Miedo al "d¨ªa despu¨¦s"

Muchos j¨®venes, una minor¨ªa de mujeres con tendencia a agruparse, media docena de animadores entusiastas provistos de un meg¨¢fono ensordecedor, una inagotable capacidad de gritar y jalear consignas en castellano y ¨¢rabe durante dos horas, compusieron el escenario de la protesta. Hab¨ªa grupos reducidos de latinoamericanos, alg¨²n negro con rostro de envidia por el grado de organizaci¨®n de los hermanos ¨¢rabes, dos furgonetas del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y un coche de la municipal.Entre el mediod¨ªa y las dos de la tarde, los marroqu¨ªes gritaron y cantaron sin descanso. "Derechos, s¨ª; expulsi¨®n, no. Racismo" no; regularizaci¨®n, s¨ª. Droga, no: no, no". Las negativas a la droga revisten una rabia particular. Los marroqu¨ªes est¨¢n hartos de que en Espa?a les consideren por sistema sospechosos de traficantes y no s¨®lo la polic¨ªa.La concentraci¨®n fue un ¨¦xito, seg¨²n los organizadores, porque hay miedo. "?Qu¨¦ pasar¨¢ el mi¨¦rcoles? ?Echar¨¢n a los que no cumplan las condiciones?", dicen. El problema es conseguir un precontrato. "?Por qu¨¦ no tenemos libertad de empleo como los espa?oles?", se pregunta Riduan Asouik. El miedo al d¨ªa despu¨¦s de la regularizaci¨®n se extiende a los latinoamericanos. Su comit¨¦ en Madrid traslada desde el mi¨¦rcoles sus reuniones fuera del local de costumbre por temor a una interrupci¨®n policial.