El sonido del imperio

Si hay en la historia musical una figura / tema enciclop¨¦dica y suscitadora de pol¨¦mica es la de Ricardo Wagner, que pretendi¨® dar un vuelco completo al drama musical y, de paso, puso patas arriba la m¨²sica teatral y la sinf¨®nica. Las batallas provocadas por el "arte del porvenir" de Wagner duraron mucho tiempo, y ahora se prolongan por un hecho al que ciertamente fue ajeno el compositor alem¨¢n: la existencia del nazismo y de su creador, Adolfo Hitler, quien, como buen burgu¨¦s germano, ve¨ªa en Wagner la grandeza de la m¨²sica y, con ella, la del imperio alem¨¢n.Se cuenta una an¨¦cdota tan incomprobable como tantas otras: una noche, en plena Il Guerra Mundial, Hitler presenci¨® La walkiria dirigida por Von Karajan, entonces muy joven. Al d¨ªa siguiente le hizo una observaci¨®n a Goebbels: "D¨ªgale al se?or Von Karajan que si no se sabe La walkiria no la dirija de memoria". De tal modo ten¨ªa asumido el f¨¹hrer del nazismo la obra de Wagner, en la que ve¨ªa un excelente fondo para sus sue?os y ambiciones.

Wagner, su obra, su pensamiento y hasta su misma trayectoria biogr¨¢fica dan para todo. Recordemos el libro de Chamberlain (1896) que tanto ruido armar¨ªa, o, en otro sentido lo que escribe Thomas Mann, nada sospechoso de antisemitismo: "Semejante obra s¨®lo pod¨ªa brotar del esp¨ªritu alem¨¢n, y quiz¨¢ contribuyera, aunque no es seguro, la sangre jud¨ªa".

Wagner est¨¢ en la historia como m¨²sico, y mantener vivo ning¨²n contencioso sobre algo que no sea su misma obra parece ocioso, m¨¢s a¨²n cuando esa obra goza de las m¨¢s altas cotas de aceptaci¨®n que conoci¨® a lo largo de su historia. Tampoco el hecho de que alg¨²n descendiente del autor del Anillo mostrara sus simpat¨ªas por Hitler resulta decisivo. En definitiva, al lado de su legado musical, un texto como El juda¨ªsmo en m¨²sica, que, como comenta Matter, "no fue escrito con el mismo esp¨ªritu con que ahora lo leemos", queda arrumbado en la trastienda de los objetos inservibles.