Gratitud de un aficionado a la m¨²sica
Como aficionado a la m¨²sica, quiero agradecer la publicaci¨®n de varios art¨ªculos en su edici¨®n del 19 de enero. Uno se refiere a la tardanza y aumento en el coste de las obras del teatro Real. Ojal¨¢ la espera y, cuant¨ªa de la inversi¨®n sirvieran para que en Madrid pudi¨¦semos disfrutar de dos temporadas paralelas de ¨®pera, una en el teatro de la Zarzuela y otra en el Real, con creaci¨®n de nueva orquesta incluida, pero me temo que no ser¨¢ as¨ª. Otro deseo tal vez m¨¢s practicable ser¨ªa la retibicaci¨®n de la Orquesta Sinf¨®nica de la RTVE (al teatro de la Zarzuela): digan lo que digan, la ac¨²stica del teatro Monumental es ininejorable: sirenas de ambulancias, tr¨¢fico, helic¨®pteros y las charlas de los acomodadores desde el otro lado de las puertas de acceso a la sala, por no hablar de los crujidos del suelo en el primer anfiteatro. Hace poco se pudo escuchar a la mencionada orquesta en el Auditorio Nacional: no parec¨ªa la misma.El segundo art¨ªculo, en el suplemento Madrid, se refiere al enchufismo en la adjudicaci¨®n de entradas gratuitas para conciertos, representaciones de ¨®pera y teatro, etc¨¦tera. Ya lo sab¨ªamos, pero no est¨¢ de m¨¢s recordarlo.
El tercer art¨ªculo, dedicado a una funci¨®n de Rigoletto en el teatro de La Fenice, de Venecia, es sumamente entretenido. Si yo fuese espectador de una representaci¨®n semejante no s¨¦ si me irritar¨ªa o me tirar¨ªa por los suelos de risa: quiz¨¢ dependiera del precio de la entrada (o tendr¨ªa en cuenta s¨®lo la m¨²sica).
El cuarto art¨ªculo, en la misma p¨¢gina, lleva por t¨ªtulo Un lujo para 800 espectadores, y contiene una noticia sorprendente: la representaci¨®n de la ¨®pera La vuelta de tuerca, en abril de 1992, dirigida por su autor, Benjam¨ªn Britten. Convendr¨ªa que antes de esa fecha se interpretase, en el mismo teatro de La Fenice, la Sinfon¨ªa n¨²mero 2, Resurrecci¨®n, de Gustav Mahler, para ver si se obra alg¨²n milagro. Algunos aficionados gozaremos de esta sinfon¨ªa el pr¨®ximo 30 de enero en el Auditorio Nacional; ojal¨¢ Britten (1913-1976) nos pudiese acompa?ar.-
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