?Una Europa alemana o una Alemania europea?
La unificaci¨®n ha acentuado la vocaci¨®n federalista de los germanos
La abrumadora mayor¨ªa de los alemanes, tanto del Este c¨®mo del Oeste, empresarios o trabajadores, conservadores o progresistas, y la pr¨¢ctica. totalidad de la clase pol¨ªtica, desean una Europa federal con un parlamento fuerte, una moneda ¨²nica, un banco central y una pol¨ªtica exterior y de defensa com¨²n. En contra de lo que muchos tem¨ªan, el proceso de unificaci¨®n ha acentuado el europe¨ªsmo de la gran potencia centroeuropea. Pero esta fe inalienable no ha conseguido acabar con las suspicacias y los temores de sus vecinos.
Algunos consideran que Maastricht llega dos a?os tarde. La guerra fr¨ªa hab¨ªa mantenido en el congelador pol¨ªtico a una Alemania econ¨®micamente fuerte, pero pol¨ªticamente domesticada y manejable. Durante 40 a?os se daba por supuesto que Pads era el l¨ªder natural de la Europa comunitaria, a la que Bonn prestaba el apoyo finaciero. Pero la ¨²ltima pirueta de la historia ha cambiado completamente estos esquemas, y lo que, realmente asusta ahora, aunque s¨®lo se comente por los pasillos, es ese gigante econ¨®mico de casi 80 millones de habitantes, de violento pasado, que, aunque haya empezado a andar a tropezones, recuperar¨¢ inevitablemente su hinterland y acabar¨¢ por perseguir sus propios intereses en detrimento de los de los dem¨¢s pa¨ªses de Europa occidental.Pero, parad¨®jicamente, quienes m¨¢s asustados est¨¢n son los propios alemanes. Durante los ¨²ltimos 40 a?os han crecido en el desprecio y la negaci¨®n de sus propios sentimientos nacionalistas, avergonzados de sus s¨ªmbolos. Han vivido sin embargo en una mod¨¦lica democracia descentralizada, que se ha revelado como uno de los sistemas pol¨ªticos m¨¢s efectivos y justos del mundo. En este sentido, la absorci¨®n de la antigua Alemania comunista no ha cambiado, de momento la esencia del pa¨ªs, si no es para confirmar la bondad de su sistema, que ha salido vencedor en la pugna.
Temores
Tal vez por eso, la mera posibilidad de emprender. de nuevo el otro camino, el que les lleva a separarse de Occidente y que tan tr¨¢gicas consecuencias tuvo en el pasado, produce escalofr¨ªos. La confianza de los vecinos que, poco a poco, se hab¨ªa conseguido restablecer, corre peligro de irse al traste. Son los propios alemanes los que parecen estar pidiendo a Europa que no les deje solos, como si no se fiaran de lo que podr¨ªan hacer si esto sucediera. "Aconsejo a todos aquellos que temen a los. alemanes, que se unan en la construcci¨®n de un firme techo sobre esta Alemania, sobre esta Europa. Solo entonces estos temores desaparecer¨¢n", dijo hace unos d¨ªa el canciller alem¨¢n Helmut Kohl.
Su predecesor, el socialdem¨®crata Helmut Schmidt, refiri¨¦ndose a las dudas y objeciones de algunos Gobiernos ante el proceso de unificaci¨®n, escrib¨ªa: "Si deciden no seguir, adelante, podr¨ªan encontrarse con que dentro de diez a?os Alemania es un vecino demasiado poderoso para poderla manejar, y si esto sucede ser¨ªa una situaci¨®n casi imposible de corregir". En los ¨²timos d¨ªas, las declaraciones de pol¨ªticos y expertos han ido todas en la misma direcci¨®n: "No nos dej¨¦is solos. Integradnos ahoraque a¨²n es posible".
Y para hacerse querer, los alemanes llegan a esta boda con Europa Occidental con una dote de post¨ªn. Ceden su bien m¨¢s preciado, el marco alem¨¢n. Esta moneda, mimada, cuidada durante todos estos a?os en los azarosos mares de la inflaci¨®n y de otras cat¨¢strofes financieras que han hecho estragos entre sus vecinos, y que podr¨ªa perfectamente andar por si sola compitiendo con el d¨®lar como moneda de referencia, la echar¨¢n en el saco com¨²n del Ecu, cediendo el control absoluto que ahora ostenta el mod¨¦lico Bundesbank, el banco central alem¨¢n.
Pero a cambio imponen condiciones. Quieren control parlamentario sobre el presupuesto de la CE, quieren mayor integraci¨®n, quieren fortalecer el Parlamento Europeo, quieren que Bruselas se haga cargo de los temas conflictivos como la emigraci¨®n o el crimen organizado, quieren que se potencie el papel de las regiones, quieren que la Comision Europea sea elegida por el Parlamento, quieren un banco central europeo completamente independiente. Quieren, en suma, construir Europa a su imagen y semejanza. Pues, ?de d¨®nde salen todos estos criterios sino del propio sistema pol¨ªtico de la Rep¨²blica Federal Alemana?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.