Un recluso liberado por estar muy enfermo comete 15 atracos en 60 d¨ªas
El recluso Guillermo Segura Mart¨ªn, de 28 a?os, excarcelado por sufrir sida en fase terminal, cometi¨® al menos 15 atracos en gasolineras y entidades bancarias de Madrid en los 60 d¨ªas siguientes a su puesta en libertad. El juez decret¨® su libertad para que pudiera morir tranquilo en su casa. Varios jueces de Madrid han expresado su "preocupaci¨®n" y "dudas" sobre la conveniencia de dejar en libertad a estos internos. "Salen a la calle sin tener donde ir y sin ayuda, ni m¨¦dica ni econ¨®mica; saben que van a morir, y nada les importa", aseguran fuentes jur¨ªdicas.
Fuentes relacionadas con Instituciones Penitenciarias aseguran que la excarcelaci¨®n de enfermos terminales supone a veces "un peligro potencial" para la sociedad. Opinan que, en casos de este tipo, es preferible dejar al interno en prisi¨®n, donde tendr¨¢ a su alcance m¨¢s atenci¨®n sanitaria que si est¨¢ en la calle.La legislaci¨®n vigente faculta a los jueces de vigilancia penitenciaria para otorgar la libertad provisional a los presos desahuciados por la medicina cuyo fallecimiento se considere pr¨®ximo e inevitable. El juez que otorg¨® la libertad a Segura Mart¨ªn se ampar¨® precisamente en informes m¨¦dicos que evidenciaban su irreversible afecci¨®n.
Segura Mart¨ªn, que reside en la zona de Huertas, estaba recluido en la prisi¨®n c¨¢ntabra del Dueso cuando el juzgado de vigilancia otorg¨® su libertad. Al salir de la c¨¢rcel, sin embargo, atrac¨®, presuntamente, nueve gasolineras -una de ellas en tres ocasiones-, varias entidades bancarias (casi todas de la zona norte de Madrid) y "numerosos robos con intimidaci¨®n a transe¨²ntes", seg¨²n fuentes de los juzgados de la plaza de Castilla.
Pocos d¨ªas despu¨¦s de quedar en libertad, el 24 de diciembre de 1990, atrac¨® la gasolinera denominada Petrolandia; tambi¨¦n cometi¨® [siempre supuestamente, pues a¨²n tiene pendientes la mayor¨ªa de los juicios] otros tres atracos en el surtidor que Cepsa posee en la calle de Marcaspio y otros dos m¨¢s en las gasolineras ubicadas en la calles de Ginzo de Lima y de Herrera Oria.
Atracos a bancos
Segura Mart¨ªn tiene abiertas tambi¨¦n diligencias por otros tres robos en otras tantas entidades bancarias madrile?as. Se trata de la sucursal que el Banco de Santander posee en la calle de Sangenjo, de la que tiene la Caja Postal en la calle de Leopoldo Alas Clar¨ªn y de la que tiene el Banco Bilbao-Vizcaya en Tres Cantos.La comisar¨ªa de Fuencarral, adem¨¢s, le ha abierto diligencias por su presunta intervenci¨®n en "numerosos robos" a ciudadanos.
Todas las fechor¨ªa de las que se le acusa las cometi¨® entre diciembre de 1990 y enero de 1991, provisto de un arma blanca. El recluso se encuentra otra vez ingresado en Carabanchel y, a juzgar por su historial, resulta dif¨ªcil que se le vuelva a conceder de nuevo el beneficio de la libertad.
Adem¨¢s de esas diligencias, Segura Mart¨ªn ha sido condenado, al menos, en dos ocasiones por robos en gasolineras. El Juzgado de lo Penal n¨²mero 27 de Madrid lo conden¨® el pasado 30 de noviembre a seis a?os de c¨¢rcel. Con anterioridad, el n¨²mero 6 le impuso otra condena de seis meses por el robo de otra gasolinera ubicada en la zona norte de Madrid. Adem¨¢s tiene otra causa por robo en el Juzgado de lo Penal n¨²mero 4.
El hecho de que se le hayan impuesto dos penas diferentes por un delito similar -el robo de una gasolinera- es debido a que el primero de los juzgados citados entendi¨® que concurr¨ªa la eximente incompleta de drogadicci¨®n.
El segundo no ha apreciado ninguna circunstancia modificativa de su responsabilidad, al considerar que no est¨¢ probado que el interno tuviese alterada su voluntad cuando rob¨® en el surtidor.
Jueces consultados por este peri¨®dico se muestran partidarios de que los internos enfermos graves que carezcan de medios y de familiares que se hagan cargo de ellos permanezcan en la c¨¢rcel, donde van a disponer, suponen, de mayores cuidados. No obstante, coinciden en que se trata de un problema complejo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.