Gobierno y guerrilla firman la paz en El Salvador tras 12 a?os de guerra civil
ANTONIO CA?OFue un final de pel¨ªcula de suspense. El plazo para la paz en El Salvador venc¨ªa a medianoche. Todos sab¨ªan en la sede de la ONU en Nueva York que hab¨ªa que conseguir un acuerdo antes del nuevo a?o. El tiempo corr¨ªa velozmente. Pero unos minutos antes de las doce, con toda la tensi¨®n del trapecista ante su triple salto mortal, neg¨® la buena nueva del compromiso que pone fin a los 12 a?os de la guerra m¨¢s sanguinaria (m¨¢s de 75.000 muertos) de Am¨¦rica Latina y a uno de los ¨²ltimos s¨ªmbolos del viejo conflicto Este-Oeste.
El pueblo de El Salvador pudo disfrutar de la mejor Nochevieja de su historia, y Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar cerr¨® con broche de oro su labor como secretario general de la ONU. Cuando sonaron las campanadas que marcaban la llegada de 1992, los comandantes del Frente Farabundo Marti para la Liberaci¨®n Nacional (FMLN) y los representantes del Gobierno salvadore?o pudieron abrazarse y desearse, de verdad, un feliz a?o nuevo. La guerra ha terminado, repet¨ªan unos y otros en los pasillos de la ONU. Todos coincid¨ªan en que ha llegado la hora de construir, conscientes de que queda mucho por hacer en El Salvador. Primero, consolidar esta paz -todav¨ªa precaria y sujeta a discusiones y acuerdos futuros-; despu¨¦s, crear las condiciones que permitan desarrollar su pa¨ªs y evitar las circunstancias que dieron nacimiento al conflicto."Este acuerdo servir¨¢ para fortalecer el sistema democr¨¢tico en El Salvador", dijo el presidente de ese pa¨ªs centroamericano, Alfredo Cristiani. "La guerra ha acabado sin una victoria de ninguna de las partes, con un acuerdo que significa grandes cosas para nuestro pueblo", declar¨® el comandante guerrillero Schafick Handal, que ha cargado con el peso principal de la negociaci¨®n durante los 20 meses de dif¨ªcil y accidentado di¨¢logo."La guerra ha terminado", afirm¨® el secretario de Estado adjunto de EE UU para Asuntos Interamericanos, Bernard Aron son. "Me siento liberado, tan ligero como una pluma", a?adi¨® Javier. P¨¦rez de Cu¨¦llar.
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El Ejercito salvadore?o se reducira a la mitad
Viene de la primera p¨¢ginaTodos tuvieron que hacer enormes esfuerzos para llegar a este final feliz. Pero ha habido otros cuatro actores en este drama, con una labor m¨¢s discreta pero no menos trascendental. Se trata de lo que se ha llamado los amigos del secretario general: Colombia, M¨¦xico, Venezuela y Espa?a, sin cuya mediaci¨®n el proceso podr¨ªa haber naufragado hace tiempo.
Esos cuatro pa¨ªses, sobre todo Espa?a en funci¨®n de su mayor poder econ¨®mico,. tendr¨¢n ahora una participaci¨®n fundamental en la reconstrucci¨®n de El Salvador y en la organizaci¨®n de las fuerzas de la ONU que se encargar¨¢n de mantener la seguridad durante los nueve meses de duraci¨®n del alto el fuego, que entrar¨¢ en vigor el 1 de febrero.
Para dar mayor impulso al grupo de los pa¨ªses amigos, P¨¦rez de Cu¨¦llar ha propuesto la inclusi¨®n de EE UU, cuya firme apuesta por la negociaci¨®n desde el asesinato de los jesuitas espa?oles en noviembre de 1989 result¨® decisiva para la firma de la paz. Aronson anunci¨® que su pa¨ªs, que gast¨® durante este conflicto 4.000 millones de d¨®lares en respaldo de un Ej¨¦rcito fan¨¢ticamente anticomunista, acudir¨¢ con ayuda econ¨®mica " en auxilio de los salvadore?os y que tratar¨¢ de impulsar la cooperaci¨®n de Jap¨®n y la CE. Hay todav¨ªa en el horizonte de la pacificaci¨®n etapas delicadas que podr¨ªan hacer naufragar el proceso. Lo que se firm¨® en el declive de 1991 fue un acuerdo general de alto el fuego sobre los compromisos alcanzados tambi¨¦n en Nueva York en septiembre pasado.
El d¨ªa 5, los dos bandos volver¨¢n a reunirse, probablemente en M¨¦xico, para negociar aspectos concretos de la aplicaci¨®n del alto el fuego. El acuerdo definitivo y detallado -un documento de 75 p¨¢ginas que incluye importantes reformas pol¨ªticas y militares, adem¨¢s de la desmovilizaci¨®n de las unidades guerrilleras- ser¨¢ firmado el d¨ªa 16 en M¨¦xico, como homenaje al pa¨ªs que ha albergado casi todo el proceso negociador.
El alto el fuego concluir¨¢ el 31 de octubre. A partir de esa fecha, seg¨²n Schafick Handal -viejo comunista que ha conducido el di¨¢logo con firmeza y realismo-, los rebeldes se integrar¨¢n a la vida pol¨ªtica legal.
El aspecto m¨¢s dif¨ªcil por negociar es el de las zonas de asentamiento de los guerrilleros durante los nueve meses d¨¦ alto el fuego. En principio, ser¨¢n distribuidos en distintos bolsones repartidos por todo el pa¨ªs bajo la protecci¨®n de cascos azules, como ocurri¨® en Nicaragua.
Los 17.000 integrantes de las, fuerzas de polic¨ªa, actualmente bajo control del Ej¨¦rcito, ser¨¢n desmovilizados o puestos al mando de autoridades civiles, con las, que colaborar¨¢n los dirigentes del FMLN., Las fuerzas armadas, que poseen hoy 50.000 efectivos, ser¨¢n reducidas hasta aproximadamente la mitad. Las unidades especiales de contrainsurgencia, las m¨¢s involucradas en violaciones de derechos humanos, ser¨¢n desmanteladas.
El Parlamento tendr¨¢ que aprobar leyes de reforma agraria y cambios pol¨ªticos que permitan una sociedad m¨¢s justa. Hay condiciones para hacer de El Salvador un nuevo pa¨ªs, pero quedan horas dif¨ªciles en las que habr¨¢ que comprobar c¨®mo se adaptan los inventores de los escuadrones de la muerte.
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