Madrid sin ley
Como sufrido habitante de un Madrid sin ley, en su zona centro, me dirijo a usted ante la degradaci¨®n a que est¨¢ siendo sometida esta ciudad desde hace varios a?os bajo la indiferente mirada de las sucesivas autoridades y corporaciones.Durante las noches de los fines de semana, nos vemos invadidos por oleadas juveniles que toman al asalto todas sus calles y aceras, provocando un caos circulatorio que parecen ignorar los agentes municipales.
Junto a este caos en que se convierte el centro de la ciudad desde las once de la noche hasta las cinco de la madrugada surge el rugido del combate: motos, bocinas, algaradas, etc¨¦tera. No hay vecino que pueda descansar ante tama?a agresi¨®n ac¨²stica.
Esta intolerable agresi¨®n a veces se te cuela dentro de las propias viviendas en forma de ruidosas celebraciones, acompa?adas de bailes, carreras, y todo ello ambientado por los insufribles voltios de las potentes minicadenas.
Si tienes la suerte de ver convertida la vivienda contigua en una sala de fiestas, como a m¨ª me ocurri¨® la noche del 8 al 9 de noviembre hasta las cuatro de la madrugada, c¨®lmate de paciencia y aguanta las risas y burlas de estos j¨®venes posmodernos cuando, ya cansados, se retiran en busca de los hogares paternos.
En la b¨²squeda de una ciudad m¨¢s humana, donde sea posible la convivencia, la comprensi¨®n y el respeto de unas generaciones hacia otras, le transmito estas l¨ªneas.-
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