Marlon Brando descubre Madrid

El actor Marlon Brando, de 68 a?os, visit¨® ayer, durante 30 minutos, Talamanca de Jarama, primer escenario en Espa?a de la pel¨ªcula Crist¨®bal Col¨®n: el descubrimiento. El actor, que cobrar¨¢ 500 millones de pesetas por 15 d¨ªas de trabajo, lleg¨® a la localidad madrile?a, a 45 kil¨®metros de la ciudad, a las 14.05. Media hora despu¨¦s sal¨ªa, por la puerta de atr¨¢s de la cartuja en la que se rueda la pel¨ªcula, en el mismo coche Mercedes que le hab¨ªa tra¨ªdo. Brando, que aprovech¨® los atascos para ir descubriendo Madrid, fue directamente al hotel de la ciudad en el que se hospeda desde el s¨¢bado.

Vestido con una chaqueta de cuero negro, un jersey negro y unas enormes gafas de sol marrones, Marlon Brando lleg¨® a Talamanca de Jarama acompa?ado por su secretaria y su ch¨®fer-guardaespaldas. Dos horas antes hab¨ªa llegado al mismo lugar la actriz Raquel Ward, que interpreta a Isabel la Cat¨®lica. La actriz, con una kefia al cuello, penetr¨® en la cartuja de Talamanca para rodar las primeras escenas espa?olas de la pel¨ªcula que dirige John Glenn. Un portavoz de la productora de los Salkind declar¨® que deficiencias t¨¦cnicas impidieron ayer que se hiciese ninguna toma v¨¢lida.Marlon Brando entr¨® en coche por la puerta principal de la cartuja y sali¨®, en el mismo veh¨ªculo, por la trasera. Durante el trayecto de vuelta a Madrid, su secretaria, una cuarentona morena vestida de rojo y negro, le pas¨® unos papeles y un bol¨ªgrafo al actor. Brando, sentado a la derecha del ch¨®fer, levantaba continuamente los brazos y se tocaba la calva que corona su cabellera blanca. El actor hablaba con el ch¨®fer (moreno, alto y con nariz de gancho) y la secretaria. Al llegar a la capital se subi¨® a la amplia frente las gafas oscuras y comenz¨® a se?alar edificios, calles y personas.

Por la calle de Alcal¨¢

La M-30, las calles de Mar¨ªa de Molina, Serrano y Alcal¨¢, la plaza de Cibeles y el paseo de Recoletos fueron algunos de los lugares por los que pas¨® en su Mercedes azul el gran actor, que miraba, con la cabeza apoyada en el asiento, hacia arriba.

Mientras tanto, despistar a los periodistas se ha convertido en el juego favorito del equipo de producci¨®n de la pel¨ªcula, desde el mutismo del gabinete de prensa hasta las malas caras de los t¨¦cnicos. Cada vez que un periodista se asoma a cualquier lugar pr¨®ximo al actor, un tel¨¦fono port¨¢til sale del bolsillo de alg¨²n vigilante. En cambio, el propio Brando no se inmuta ante una c¨¢mara indiscreta: pasa de largo, se pone las gafas e incluso mira, pero no se esconde.

A primera hora de la ma?ana comenz¨® a llegar a Talamanca el equipo t¨¦cnico del filme. "Llevan aqu¨ª toda la ma?ana", coment¨® uno de los 800 vecinos de la localidad madrile?a. "Marlon Brando vino el otro d¨ªa, que lo vio Flores", espet¨® sin inmutarse un imaginativo anciano. "Es que en la cartuja han rodado muchas pel¨ªculas", a?adi¨® otro vecino.

Unos 30 veh¨ªculos, entre coches, camiones y remolques, invadieron el interior y exterior de la cartuja, un edificio del siglo XVII. Construido en ladrillo, tiene una portada enmarcada en siller¨ªa y adornada con un escudo. En el patio se encuentran las dependencias utilizadas en el pasado por los monjes para almacenar el grano. La capilla est¨¢ decorada con pinturas al fresco.

A Tom Selleck, que interpreta a Fernando el Cat¨®lico, y a George Corraface, que interpreta a Col¨®n, nadie los ha visto. Corraface es un actor pr¨¢cticamente desconocido, y eso explica que haya pasado inadvertido. El caso de Tom Selleck s¨®lo se explicar¨ªa si para esta pel¨ªcula se ha visto obligado a prescindir de su coqueto bigote (algo casi imprescindible para reconocerle).

Crist¨®bal Col¨®n, el descubrimiento, producida por Alexander e llya Salkind y escrita por Mario Puzo (El padrino) y John Briley (Gandhi), cuenta con un presupuesto de alrededor de 45 millones de d¨®lares (4.500 millones de pesetas). El rodaje en Espa?a continuar¨¢ en Segovia y Sig¨¹enza.