R¨¦plica a Miquel Barcel¨®
No tengo el m¨¢s m¨ªnimo inter¨¦s en entrar en debate con Barcel¨® al lamentable nivel de descalificaci¨®n personal, tal como ¨¦l lo plantea en su entrevista en El Pa¨ªs Semanal del pasado 16 de febrero. Sin embargo, quiero dejar claro dos puntos.1. En efecto, pienso que su obra ha perdido en gran medida la fuerza, energ¨ªa, frescura y capacidad inventiva que la caracterizaba (hecho que no s¨®lo se puede explicar en t¨¦rminos del paso de la juventud), y que la obra de Mal¨ª es en su conjunto mediocre y autoindulgente.
2. En cuanto a lo que se refiere a su afirmaci¨®n de que "escribo donde me dejan", adjunto una lista de algunos de los ¨²ltimos permisos que he tenido para escribir y publicar: Centro de Arte Reina Sof¨ªa, Kunsthalle Zurich, Revista Poes¨ªa, Albright-Kox Art Gallery (B¨²falo), Fundaci¨®n La Caixa, Line (Vancou- Pasa a la p¨¢gina siguiente Viene de la p¨¢gina anterior ver), Verlag Gachriang & Springer (Berl¨ªn), Anthony D'Offay Gallery (Londres), Galer¨ªa Joan Prats, Kuristhalle Basel, Revista de Occidente, El Paseante, Pol¨ªgrafa, Galer¨ªa Soledad Lorenzo.
Es evidente que si no logramos articular nuestra diferencia de una manera m¨ªnimamente civilizada, sin perder el respeto mutuo, queda a¨²n m¨¢s remota la posibilidad de establecer un clima cr¨ªtico y sano, tan necesitado a todos los niveles de nuestra sociedad.
Con todo respeto, las palabras de Barcel¨® son preocupantes no tanto por lo que dice, sino porque en ellas se percibe cierta megaloman¨ªa.
Y es m¨¢s preocupante que su peri¨®dico dedique tanto espacio a trivialidades amarillentas.
La portada del suplemento es indigna por el toque de campa?a de publicidad: "Este ejemplar es una obra de arte" (a menos que fuera un error tipogr¨¢fico y faltaran los puntos de interrogaci¨®n). De todas formas, espero que pronto veamos el mismo espacio dedicado a los tres artistas invitados a Documenta -Mu?oz, Solano, Usl¨¦-, cuya obra, sin duda alguna, es de igual relevancia. O que veamos un debate o encuesta sobre el proyecto del Guggenheim de Bilbao.
Por mi parte, confieso que me importa mucho m¨¢s cualquier fallo en el mantenimiento de cr¨ªtica objetiva de su peri¨®dico que la dolida sensibilidad de Miquel Barcel¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.