El reto del fr¨ªo
El hospital Cl¨ªnico de Zaragoza, pionero en el tratamiento de las lesiones de los alpinistas
El fr¨ªo puede llegar a ser para el alpinista de ¨¦lite mayor reto que la monta?a m¨¢s inexpugnable, porque sus efectos, silenciosos, llegan incluso a producir la muerte por congelaci¨®n. El hospital Cl¨ªnico de Zaragoza es centro de referencia en Espa?a para el tratamiento de este tipo de lesiones y pionero en el mundo en la aplicaci¨®n de una t¨¦cnica que consigue, mediante est¨ªmulos nerviosos, mejorar la circulaci¨®n sangu¨ªnea y reducir el dolor en los miembros afectados. M¨¢s de cien monta?eros espa?oles han vuelto a escalar tras pasar por esta unidad.
Jos¨¦ Ram¨®n Morandeira, m¨¦dico y alpinista, sufri¨® un d¨ªa en sus propias carnes la congelaci¨®n. Forma parte del servicio de neurolog¨ªa del Cl¨ªnico de Zaragoza, al igual que Ricardo Arregui. Ambos hab¨ªan estudiado el tema de las congelaciones y tratado a alg¨²n alpinista hasta que un d¨ªa lleg¨® al hospital Fernando Ruiz, procedente de Chamonix (Francia), "donde le hab¨ªan realizado 19 amputaciones en los dedos de las manos y los pies"."No pod¨ªa caminar del dolor que ten¨ªa", explica Ram¨®n Morandeira. "Nosotros hab¨ªamos utilizado una t¨¦cnica para otro tipo de enfermos y pensamos que podr¨ªa ser buena para las congelaciones. Se lo propusimos y nos dijo que adelante. A los 15 d¨ªas ya estaba en casa, y ese verano fue gu¨ªa de monta?a en los Picos de Europa. Fue el principio".
El doctor Arregui a?ade que "se sentaron las bases de tratamiento y funcionamiento, y comenzaron a llegar congelados del Himalaya y de los Alpes. Los resultados cada vez eran m¨¢s favorables, y la Federaci¨®n Espa?ola de Monta?ismo reconoci¨® que eran, por lo menos, igual que en otros hospitales del mundo". El Cl¨ªnico de Zaragoza se ha convertido en un centro de referencia en este tipo de tratamiento.
Estimulador el¨¦ctrico
En los cinco a?os que lleva func¨ªonando este servicio ha tratado a m¨¢s de un centenar de alpinistas espa?oles que sufrieron lesiones por congelaci¨®n en diversas monta?as del mundo. Se han realizado ya seis tesis doctorales sobre esta t¨¦cnica y se prepara otra m¨¢s. "Hemos conseguido que los alpinistas no tengan que salir fuera de Espa?a y completar una experiencia para rectificar y mejorar la t¨¦cnica", indica Arregui orgulloso.
La clave del tratamiento radica en la implantaci¨®n al paciente de un estimulador, un aparato generador el¨¦ctrico de alta tecnolog¨ªa, que produce corriente continua y va conectado a un electrodo de cuatro polos. Est¨¢ implantado dentro de la columna y pegado a las estructuras que rodean la m¨¦dula. Produce un campo magn¨¦tico que ocasiona una serie de beneficios al enfermo como la disminuci¨®n del dolor y la mejora de la microcirculaci¨®n de la extremidad afectada. Los m¨¦dicos responsables del servicio ya hab¨ªan empleado esta t¨¦cnica antes en enfermos con problemas vasculares.
El implante del neuroestimulador es la ¨²ltima fase del tratamiento, y no se realiza a todos los alpinistas afectados, s¨®lo a los m¨¢s graves, en tomo a un 15%. Entre el primero y segundo a?o se les retira el implante, aunque algunos lo tienen que llevar para siempre.
Ricardo Arregui explica los pasos que hay que seguir en caso de congelaci¨®n: "Primero, ba?os de recalentamiento en un recipiente con agua a una temperatura entre los 38 y 39 grados; si se le a?ade una soluci¨®n yodada y un poco de ox¨ªgeno, mejor. Hay que tener un cuidado exquisito a la hora de manipular las lesiones, porque la infecci¨®n es el mayor enemigo para este tipo de enfermos. Y el tratamiento debe ser r¨¢pido".
Apoyo psicol¨®gico
"Una vez en el hospital", contin¨²a Arregui, "se hace una valoraci¨®n especial. El monta?ero recibe apoyo psicol¨®gico, pues a veces han dejado atr¨¢s amigos muertos, y es aqu¨ª donde entra la parte primordial de la unidad, el ¨¦xito del tratamiento se debe a todo el personal de enfermer¨ªa, auxiliares y administrativos, que rodea al congelado y al apoyo humano y t¨¦cnico que le ofrece".
La vuelta a la actividad de los monta?eros tratados habla del ¨¦xito de la t¨¦cnica. "Todos est¨¢n en su medio natural, en la monta?a, y han vuelto a escalar", asegura Arregui. "Por ejemplo, Francisco P¨¦rez, uno de los pacientes, ha conquistado este verano el Everest con los aragoneses de Pe?a Guara. Lo m¨¢s importante, al margen de los ¨¦xitos deportivos, es que todos est¨¢n en su medio natural. Se nos dice que hacemos un m¨¦todo conservador. Al tratarse de alpinistas de ¨¦lite, amputarles aunque s¨®lo sea la falange de un dedo puede representar para ellos un gran obst¨¢culo. Lo ¨²ltimo es la amputaci¨®n, antes hay que recuperar".
Luis Miguel es el ¨²nico alpinista que hay en estos momentos en la unidad. Lleg¨® al Cl¨ªnico de Zaragoza desde Chamonix, centro que ha suscrito un protocolo de tratamiento con el hospital zaragozano. Ten¨ªa congelaciones graves en las dos manos y menores en los pies. Ha sido intervenido para implantarle el estimulador y ya ha recuperado totalmente una de las manos, y tan s¨®lo presenta un peque?o problema en un dedo me?ique de la otra. Este joven madrile?o, que pas¨® una noche entera herido en una grieta en los Alpes, ya hace planes para volver a la monta?a.
Con el laboratorio al Everest
Un equipo de 19 personas, pertenecientes al Grupo Militar de Alta Monta?a de Jaca, el programa de TVE Al filo de lo imposible y el propio doctor Arregui, del hospital Cl¨ªnico de Zaragoza, parten a primeros de marzo hacia el Everest. Se trata de una expedici¨®n especial porque tiene entre sus objetivos, adem¨¢s de alcanzar y filmar la cima de 8.848 metros una misi¨®n cient¨ªfica.Ricardo Arregui, que no es monta?ero, se dej¨® convencer por un miembro de la Escuela Militar de Monta?a de Jaca mientras le trataba en el hospital los efectos provocados por una congelaci¨®n. Ahora el m¨¦dico est¨¢ volcado e ilusionado con el proyecto cient¨ªfico, que califica de "ambicioso". La aventura en la monta?a durar¨¢ tres meses.
"Tratamos de evaluar lo que seguro va a ocurrir en el Everest. Se van a producir alteraciones cronol¨®gicas, ps¨ªquicas y cambios en la sangre de los expedicionarios. A todos los miembros se les han realizado aqu¨ª estudios y ex¨¢menes neurol¨®gicos consistentes en electroencefalogramas, potenciales evocados, tomograf¨ªa axial computadorizada cerebral, resonancia nuclear magn¨¦tica y un mapa termal".
"Adem¨¢s se ha efectuado un estudio hematol¨®gico para valorar posibles mecanismos de actuaci¨®n en la congelaci¨®n. Est¨¢ previsto hacer un an¨¢lisis ps¨ªquico antes, durante y despu¨¦s de la expedici¨®n. Cuando regresemos, volveremos a repetir todos estos estudios para compararlos, evaluar los cambios y sacar conclusiones".
Ricardo Arregui se lleva al Everest un laboratorio y tres contenedores de nitr¨®geno l¨ªquido para conservar las extracciones de orina y sangre con el fin de estudiar c¨®mo el organismo se va adaptando a la altura y c¨®mo se readapta a la vida urbana despu¨¦s.
Al Everest se Ilevar¨¢ tambi¨¦n los m¨¦todos terap¨¦uticos nuevos, como los estimuladores transcut¨¢neos, "lo m¨¢s aproximado a los que implantamos en el hospital, s¨®lo que ¨¦stos van por fuera del organismo". Esta expedici¨®n permitir¨¢ igualmente la posibilidad de utilizar algunos f¨¢rmacos, como los antiagregantes plaquetarios, para la profilaxis y tratamiento de las congelaciones.
"Coronar la cumbre depender¨¢ del clima y de la propia monta?a, pero realizar el proyecto cient¨ªfico est¨¢ en nuestras manos. En su primera parte ya est¨¢ hecho", sentencia Arregui.
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