?Misi¨®n cumplida?

La salida de los soldados israel¨ªes de la zona sur de L¨ªbano ha cogido por sorpresa a los observadores militares. La retirada estaba prevista, pero en ning¨²n caso se esperaba que fuera tan precipitada, sobre todo porque la orden de retroceder lleg¨® en el momento ¨¢lgido de los encarnizados combates con milicianos de Hezbol¨¢ reforzados por unidades procedentes del valle de la Bekaa y de Beirut. El coronel israel¨ª que dirig¨ªa la operaci¨®n declar¨® que no ten¨ªan intenci¨®n de permanecer en L¨ªbano y que se hab¨ªan retirado una vez conseguidos sus objetivos: "repeler y destruir los Katyushas que amenazaban Galilea y liquidar los nidos terroristas de Hezbol¨¢". La pregunta que queda en el aire es: ?Misi¨®n cumplida?Moshe Arens, ministro de Defensa israel¨ª, ha tomado en cuenta toda una serie de factores antes de decidir la retirada de sus tropas. En primer lugar, Arens lleg¨® a la conclusi¨®n de que destruir todos los cohetes Katyusha desplegados en las proximidades de las aldeas shi¨ªs era una misi¨®n imposible. La movilidad de estos cohetes, instalados sobre camiones, dificulta enormemente su destrucci¨®n.

En segundo lugar, continuar con el castigo infligido a las unidades de Hezbol¨¢ que se han refugiado en sus aldeas podr¨ªa lievar a la apertura de nuevos frentes que no implicar¨ªan s¨®lo a los guerrilleros proiran¨ªes, sino que podr¨ªan llevar el Tsahal a embarcarse en una nueva miniguerra en L¨ªbano.

Por ¨²ltimo, los norteamericanos han hecho saber a los israel¨ªes, discreta pero firmemente, que la operaci¨®n deb¨ªa concluir cuanto antes. En cualquier caso, EE UU exig¨ªa que las fuerzas israel¨ªes hubieran abandonado L¨ªbano antes de la reanudaci¨®n de las conversaciones de paz para Oriente Pr¨®ximo, que est¨¢ prevista para el pr¨®ximo lunes. Si no fuera as¨ª, los estadounidenses no podr¨ªan oponerse a la reuni¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU, solicitada por L¨ªbano, en la que Israel ser¨ªa nuevamente condenado, incluso con la amenaza de posibles sanciones.

Precisamente ayer el secretario general de la ONU, el egipcio Butros Gali, decidi¨® enviar a dos representantes especiales a L¨ªbano para comprobar sobre el terreno el deterioro de la situaci¨®n.