Las amenazas del IRA colapsan Londres

Un cuarto de mill¨®n de londinenses viajaron ayer a ninguna parte, perdiendo el d¨ªa en estaciones cerradas, trenes detenidos o carreteras bloqueadas. No lograron llegar al trabajo y a duras penas consiguieron volver a casa, exhaustos, para cenar. Un atentado del Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s (IRA) contra el nudo ferroviario de Clapham Junction, al sureste de la ciudad, y una avalancha de amenazas de bomba provocaron un ca¨®tico colapso.Otras 250.000 personas consiguieron llegar a su empleo, pero con dos horas de retraso. A media ma?ana, centenares de sucursales bancarias, tiendas y oficinas permanec¨ªan cerradas. Televisiones y emisoras de radio recomendaban no salir de casa, excepto por urgencia.. Quien se lanz¨® a la aventura lament¨® su audacia mientras era desalojado y realojado hasta la saciedad en peregrinaciones multitudinarias del tren al and¨¦n, a la calle, y vuelta.

La bomba de Clapham Road, que hizo explosi¨®n poco antes de las seis de la ma?ana, destroz¨® la v¨ªa f¨¦rrea sin causar v¨ªctimas. La intenci¨®n del IRA era incrementar la psicosis de caos y desorden que ha fomentado en diciembre con la colocaci¨®n de artefactos incendiarios en comercios y grandes almacenes de las principales ciudades brit¨¢nicas.

Este lunes negro de sonambulismo colectivo es, de momento, el punto ¨¢lgido de la m¨¢s deprimente campa?a navide?a de los ¨²ltimos a?os. Entre el miedo a los incendios provocados y la severa recesi¨®n econ¨®mica, las tiendas no hacen apenas negocio. Establecimientos que otros a?os estaban abarrotados de compradores, brit¨¢nicos y extranjeros, languidecen. En zonas comerciales como Regent's Street u Oxford Street, los precios han bajado entre un 30% y un 50%, en un ins¨®lito adelanto de las rebajas de enero.

Por si el panorama no fuera lo bastante t¨¦trico, la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica ha subido hasta el peor nivel desde 1956 y ha hecho descender las temperaturas por debajo de los cero grados. La niebla y el hielo envolvieron Londres.