Los cient¨ªficos denuncian falta de medios y objetivos en la investigaci¨®n espacial espa?ola
Algo no funciona en la investigaci¨®n relacionada con el espacio en Espa?a. "De los militares hemos pasado a los tecn¨®cratas", han comentado algunos de los cient¨ªficos dedicados a temas espaciales, procedentes de campos muy distintos. La precariedad de su situaci¨®n se ha puesto de manifiesto en el I Congreso Nacional de Microgravedad que termin¨® ayer en Madrid. Industria y Educaci¨®n reconocen que la situaci¨®n no es satisfactoria y se pasan la pelota.
"La investigaci¨®n es la gran olvidada en el esfuerzo actual del programa espacial espa?ol, a pesar de que cuesta muy poco dinero si se compara con lo invertido en otros aspectos", afirma Roberto Marco. catedr¨¢tico y especialista en experimentos de biolog¨ªa en microgravedad (ausencia casi total de gravedad). "Queremos saber si se va a mantener esta situaci¨®n para abandonar por imposibles los proyectos en este campo". Jaime Miquel, que trabaj¨® durante mucho tiempo en la NASA estudiando el envejecimiento, mantiene a duras penas un equipo m¨ªnimo en Alicante en este campo. Andr¨¦s Ripoll, ahora director del Centro Europeo de Formaci¨®n de Astronautas, se?ala que todav¨ªa se est¨¢ lejos de alcanzar un nivel aceptable.
La crisis que sufren los programas espaciales internacionales no afecta pr¨¢cticamente a los aspectos cient¨ªficos, mucho m¨¢s baratos que las plataformas espaciales o los cohetes. Pero los cient¨ªficos espa?oles no est¨¢n aprovechando la creciente aportaci¨®n espa?ola a la Agencia Europea del Espacio (ESA) —270.000 millones de pesetas hasta el a?o 2002—. Mientras esta aportaci¨®n se recupera actualmente casi al completo en contratos industriales, en el aspecto cient¨ªfico presenta un elevado d¨¦ficit. Es un dato que nadie niega.
La ESA dedica casi el 10% de sus recursos al llamado programa cient¨ªfico, obligatorio para todos los pa¨ªses miembros y un 3% al programa de microgravedad. En el programa cient¨ªfico se incluyen proyectos como el sat¨¦lite cient¨ªfico Hipparcos y el telescopio espacial Hubble y misiones interplanetarias como la Giotto.
Es la eterna pugna entre la investigaci¨®n b¨¢sica y la aplicada. Hasta la ley de la Ciencia, las relaciones con la ESA estaban en Espa?a —de forma totalmente at¨ªpica ya que es una organizaci¨®n internacional con fines exclusivamente pac¨ªficos— en manos de Defensa. Tras la Ley de la Ciencia, en 1987, el ministerio de Industria se hizo cargo de forma efectiva, a trav¨¦s del Centro para el Desarrollo Tecnol¨®gico e Industrial (CDTI) de la delegaci¨®n espa?ola en ESA. Se descartaba as¨ª la posibilidad de crear una agencia espacial espa?ola, algo que luego han hecho pa¨ªses como Italia y Alemania.
Competencias
Ahora, los ministerios de Educaci¨®n y Ciencia y de industria se pasan la pelota. El CDTI alega que entre sus competencias no est¨¢ fomentar la, investigaci¨®n. La actuaci¨®n de la otra parte, la Comisi¨®n Interministerial de Ciencia y Tecnolog¨ªa (CICYT), no contenta a los cient¨ªficos, que se consideran hu¨¦rfanos.
El programa nacional del espacio, incluido en el primer Plan Nacional de Investigaci¨®n, pr¨¢cticamente no ha funcionado. Desde principios de a?o no tiene gestor, por fallecimiento del anterior, el catedr¨¢tico Ignacio da Riva. Sus presupuestos para la pr¨®xima etapa del plan (1992-1995) no est¨¢n todav¨ªa aprobados y Luis Oro, secretario general del plan, reconoce que la situaci¨®n no es la ¨®ptima. "El espacio es un ¨¢rea at¨ªpica dentro de la investigaci¨®n. Tratamos de financiar los proyectos incluy¨¦ndolos en otros programas pero es verdad que hay ¨¢reas que se quedan fuera."
Vicente G¨®mez, delegado de Espa?a en ESA, se?al¨® ayer en la clausura del 1 Congreso Nacional de Microgravedad, organizado por el INTA, que falta una estrategia definida de actividades y objetivos claros para el sector cient¨ªfico espacial y que ¨¦ste no se puede desarrollar si no hay fuentes nacionales de financiaci¨®n que complementen lo aportado por la agencia, aunque advirti¨® que la raz¨®n de ser de este sector es su aplicaci¨®n industrial. "ESA va a hacer grandes inversiones en los pr¨®ximos a?os y todo lo que se ponga en ¨®rbita —plataformas y estaciones— es para que se utilice. El uso m¨¢s importante es la fabricaci¨®n de productos en microgravedad y hay que preparar el campo para conseguirlo", afirm¨®.
Enrique Trillas, director del INTA que ha organizado el congreso, coincid¨® en se?alar un gran futuro para la microgravedad, aunque no a corto plazo y en que el esfuerzo de investigaci¨®n se concentre y se enfoque hacia su aplicaci¨®n industrial. "Falta masa cr¨ªtica y uni¨®n".
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