Los hu¨¦rfanos de la CEI

"Toda mi vida he competido por mi patria, por mi pa¨ªs, por mi bandera. Ahora parezco un hu¨¦rfano". Las palabras de Nikol¨¢i Guliaiev, uno, de los mejores patinadores de velocidad del mundo, reflejan el laberinto de sentimientos que sufren los representantes de la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Guliaiev sabe lo que es ganar una medalla con la antigua URSS. Si lo consigue ahora, s¨®lo podr¨¢ ver la bandera ol¨ªmpica en su honor, y si logra el oro, escuchar¨¢ el himno ol¨ªmpico.

El olimpismo ha conseguido reunir, despu¨¦s de los terremotos pol¨ªticos ocurridos en los ¨²ltimos tiempos, a todos los pa¨ªses implicados en guerras, ca¨ªdas de muros o desintegraciones de imperios, pero su esp¨ªritu no puede cerrar todas las heridas. Los Juegos, de Albertville-Saboya, en la misma l¨ªnea de su dispersi¨®n geogr¨¢fica, tienen un aire de tristeza y distanciamiento como si todo fuera provisional y ficticio.Guliaiev es ruso, como Lyubov Egorova y Elena Vialbe, oro y bronce en los 15 kil¨®metros de esqu¨ª de fondo el pasado domingo. "Yo soy rusa y seguir¨¦ sinti¨¦ndome as¨ª", declar¨® Vialbe tras la carrera, "pero el himno sovi¨¦tico me hac¨ªa sentirme mucho m¨¢s. Es una cuesti¨®n de tradici¨®n y no puedo cambiarlo de la noche a la ma?ana. Esperemos que sea una cuesti¨®n de tiempo para poder adaptarnos ". Tanto ella como Egorova nb mostraron el m¨ªnimo gesto de emoci¨®n mientras sonaba el himno ol¨ªmpico.

Ayer, tras los 7,5 kil¨®metros del biatl¨®n (fondo y tiro), sucedi¨® exactamente lo mismo con Anfissa Reztsova, oro, y Elena Belova, bronce, que rodearon en el podio a la alemana Anje Misersky. ?sta, al menos, vio la bandera alemana, aunque sin el escudo de la antigual RDA.

Pero esta es la f¨®rmula que Juan Antonio Samaranch, presidente del COI, acord¨® con Boris Yeltsin, presidente de Rusia, y anteriormente decidieron entre ellas las rep¨²blicas sovi¨¦ticas ahora independientes para los Juegos de Albertville-Saboya. Aqu¨ª, en la cita invernal, s¨®lo hay atletas de cinco rep¨²blicas, con gran mayor¨ªa de Rusia, 118, por ocho de Ucrania y Kazajst¨¢n, tres de Bielorrusia y dos de Uzbekist¨¢n.

Una secuela de la independencia b¨¢ltica ha estado en el problema de una pareja de danza en el patinaje art¨ªstico. El COI ha tenido que dar el permiso para que Margarita Dobriazko, rusa y a¨²n con pasaporte sovi¨¦tico, pueda representar a Lituania, de donde es su marido, Povilas Vanagas. Ya participaron en los recientes Campeonatos de Europa de Lausana, donde quedaron quintos, como lituanos, pero necesitaban el permiso ol¨ªmpico tras el de la federaci¨®n Internacional de Patinaje.

Dentro del proceso de desintegraci¨®n, a¨²n se puede ver en las Villas Ol¨ªmpicas a atletas de la CEI (que aqu¨ª se llama Equipo Unificado de Naciones, EUN) llevando anoraks o ch¨¢ndals con las antiguas siglas CCCP. El negocio de la miseria actual y de los souvenirs ha entrado de lleno en el asunto. Ahora ya no es el caviar, sino la ropa. Mucho m¨¢s f¨¢cil. Se pagan hasta 500 d¨®lares por prendas que no valen ni 50. Pero es que mientras los atletas alemanes (inclu¨ªdos los del Este) ser¨¢n premiados por su comit¨¦ nacional con m¨¢s de 15.000 y un coche valorado en 25.000, los ex sovi¨¦ticos se tendr¨¢n que conformar con 3.000 y ning¨²n autom¨®vil.

La CEI aspira, pese a todo, a dominar nuevamente el medallero de los Juegos, como ha sucedido en 10 de los 12 que ha participado. Desde 1952 suma 75 medallas de oro. En Calgary, hace cuatro a?os, logr¨® 11 de 29 pruebas.

Caridad ajena

Vitaly Smirnov, confirmado por Samaranch como vicepresidente del COI en un intento m¨¢s de estabilizar la situaci¨®n, es actualmente la figura m¨¢s representativa de la CEI, aunque muy cuestionado internamente. "No estamos tan mal como pueda parecer", dice. Pero la realidad es que al igual que en otros campos, el deporte vive actualmente de la caridad ajena. Adidas ha firmado un contrato muy favorable de casi un mill¨®n de d¨®lares, con lo que queda al mando del deporte ex sovi¨¦tico. El pasado d¨ªa 5 desapareci¨® oficialmente el Gossport, especie de ministerio, y los funcionarios que ya estaban en los Juegos Ol¨ªmpicos siguen en el paro. Sus puestos han desaparecido.