Los ex¨¢menes de febrero de la Complutense peligran por el paro del personal laboral
En el campus de la Universidad Complutense de Madrid hab¨ªa ayer muchos m¨¢s huecos que de costumbre para aparcar, algunas facultades estaban a media luz y varios furgones de las fuerzas antidisturbios esperaban apostados en algunos recodos. El motivo es la huelga del personal laboral, que entr¨® ayer en su tercer d¨ªa y cuyo efecto m¨¢s inmediato sobre la vida estudiantil ha sido el cierre de las bibliotecas y la suspensi¨®n de algunas clases a menos de una semana del comienzo de los ex¨¢menes de febrero. A ello se une la amenaza de huelga del transporte p¨²blico para los pr¨®ximos d¨ªas. En la tarde de ayer, los decanos de las facultades y el rector, Gustavo Villapalos, se reunieron para estudiar el posible aplazamiento de las pruebas.
El personal laboral de la Complutense supone, con 1.800 trabajadores, el 20% de la plantilla de esta universidad. En esta categor¨ªa est¨¢n incluidos los bedeles, el personal de mantenimiento y el personal auxiliar de bibliotecas y laboratorios, entre otros.Con la huelga, el correo no se distribuye, el fluido el¨¦ctrico se interrumpe, no hay reparto de proyectores ni de papel de ex¨¢menes, ni tampoco fotocopiadoras, tan esenciales para los estudiantes como el aire que respiran.
Lo peor, sin embargo, ha sido el cierre de las bibliotecas. "No tenemos ni libros ni un espacio donde estudiar. Las horas libres las pasamos en los pasillos", explica una alumna de segundo de Biol¨®gicas. "Algunos profesores se han solidarizado con los huelguistas. Entre los alumnos hay de todo: algunos bordes que se empe?an en tener clase y otros que comprenden que si hay normalidad la huelga no tiene sentido", comentaba una alumna de Geolog¨ªa.
'Servicio m¨ªnimo'
Un ¨²nico conserje es el servicio m¨ªnimo en Biol¨®gicas. "Estamos uno por facultad. Yo abro el edificio y contesto el tel¨¦fono. Creo que han tra¨ªdo personal de fuera para el mantenimiento de las calefacciones. Las clases se dan con relativa normalidad, aunque ayer los piquetes desalojaron a dos o tres aulas donde hab¨ªa ex¨¢menes. ?Hombre, eso no ten¨ªan que haberlo hecho!".En la Facultad de Geograf¨ªa e Historia, un grupo de alumnos se quema las pesta?as revisando apuntes en un vest¨ªbulo bajo una luz escasa. "Nosotros hemos asistido a clase con normalidad. De seguir la huelga, nos han dicho que tendremos que traer el papel para los ex¨¢menes. Mejor. As¨ª los traemos ya escritos de casa", bromean Alberto y Rosa, estudiantes de Geograf¨ªa.
Juan Pablo y Ana, alumnos de Historia del Arte, han tenido menos suerte. "Sin bedeles no hay proyector. Y sin proyector no hay clase. El mi¨¦rcoles y el jueves hemos tenido una clase".
La situaci¨®n de los alumnos de esta facultad es peliaguda. La biblioteca, que hab¨ªa estado cerrada por obras desde noviembre, fue inaugurada la semana pasada. "Todos dec¨ªamos: '?Por fin!', y van y la cierran de nuevo a dos d¨ªas de los ex¨¢menes", comentaba una alumna de primero. Muchos estudiantes se han hecho socios de las bibliotecas municipales "para ir tirando".
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