Madrid, como reh¨¦n

Madrid atraviesa d¨ªas dificiles y la indignaci¨®n crece entre los ciudadanos. La ciudad se desespera en un atasco sin fin, mientras que los comercios de nuestra capital, sus f¨¢bricas, colegios y hospitales, ven roto su ritmo habitual por huelgas en el transporte p¨²blico, en las que no se respetan siquiera los servicios minimos. Las im¨¢genes que nos muestran los medios de comunicaci¨®n, en las que los trabajadores se api?an in¨²tilmente en las bocas del metro o en las paradas de autob¨²s para acudir a sus puestos de trabajo deben preocuparnos a todos los que tenemos, en mayor o menor medida, la responsabilidad pol¨ªtica de representar a los vecinos de esta ciudad.Y nos preocupa porque es un conflicto que alcanza a todos los usuarios habituales del transporte p¨²blico. Es decir, a los trabajadores y j¨®venes de la ciudad, que son aproximadamente un mill¨®n de madrile?os que a diario utilizan los servicios de la EMT y el Metro. Igualmente afecta al resto de los madrile?os, que ven c¨®mo pasan las horas in¨²tilmente enredados en atascos monumentales. Y, como colof¨®n, estos paros perjudican a los propios trabajadores de las empresas de transporte, que van a perder con esta huelga una parte sustancial de su salario.

Este conflicto, grave por todas sus consecuencias, tiene, causas concretas. El gobierno municipal de la derecha ha puesto en cuesti¨®n la viabilidad de las empresas de transporte p¨²blico, regateando e incumpliendo su aportaci¨®n al Consorcio P¨²blico de Transportes y adoptando ante los sucesivos conflictos surgidos en los tres ¨²ltimos a?os actitudes contradictorias, marcadas por la falta de autoridad y las concesiones excesivas e injustificadas. Con ello han dado origen a un modelo sindical at¨ªpico e irresponsable, que sirve de coartada a las posiciones privatizadoras de la derecha. Es en estas actitudes poco serias donde se encuentra, tal vez, la ra¨ªz de los problemas que padecemos hoy.

En el grupo municipal socialista tenemos la convicci¨®n de que es necesario colaborar para resolver este problema y cualquier otro que afecte a los ciudadanos que han depositado en esta corporaci¨®n su confianza. Por ello ofrecemos nuestro esfuerzo, nuestras ideas y nuestras iniciativas con talante abierto y flexible, y con la firme voluntad de defender en todo momento los intereses de los madrile?os.

Credibilidad sindical

Entendemos que las huelgas salvajes en el transporte p¨²blico y el incumplimiento de los servicios m¨ªnimos son actos inadmisibles, que rompen las m¨¢s elementales normas de convivencia. La simultaneidad del conflicto en el metro y los autobuses, as¨ª como la duraci¨®n excesiva de los paros, han perjudicado a todos los madrile?os, especialmente a los trabajadores y vecinos de los barrios perif¨¦ricos de la ciudad, lo cual pone en peligro la credibilidad de los propios sindicatos.

Nosotros creemos en un sindicalismo fuerte y eficaz, por lo que hacemos un llamamiento a la responsabilidad de los sindicatos convocantes y les pedimos que hagan un pacto con la ciudad, desconvoquen los paros y mantengan negociaciones para lograr sus justas reivindicaciones.

Al mismo tiempo, y sin restarle importancia, hemos de denunciar la postura de inhibici¨®n adoptada por el Partido Popular en este conflicto. Ante ello, exigimos al alcalde de Madrid que, como m¨¢ximo responsable del transporte de la ciudad, intervenga activamente y de inmediato con la capacidad pol¨ªtica que en estos casos debe demostrar la primera autoridad municipal. Solarhente mediante actitudes firmes y claras, pero abiertas al di¨¢logo, es posible cimentar la paz social necesaria para evitar que se produzcan huelgas como las que hoy padecemos en Madrid.

Desde el grupo municipal socialista hacemos una apuesta clara por un transporte p¨²blico eficaz, c¨®modo y r¨¢pido, con medios materiales suficientes y trabajadores al servicio de la ciudad, como sucede en las princi¨¢. pales capitales europeas.

La situaci¨®n actual pone en evidencia la fragilidad de la ciudad y nos invita a reflexionar sobre sus conquist¨¢s y sus incomodidades; en definitiva, sobre el modelo de futuro de las concentraciones urbanas. La ciudad expresa hoy melanc¨®l¨ªa por un pasado que no volver¨¢ y nostalgia de futuros menos inciertos y m¨¢s integradores.