"Incre¨ªble "
Ya en su pr¨®logo, el Libro de estilo de EL PA?S adelanta una de las normas b¨¢sicas del peri¨®dico: la tajante separaci¨®n entre informaci¨®n y opini¨®n. En el primer cap¨ªtulo insiste por dos veces en este principio: la informaci¨®n y la opini¨®n estar¨¢n claramente diferenciadas entre s¨ª; el periodista transmite noticias comprobadas y se abstiene de incluir en ellas sus opiniones personales. ?La regla es cumplida siempre? Un lector, que conoce bien este precepto b¨¢sico, advierte que ha sido vulnerado en una cr¨®nica de Albert Montagut desde Washington (18 de febrero) con el empleo de una sola palabra: "incre¨ªble".A prop¨®sito de la condena a 15 cadenas perpetuas que ha reca¨ªdo sobre Jeffrey Dahmer, el carnicero de Milwaukee, Montagut se?alaba la diferencia de criterios legales que existe en Estados Unidos. "Dahmer tiene pendiente un juicio por otro asesinato en el Estado de Ohio", escrib¨ªa, "donde s¨ª existe la pena capital. Si es considerado all¨ª culpable de la muerte de su decimosexta v¨ªctima, Dahmer, de 31 afios de edad, podr¨ªa ser condenado a muerte por un solo asesinato y quedar exento de la pena capital en el Estado de Wisconsin por haber matado a otras 15 personas". Y conclu¨ªa el p¨¢rrafo: "Incre¨ªble". "Ojo", advierte el lector al Ombudsman, "el corresponsal ha introducido una opini¨®n personal, un juicio de valor".
Albert Montagut no duda en reconocer que el lector "tiene toda la raz¨®n". Comparte sin reservas la regla de que "ning¨²n periodista de EL PA?S est¨¢ autorizado a incluir una opini¨®n en un texto informativo". Considera que la introducci¨®n de la palabra incre¨ªble en la historia del carnicero de Milwaukee fue un error. "Es ¨²nica y exclusivamente responsabilidad del autor del art¨ªculo, en este caso yo mismo", confiesa.
Hecho este reconocimiento, el corresponsal, "sin querer justificar el error", explica que la cr¨®nica fue escrita en 20 minutos, a la hora del cierre del peri¨®dico: "Con un poco m¨¢s de tiempo, la palabra incre¨ªble no se hubiera colado". Y, si no hubiera redactado tan r¨¢pidamente el trabajo, ¨¦ste no podr¨ªa haber sido publicado. Montagut a?ade que la labor del corresponsal es especial: "Se trata de dar al lector una visi¨®n cr¨ªtica de una sociedad a trav¨¦s de la informaci¨®n". Y se pregunta: "?Qu¨¦ es y qu¨¦ no es noticia? Esa es la cuesti¨®n". Cuenta que en Estados Unidos pasan muchas cosas; elegir unas historias y no otras ser¨ªa un tema de debate mucho m¨¢s inteligente que la inclusi¨®n err¨®nea de una palabra en un texto". Y concluye: "La idea del art¨ªculo, al comparar la legislaci¨®n de Ohio y la de Wisconsin, era el intento del corresponsal de dar una visi¨®n adicional al lector de lo que ocurre en EE UU. Para los ojos de un europeo es ciertamente incre¨ªble -perd¨®n por la palabra- que Jeffrey Dahmer pueda ser ejecutado por un asesinato en Ohio y que en Wisconsin no le puedan condenar a muerte por otros 15 asesinatos".
Aunque no carece de inter¨¦s, el tema de debate aludido por Montagut no afecta a la cuesti¨®n que plantea el lector. Sin el t¨¦rmino incre¨ªble, la informaci¨®n facilitada por el corresponsal se ajustaba en alto grado al mandato del Libro: era veraz, muy completa, interesante, actual.... y ayudaba al lector a entender la realidad y a formarse su propio juicio. Lo ordenado.
Errores sobre Escocia
En una cr¨®nica transmitida desde Edimburgo (El independentismo estalla en Escocia, EL PA?S, 2 de febrero), Enric Gonz¨¢lez atribu¨ªa al Partido Nacionalista Escoc¨¦s (SNP) 10 diputados en el Parlamento de Westminster, y dec¨ªa que "los laboristas apenas obtienen diputados en Inglaterra". David B. Stirton se?ala que ambas afirmaciones son err¨®neas. El lector, adem¨¢s, expresa una sorpresa: el art¨ªculo no hace ninguna referencia al Partido Socialdem¨®crata, "la segunda fuerza pol¨ªtica en Escocia (despu¨¦s de los laboristas), si a n¨²mero de diputados se refiere". Stirton considera que Gonz¨¢lez "cuenta una parte de lo que est¨¢ pasando all¨ª, pero no toda la historia".Gonz¨¢lez da la raz¨®n al lector: "El SNP tiene cinco diputados y no 10, como se dec¨ªa en el texto". Diez, aclara el corresponsal, "es la cantidad de diputados a la C¨¢mara de los Comunes que, de acuerdo con las encuestas, podr¨ªa obtener en las pr¨®ximas elecciones". "La equivocaci¨®n", agrega, "no tiene excusa posible". Explica que en sus notas figura claramente que el portavoz del SNP, citado en la cr¨®nica, le coment¨®: "Esperamos por lo menos duplicar nuestro n¨²mero y obtener 10 o m¨¢s". Gonz¨¢lez cuenta que, por otra parte, "dispon¨ªa de documentaci¨®n suficiente al respecto, y, dado el protagonismo pol¨ªtico del SNP en los ¨²ltimos tiempos", puede asegurar que sab¨ªa, al redactar la informaci¨®n, que eran cinco. "Pero escrib¨ª 10 quiz¨¢ porque era la cifra escrita en el cuaderno, y el 10 se mantuvo al repasar el art¨ªculo" *
Acerca de la frase "los laboristas apenas obtienen diputados en Inglaterra", el lector David B. Stirton tambi¨¦n tiene raz¨®n. El Partido Laborista obtuvo nada menos que 156 esca?os en Inglaterra en 1987, frente a los 48 que tiene en Escocia. El corresponsal matiza que utiliz¨® la palabra apenas en el sentido de trabajosamente, con pena y trabajo, "para indicar que sus muchos diputados ingleses son solamente el 29% del total posible en Inglaterra (los conservadores tienen el 68%), mientras los 48 escoceses son el 66% del total posible en Escocia. El Partido Laborista es, pues, minoritario en Inglaterra, mientras disfruta de una ampl¨ªsima mayor¨ªa en Escocia. La necesidad de comprimir esta idea en dos l¨ªneas de texto pudo producir una frase confusa".
En cuanto al Partido Socialdem¨®crata, segunda fuerza pol¨ªtica en Escocia, Enric Gonz¨¢lez precisa que no es socialdem¨®crata, sino liberal-dem¨®crata; aun cuando ocupe el segundo lugar (10 diputados), est¨¢ a mucha distancia de los laboristas (48 diputados). No lo cit¨® "porque el espacio es limitado". "Las encuestas no predicen cambios significativos en el n¨²mero de esca?os de los liberales-dem¨®cratas".
El tel¨¦fono directo del Ombudsman es el (91) 304 28 48.
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