¢s sensibles a la contaminaci¨®n ¨¢cida. Las mismas aparecen en los pa¨ªses escandinavos, el norte de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, el Reino Unido e Irlanda. Ello no excluye la presencia de zonas similares en el resto de Europa. El 75% del continente soporta concentraciones peligrosas de dep¨®sitos ¨¢cidos, seg¨²n el informe, y algunas partes del centro y noroeste reciben 20 veces m¨¢s poluci¨®n ¨¢cida de la que su ecosistema puede asimilar. Dicho fen¨®meno amenaza tanto l¨¢ recuperaci¨®n del suelo como el equilibrio ecol¨®gico a largo plazo.

Niveles de acidez

El estudio utiliza el t¨¦rmino carga cr¨ªtica para indicar los niveles de acidez por encima de los cuales el suelo resulta contaminado. Entre 0 y 500 unidades ¨¢cidas por hect¨¢rea y a?o no existe gran peligro para el suelo. "Con m¨¢s de 1.000 unidades pueden disolverse o liberarse grandes cantidades de m¨ªnerales, como el propio aluminio de la tierra, que resultan luego t¨®xicos para plantas y animales". En Espa?a, el amoniaco procedente de los abonos animales no representa un problema tan acuciante como en Holanda. Por el contrario, "se observan ya concentraciones inquietantes de sulfuros y ¨®xido de nitr¨®geno en el centro y noroeste del pa¨ªs, cerca de la costa cant¨¢brica".El informe reci¨¦n presentado puede servir para confeccionar protocolos destinados a reducir las emisiones de sulfuros y ¨®xido de nitr¨®geno en Europa, afirma Jean Paul Hettelingh, jefe del Centro de Coordinaci¨®n, erigido en 1990 por el Gobierno holand¨¦s para apoyar los trabajos de la Convenci¨®n de Naciones Unidas sobre Contaminaci¨®n A¨¦rea Transfronteriza. "Con los mapas ahora dibujados resultar¨¢ m¨¢s f¨¢cil identificar y seleccionar a escala internacional las superficies donde los recortes en materia de ¨¢cidos deber¨¢n ser mayores", a?adi¨® el cient¨ªfico.