Cruzar el 'charco' por aire y a pedal

Parece cosa de locos. Pero el piloto franc¨¦s G¨¦rard Feldzer, de 48 a?os, un tipo musculoso y enjuto, con aspecto de corredor del Tour de Francia que ha le¨ªdo mucho a Balzac, est¨¢ muy cuerdo. De hecho, en 1986 fue seleccionado como astronauta, entre otras cosas, por su s¨®lido equilibrio an¨ªmico. Nunca lleg¨® a las estrellas, aunque ahora se dispone a ver cumplido otro de sus grandes sue?os: reproducir por el aire el viaje de Crist¨®bal Col¨®n a Am¨¦rica.Feldzer pilotar¨¢, junto a Nicol¨¢s Hulot, el dirigible llamado Continente, que ayer se present¨® en Huelva. Con ¨¦l intentar¨¢n la ins¨®lita aventura de cruzar el Atl¨¢ntico -como Col¨®n en 1492-, pero volando con propulsi¨®n muscular: a pedales. El dirigible, con una velocidad de 36 kil¨®metros por hora, a 500 metros sobre el mar, tiene previsto atravesar en 10 d¨ªas los 6.800 kil¨®metros que separan Huelva de las Antillas, sin escalas. S¨®lo un barco les seguir¨¢ hasta las Canarias, la parte m¨¢s dif¨ªcil del trayecto por los cambios clim¨¢ticos. Los pilotos pedalear¨¢n unas seis horas diarias en el dirigible m¨¢s peque?o del mundo: pesa unos 250 kilos, como una motocicleta. Durante la noche lanzar¨¢n un ancla, que detendr¨¢ el vuelo y les permitir¨¢ descansar a unos 50 metros de altura.

"Naturalmente que tengo miedo, de lo contrario ser¨ªa un temerario. En este viaje nos puede ocurrir de todo, pero no pensamos en el peligro, sino en el triunfo", manifest¨® ayer Feldzer, que ha estado entrenando intensamente junto al equipo franc¨¦s de ciclismo para poner las piernas a punto para el interminable pedaleo.

La aventura, en definitiva. Pero puestos a cosas menores, Feldzer explic¨®: "Uno de nuestros problemas residir¨¢ en deshacernos de los residuos s¨®lidos. Primero ser¨¢n solidificados en la cabina y, cuando podamos, los lanzaremos al mar". La dieta de los pilotos se basar¨¢ en carne, pescado, legumbres, arroz y patatas. El viaje est¨¢ subvencionado por el Patronato Quinto Centenario de Huelva y por una cadena de hipermercados.

La traves¨ªa comenzar¨¢ a finales de marzo, cuando los vientos sean m¨¢s favorables. La navegaci¨®n depender¨¢ de los alisios. "Es una experiencia absolutamente ecol¨®gica, pues no utilizaremos combustible ni motor alguno; s¨®lo los pedales", resalta Feldzer, un comandante de Air France con m¨¢s de 12.000 horas de vuelo a sus espaldas, casado y con dos hijos. Su compa?ero, Nicol¨¢s Hulot, periodista franc¨¦s de 37 a?os, soltero, fue el primero en alcanzar el Polo Norte en ultraligero. Ayer estaba en Asia. La conducci¨®n del dirigible es m¨¢s sencilla de lo que parece, seg¨²n Feldzer. La direcci¨®n de la nave ser¨¢ controlada a trav¨¦s de un mando situado entre ambos pilotos. La estabilidad vertical la proporcionan dos alerones situados en los laterales. Para que suba o baje se utilizar¨¢n dos sistemas: el primero desplaza la cabina hacia adelante o hacia atr¨¢s, y el segundo infla y desinfla de helio el bal¨®n de la nave.

Ahora esperan tener buenos vientos.