Poema del marginal

Kolt¨¨s, muerto de sida en 1988, dej¨® este canto al marginado, incluso al perseguido dentro de los marginales: ajeno a todo, extranjero -meteco, dir¨ªa probablernente en el texto original franc¨¦s-, llovido, golpeado, sin asilo, fuera de todas las normas. Es un poema dram¨¢tico, con el suficiente contenido de situaci¨®n como para que pueda ser convertido en un mon¨®logo teatral. Pienso que Pedro Mar¨ªa S¨¢nchez no tiene todas las condiciones naturales para ser el personaje ¨²nico, pero hace un gran esfuerzo, y tiene condiciones de actor para llevarlo adelante; puede que le hubiese sido necesario un director que le viese desde fuera, en lugar de serlo ¨¦l mismo, y ya que no pod¨ªa contar con el autor. Pero lleva adelante el poema duro, el dolor urbano del resistente: no s¨®lo echado fuera de la sociedad, sino escapado ¨¦l mismo, con un ansia de bosque y de verde de hierba que se quedan un poco m¨¢s all¨¢: en esos l¨ªmites a los que alude el t¨ªtulo. Poema urbano, son las luces de la ciudad las qu¨¦ se mueven en escena. Los tubos de ne¨®n de colores ofuscan, y su encendido y apagado continuos distraen de la palabra y del actor, les perjudican.La vi el pasado domingo por la tarde; la hora era un poco dif¨ªcil -cinco y media de la tarde- y hab¨ªa muy poco p¨²blico, al que interes¨® el texto y el trabajo. Sin duda lo ir¨¢ ganando: a pesar de su dureza, es muy interesante y digno de ver y escuchar.