Un triunfo precedido por 75.000 cadaveres

Los profundos problemas pol¨ªticos y sociales que durante 12 a?os llevaron a un sangriento enfrentamiento civil y militar en El Salvador parecen llegar a su conclusi¨®n con el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y la guerrilla del Frente Farabundo Mart¨ª de Liberaci¨®n Nacional (FMLN) en Nueva York el d¨ªa 31. Dos cifras revelan la magnitud del conflicto en este pequeno pa¨ªs centroamericano: m¨¢s de 75.000 muertos y cerca de 2.000 millones de d¨®lares necesarios para la reconstrucci¨®n de las infraestructuras econ¨®micas destruidas por los combates.

Han sido 12 a?os de guerra y siete (le negociaciones los que han llevado a la guerrilla salvadore?a de las monta?as a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Hito de ese terrible calvario sufrido por El Salvador, y acaso punto de no retorno en la necesidad de poner fin a la violencia, fue el asesinato, el 16 de noviembre de 1989, de seis jesuitas en la Universidad Centroamericana justo una semana despu¨¦s de que la guerrilla desencadenara la m¨¢s fuerte ofensiva en la capital y en los principales departamentos del pa¨ªs.El 15 de octubre de 1979, un grupo de j¨®venes oficiales reformistas derrib¨® al presidente del pa¨ªs, general Humberto Romero, y estableci¨® una junta militar. Escuadrones de extrema derecha empezaron a actuar contra sospechosos de militancia izquierdista, llegando a asesinar a cerca de 1300 personas al mes a comienzos de los a?os ochenta. El 24 de marzo de 1980 fue asesinado el arzobispo de San Salvador, ?scar Arnulfo Romero, mientrascelebraba una ceremonia lit¨²rgica. Romero era un implacable cr¨ªtico de la represi¨®n militar. El 10 de octubre de ese a?o, y como fruto de la convergencia de cinco grupos rebeldes, se crea el Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional, que lanza su primera ofensiva de envergadura el 10 de enero de 1981. Seg¨²n fuentes rebeldes, sus objetivos de lucha eran acabar con m¨¢s de cincuenta a?os de "dictadura militar" y la "injusticia estructural" que han, mantenido marginadas a las grandes mayor¨ªas tanto en lo econ¨®mico, como en lo pol¨ªtico y en lo social. La opini¨®n p¨²blica internacional comenz¨® a inquietarse por lo que ocurr¨ªa en El Salvador cuando cuatro religiosos norteamericanos fueron secuestrados y asesinados por guardias nacionales salvadore?os. La muerte de monse?or Romero hab¨ªa sido un primer y calculado aviso. Ser¨ªa tambi¨¦n en diciembre de 1980 cuando el dem¨®crata-cristiano Jos¨¦ Napole¨®n Duarte se convierta en cabeza de la junta que rige el pa¨ªs. Un a?o despu¨¦s, tropas gubernamentales dan muerte al menos a 794 personas, incluyendo gran n¨²mero de ni?os, en El Mozote y otras villas de la provincia de Moraz¨¢n.

En marzo de 1982, la coalici¨®n liderada por la Alianza Rep¨²blica Nacionalista (Arena, formaci¨®n de extrema derecha) gana las elecciones a la Asamblea Constituyente. Al a?o siguiente es aprobada una nueva constituci¨®n.

En el mes de agosto de 1987 los pa¨ªses centroamericanos auspician un plan de paz (Esquipulas 11), llamando al fin de los conflictos en la regi¨®n, a la celebraci¨®n de elecciones y a la desmovilizaci¨®n de las fuerzas irregulares". En noviembre de ese mismo a?o, Rub¨¦n Zamora y Guillermo Ungo, pol¨ªticos vinculados a los grupos rebeldes, regresan a El Salvador tras siete a?os de ausencia y tratan de reconstruir la oposici¨®n pol¨ªtica de izquierdas. En marzo de? a?o siguiente, Alfredo Cristiani, al frente de Arena, se alza con el triunfo en las elecciones presidenciales. Ser¨¢ Cristiani el que reavive las conversaciones de paz con los rebeldes, que se frustran tras el ataque contra un local sindical.

La mayor ofensiva

Tras la ofensiva iniciada el 11 de noviembre de 1989, la mayor desatada por la guerrilla, que consigui¨® ocupar grandes ¨¢reas del pa¨ªs, cinco d¨ªas despu¨¦s seis jesuitas (entre ellos Ignacio Ellacur¨ªa, rector de la Universidad Centroamericana), su ama de llaves y la hija de ¨¦sta, fueron asesinados. Cristiani anunciar¨ªa m¨¢s tarde que un coronel y ocho soldados eran los responsables (en septiembre de 1991 el coronel Benavides y un teniente fueron condenados en un pol¨¦mico juicio).

En abril de 1990 la guerrilla y el Gobierno aceptaron en Ginebra la mediaci¨®n de la ONU en las conversaciones de paz. En septiembre del a?o pasado, enviados del Gobierno y de la guerrilla firman en Nueva York los primeros acuerdos que permitir¨¢n llegar al triunfo logrado el ¨²ltimo d¨ªa de 1991, que pone fin a doce a?os de guerra.