Filem¨®n seduce al pistolero

Es un sitio donde los libros est¨¢n de cara, no de canto. Se pueden hojear y leer, pero no comprar. All¨ª un maestro puede mirar, embelesado, un librote gigantesco sobre dinosaurios gigantes, una cr¨ªa de 12 a?os puede entender de una vez por todas c¨®mo escupe lava un volc¨¢n, y otra, grandota y hura?a, se a¨ªsla leyendo una historieta, sentada en el suelo, en una fila de ni?os y adultos que, bajo el vuelo de una bruja de cart¨®n, lo aprenden todo sobre los ¨¢rboles o sonr¨ªen con la ¨²ltima trastada de Mortadelo y Filem¨®n. Es el Sal¨®n del Libro Infantil y Juvenil

En la Casa de Vacas del Retiro, 2.500 libros estar¨¢n, durante 10 horas diarias y hasta el d¨ªa de Reyes, dispuestos a seducir a un peque?o pistolero que dispara balas de corcho, a un ciclista que no mide m¨¢s de un metro, a un encargado de almac¨¦n interesado en los indios del Amazonas, e incluso a Luis, que ya con 6 a?os tiene los pelos de punta y cara de ser rematadamente malo y que, tirado en la moqueta ante un Libro de las Maravillas m¨¢s grande que ¨¦l, se amansa ante una paisaje polar lleno de focas.Mar¨ªa Sol¨¦, cr¨ªtica literaria, es la coordinadora de la muestra, un lugar en el que, como dice ella, "los libros no se compran, se leen en libertad, sin presiones comerciales. Mira". As¨ª es. Hay parejas que deambulan arrastrando cr¨ªos con cara de fr¨ªo, sortean a otros ni?os con la cabezas enterradas entre las p¨¢ginas iluminadas, se acercan a las repisas, cogen los libros, los hojean, los dejan, toman otros y por fin se sientan en una silla o en el suelo y leen a los m¨¢s peque?os -los mayores van por libre- historias ilustradas. "Eso no lo hacen en casa", dice Mar¨ªa. Los padres asienten y dicen que quieren aficionar a sus hijos a leer.

Tocar a Ast¨¦rix

El sal¨®n quiere pretende acercar los libros -regalo de las editoriales- a los ni?os y rebajar as¨ª en el futuro ese 42% de adultos que no lee nunca un libro. La exposici¨®n, financiada por el Ayuntamiento de Madrid, cumple 15 a?os llenando de portadas los anaqueles, que est¨¢n divididos por g¨¦neros y por edades. Unos 900 escolares acuden cada d¨ªa, de la mano del maestro, y los d¨ªas de fiesta van familias que anotan t¨ªtulos para regalar en Reyes. Hay pocos j¨®venes. Las estrellas, que pasan de mano en mano, son los libros gigantes donde los ni?os pueden aprender la diferencia entre estar alegre o triste con una gran ilustraci¨®n. "Y tambi¨¦n los divulgativos", dice Mar¨ªa. Este a?o hay un rinc¨®n para Am¨¦rica y otro para Mozart. Y los cr¨ªos ciegos pueden tocar a Pinocho o a Ast¨¦rix.