El PSOE y el PP abren una batalla sostenida y sin cuartel hasta las pr¨®ximas elecciones
El PSOE y el Partido Popular han inaugurado una etapa nueva que se caracterizar¨¢ por el ataque rec¨ªproco sin paliativos con la vista puesta en las pr¨®ximas elecciones legislativas, en las que el primero, aspirar¨¢ a conservar el poder que ahora tiene y los segundos pugnar¨¢n para que merme considerablemente. Los socialistas son conscientes de que la ¨²ltima ofensiva del PP, caracterizada por el fen¨®meno de la corrupci¨®n, no es coyuntural, sino que ser¨¢ sostenida hasta que se convoquen elecciones. El PSOE y el Gobierno responder¨¢n a cada ataque del PP con un mensaje ¨²nico y cerrado.
Esta respuesta socialista quiere ante todo demostrar que el cierre de filas ha surtido efecto y aunque las diferencias entre los distintos sectores permanecer¨¢n, ¨¦stos procurar¨¢n que su "debate interno" no perturbe la lucha contra el "enemigo com¨²n".Los dirigentes socialistas consideran que en estos momentos no viven una de las t¨ªpicas trifulcas entre el Gobierno y el primer partido de la oposici¨®n, sino que est¨¢n ante una batalla en toda regla. Los populares consideran que desde hace tiempo "ya no pinchan en hueso" cuando acusan a los socialistas de casos de corrupci¨®n y en esa l¨ªnea persistir¨¢n con la certidumbre de que con el tiempo estas acusaciones har¨¢n mella en el electorado socialista.
Las acusaciones de corrupci¨®n se alternar¨¢n con la denuncia de ineficacia en los servicios p¨²blicos y en el recorte para infraestructuras. En suma, todo aquello que sea especialmente sensible para los ciudadanos.
La persistencia en la denuncia creen aquellos que cambiar¨¢ la tendencia manifestada en las elecciones andaluzas de junio de 1990, en las que el PSOE obtuvo la mayor¨ªa absoluta a pesar de que el PP e Izquierda Unida centraron su mensaje contra el PSOE en el caso de Juan Guerra.
Las t¨¢cticas de cada cual se llevar¨¢n a cabo previsiblemente a trav¨¦s de ataques verbales al menos en lo que se refiere a la corrupci¨®n. El PP no ha presentado todav¨ªa iniciativa alguna aunque lleva diez d¨ªas amagando con un paquete legislativo sobre la corrupci¨®n. Su secretario general, Francisco ?lvarez Cascos, preguntado ayer por las medidas en concreto, afirm¨® que "los t¨¦cnicos las est¨¢n estudiando" al tiempo que, bromeando, reproch¨® a los periodistas su "voracidad informativa". No obstante, los populares s¨ª se han afanado en la elaboraci¨®n de su pr¨®ximo programa electoral en el que ya est¨¢n inmersos por sectores.
Los socialistas consideran necesario para hacer frente a esta ofensiva, que esta vez se han tomado en serio, poner en sordina sus conflictos internos y unir esfuerzos contra el enemigo com¨²n. As¨ª, con car¨¢cter p¨²blico, se asistir¨¢ a un mensaje cerrado venga de la ejecutiva del PSOE, de los dirigentes regionales, o de los miembros del Gobierno. A pesar de que dirigentes del PSOE no se mostraron muy entusiasmados la noche del pasado viernes en la reuni¨®n del comit¨¦ federal con la tesis de que frente a los ataques se impon¨ªa la disciplina interna, esto no se pondr¨¢ de manifiesto p¨²blicamente.
La primera puesta en escena se celebr¨® anteayer en el Club Siglo XXI, con ocasi¨®n de una conferencia pronunciada por el secretario de organizaci¨®n, Txiki Benegas. Los duros ataques de Benegas al PP y a su presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar fueron escuchados con agrado por el vicepresidente del Gobierno, Narc¨ªs Serra; el vicesecretario general, Alfonso Guerra; ministros como Javier Solana, Juan Manuel Eguiagaray, Luis Mart¨ªnez Noval, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez y varios presidentes de comunidades aut¨®nomas como Joaqu¨ªn Leguina, Jos¨¦ Bono, Juan Luis Rodr¨ªguez Vigil y Carlos Collado.
El Partido Popular dej¨® ayer en manos de un parlamentario agresivo como es Luis Ramallo, portavoz adjunto del PP en el Congreso, el grueso de la respuesta a las "monadas" de Benegas. "Porque Benegas es como los monos", a?adi¨®, "que cuanto m¨¢s suben, m¨¢s se les ve lo peor de su anatom¨ªa". Ramallo acus¨® a Benegas de haber ca¨ªdo en la paranoia por contagio del nerviosismo que, seg¨²n el PP, se ha apoderado de Felipe Gonz¨¢lez.
En un intento de demostrar que al PP no le ha molestado que Benegas sostenga que la derecha econ¨®mica tiene m¨¢s sentido del Estado que la derecha pol¨ªtica, Rarnallo aleg¨® que a los populares "no les interesa la derecha de las corruptelas y las comisiones". Una derecha, insisti¨®, que se lleva bien con el PSOE y que pueden simbolizar el empresario Enrique Sarasola o Gustavo Cisneros, "a quien su amigo Felipe Gonz¨¢lez le regal¨® 30.000 millones de pesetas [con la compraventa de Galer¨ªas Preciados]", acus¨®.
Personalizar en Gonz¨¢lez
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, en declaraciones a la revista Epoca ha dicho que "Felipe Gonz¨¢lez ha traspasado los l¨ªmites en las reglas del juego". Casualmente Benegas dijo anteayer lo mismo respecto a Aznar.Los populares hace ya tiempo que decidieron personalizar en el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, el centro de sus ataques por ser el responsable m¨¢ximo tanto del Gobierno como del partido.
El PSOE, cuyos dirigentes asisten perplejos a la "imitaci¨®n" que el presidente del PP, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, hace de los mensajes de Felipe Gonz¨¢lez en 1982, ha concluido ahora en que hay que atacar directamente al joven l¨ªder popular. A partir de ahora los socialistas hablar¨¢n con frecuencia de la responsabilidad de Aznar por mantener a Juan Hormaechea en el Gobierno c¨¢ntabro.
Dirigentes socialistas han manifestado, con cierta altaner¨ªa, que Gonz¨¢lez no se ha empleado a fondo con Aznar porque hab¨ªa que "preservar" al l¨ªder del PP, consideraci¨®n que desaparecer¨¢ desde ahora hasta que se convoquen las elecciones cuya celebraci¨®n situan personas del entorno del presidente en la primavera u oto?o del 93
Dirigentes del PP reconocen que para sus intereses no conviene el adelanto de las elecciones, ya que necesitan tiempo para que cale su mensaje.
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