"Me alegra verle a usted y a su coche"
Los servicios m¨ªnimos en los autobuses casi no fueron utilizados
La empresa ya ten¨ªa avisados a los 257 conductores a los que les tocaba trabajar el primer d¨ªa de la huelga en los servicios m¨ªnimos oficiales. Estos 257 conductores se incorporaron a su puesto una semana tarde. Ellos y unos 500 m¨¢s han recibido en su casa un telegrama de apercibimiento por faltar tres d¨ªas a su trabajo sin causa justificada. Ayer s¨ª circularon, sin agobios y casi sin pasajeros. "Me alegra verle a usted y al coche, hermoso", fue el recibimiento que le propin¨® una anciana al conductor de la l¨ªnea 135 en el hospital Ram¨®n y Cajal.
El tr¨¢fico en Madrid funcion¨® como un lunes normal, incluso algo mejor que el lunes de la semana pasada cuando comenz¨® el conflicto en la EMT. En la primera hora punta, entre las ocho y las nueve de la ma?ana, aument¨® dos puntos la intensidad de los coches particulares en las calles, especialmente las contiguas a las carreteras nacionales de entrada a la ciudad.A esa hora el conductor de la l¨ªnea 135, limitado con motivo de la huelga en la EMT a cubrir solamente el itinerario plaza de Castilla-centro sanitario Ram¨®n y Cajal, se incorpor¨® a su volante. A los conductores que no forman parte del comit¨¦ de empresa o del comit¨¦ de huelga no les gusta identificarse.
Este conductor lleva 16 a?os en la EMT y tampoco est¨¢ muy de acuerdo con la militancia sindical, pero s¨ª con lo que ha conseguido la Plataforma desde su nacimiento. "Estabamos muy abandonados. Se produc¨ªan situaciones infrahumanas". Cuando la Plataforma habla de abandono se refiere sobre todo a la escasa defensa que seg¨²n su criterio hicieron durante a?os los sindicatos de clase, CC OO y UGT, de los intereses de los trabajadores. Sindicatos que ahora se tachan de "nuevos verticalistas".
Uno de los tres conductores que cubren todo el d¨ªa la l¨ªnea 135 hab¨ªa desplazado, en los 12 viajes que ya hab¨ªa terminado entre las ocho y las doce de la ma?ana, a 200 personas entre los poco m¨¢s de dos kil¨®metros que separan la plaza de Castilla y el hospital Ram¨®n y Cajal. Este autob¨²s, como el 49 que se dirige hacia el barrio del Pilar, da servicio tambi¨¦n a La Paz y se nota.
Los usuarios son pocos y no plantean problemas pero tienen unas caracter¨ªsticas muy especiales. Padecen enfermedades, cojeras, molestias varias. En muchos casos no pueden utilizar su coche. En otros se aprecia que no disponen de excesivos recursos econ¨®micos. "Esta gente deb¨ªa pensar que siempre nos hacen da?o a los mismos, a la clase obrera. No hay derecho", plantea en alto un se?or mayor que sale con las radiograf¨ªas que se acaba de hacer debajo del brazo. El debate se abre muy poco. En seguida, este usuario, su vecino de asiento y varios m¨¢s, le piden al conductor la octavilla editada por la Plataforma en la que se resume su posici¨®n ante el conflicto.
Pablo Rodr¨ªguez, el l¨ªder de la Plataforma Sindical, es receptivo ahora a este tipo de lamentos. "No es posible que un alcalde tan reaccionario como el de Madrid se ponga a la cabeza de los intereses de estas personas. Nosotros, que somos obreros, debemos encabezar esos intereses".
El conductor del 135 entiende, en contra de lo que opinan los dirigentes de la Plataforma, que los servicios m¨ªnimos hab¨ªa que haberlos cumplido desde el principio, "para no dejar sin transporte con autob¨²s a los hospitales y para conseguir el apoyo de la sociedad".
Durante el trayecto de ?da el autob¨²s viaja casi s¨®lo. Una mujer madura pregunta interesada si funciona el 27. "No". Estas preguntas se repiten con otros d¨ªgitos. Al llegar al Ram¨®n y Cajal ya hay cola en la parada. Un se?or con un ojo parcheado con gasas pretende saber cu¨¢nto tarda el 135 en hacer su recorrido: "Entre 10 y 15 minutos, seg¨²n el tr¨¢fico". Una anciana se asoma por la puerta delantera y suelta: "Me alegra verle a usted y al coche, hermoso".
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