20 t¨¦cnicos de nataci¨®n confirman el uso masivo de esteroides en la antigua RDA
El incontestable dominio impuesto por la extinta RDA en la nataci¨®n femenina durante las dos ¨²ltimas d¨¦cadas fue producto del consumo de esteroides anabolizantes, seg¨²n confirmaron 20 entrenadores de la desaparecida Alemania comunista. El testimonio es la ¨²ltima y m¨¢s rotunda evidencia de lo que hasta la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn no fueron sino sospechas sobre los impresionantes resultados de las ondinas del Este. "Confirmamos que los esteroides anabolizantes fueron usados en la RDA", expresaron en un comunicado firmado los citados t¨¦cnicos, que rechazaron dar los nombres de las implicadas en el mayor fraude deportivo de la historia.
La confesi¨®n de los veinte preparadores comprende el periodo que discurre entre finales de los a?os sesenta y finales de los Ochenta, tiempo durante el cual nadadoras como Kornelia Ender, Petra Schneider, Ute Geweniger, Barbara Krause y Ulrike Richter ganaron pr¨¢cticamente todas las pruebas en que participaron.En los primeros Campeonatos del Mundo de nataci¨®n, celebrados en 1973, la RDA gan¨® 10 de las 14 medallas de oro en juego, adem¨¢s de establecer ocho r¨¦cords del mundo. Tres a?os m¨¢s tarde, en los Juegos Ol¨ªmpicos de Montreal, las alemanas orientales acapararon 10 de las 12 medallas posibles en las pruebas individuales. El dominio sigui¨® siendo abrumador en los siguientes Juegos.
Cuando un entrenador occidental coment¨®, con evidente iron¨ªa, que el tono de voz de las nadadoras de la RDA era muy grave -una de las secuelas m¨¢s apreciables que el consumo de anabolizantes deja en la mujer- uno de sus colegas orientales le respondi¨®: "Estamos aqu¨ª para nadar, no para cantar".
Varios testimonios han corroborado el m¨¢s grave fraude por dopaje en el deporte. mundial desde que, dos a?os atr¨¢s, el Muro de Berl¨ªn fue abierto y, un a?o despu¨¦s, la reunificaci¨®n alemana fue consumada. Sin embargo, esta es la primera vez que un grupo tan nutrido de preparadores efect¨²a una confesi¨®n p¨²blica conjunta.
El reconocimiento de los t¨¦cnicos de nataci¨®n se une al de otros entrenadores y deportistas que, en n¨²mero creciente, han admitido el consumo de anabolizantes y otras drogas prohibidas para convertir la RDA, un pa¨ªs que contaba con s¨®lo 16 millones de habitantes, en una primera potencia deportiva, orgullo del bloque comunista.
Un delito conocido
El Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) y otros organismos deportivos no contemplan la sanci¨®n retroactiva por consumo de estimulantes prohibidos salvo en el caso de que el atleta en cuesti¨®n admita su falta. Por ello, todos los implicados en el fraude de la RDA no corren, de momento, ning¨²n peligro de perder sus medallas o sus r¨¦cords."Durante a?os fuimos conscientes de ello. Hemos sido est¨²pidos", declar¨® Sherm Chavoor, prestigioso entrenador estadounidense entre 1968 y 1980. Chavoor prepar¨® a Mark Spitz antes de que ¨¦ste consiguiera siete medallas de oro en los Juegos Ol¨ªmpicos de M¨²nich, en 1972, y tambi¨¦n trabaj¨® con nadadoras en el Club Arden Hills, en Sacramento (California).
Chavoor explic¨® una an¨¦cdota tan sobrecogedora como triste. A?os atr¨¢s, recibi¨® en Sacramento la visita de un entrenador de la RDA. Cuando presenciaban juntos el trabajo de las j¨®venes ondinas, el t¨¦cnico alem¨¢n, al mismo tiempo que con su dedo simulaba una jeringuilla clavada en el brazo, pregunt¨®: "?Cu¨¢ndo administr¨¢is drogas a las chicas?". Chavoor, sorprendido, le coment¨® que el consumo de drogas pod¨ªa resultar peligroso para las nadadoras, a lo que su colega le respondi¨®: "Pero los cuerpos son sacrificables".
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