El presidente de M¨¦xico 'sacrifica' varios ministros para reforzar la oferta renovadora del PRI
El presidente de M¨¦xico, Carlos Salinas de Gortari, proyecta desprenderse de hombres clave de su Gabinete y de su absoluta confianza para reforzar la oferta electoral renovadora del Partido Revolucionario Institucional (PRI, en el poder) en la cadena de comicios que, de julio a diciembre, dotar¨¢ a 12 Estados de nuevos gobernadores.
La operaci¨®n, ligada al cambio generacional que a marchas agigantadas se est¨¢ produciendo en la escena pol¨ªtica mexicana, afectar¨¢, entre otros, a su portavoz oficial, Otto Granados, y al secretario de Desarrollo Urbano y Ecolog¨ªa, Patricio Chirinos, que ser¨¢n designados, en breve candidatos del PRI a gobernadores de Aguascalientes y Veracruz.La clase pol¨ªtica mexicana espera cambios. Salinas, que accedi¨® en 1988 a la presidencia de la Rep¨²blica en precario y cuestionado en unas elecciones salpicadas por el fraude, no s¨®lo ha transformado la econom¨ªa y ha adecuado la Constituci¨®n mexicana (campo e Iglesia) a los tiempos actuales, lejos de la ret¨®rica revolucionaria, sino que se ha hecho con el poder y la autoridad en la c¨²pula piramidal del PRI.
El PRI huele a¨²n a corrupci¨®n, pese a Salinas, y su reforma interior, encomendada en estos primeros tres a?os a Luis Donaldo Colosio por el propio presidente, es lenta en el tiempo a consecuencia de los vicios hist¨®ricos de un pa¨ªs como M¨¦xico, acostumbrado a manejarse desde m¨¢s de 60 a?os a trav¨¦s de los cacicazgos, que en cierta medida todav¨ªa controlan sectores clave del partido y de sus diferentes organizaciones sociales.
Pero mientras esto sucede, Salinas desde el Gobierno se ha hecho con la confianza del pa¨ªs, que se siente c¨®modo con su forma de Gobierno y con ese equilibrio con que ha llevado en estos primeros a?os de mandato las grandes reformas econ¨®micas (la inflaci¨®n baj¨® en 10 puntos en 1991) y esas otras de tipo social que, por citar algunos ejemplos, han permitido que 11 millones de mexicanos reciban luz el¨¦ctrica, que los maestros incrementen sus salarios en un 151%, que se hayan construido 400.000 viviendas sociales o que, en un tiempo r¨¦cord de seis meses, m¨¢s de seis millones de personas tengan agua potable en sus domicilios.
Viejas siglas
El electorado castig¨® al PRI en las presidenciales de 1988, pero premi¨® a Salinas elevando el porcentaje de votos al partido gobernante en los comicios legislativos y de gobernadores de agosto ¨²ltimo. Esto ha provocado una identificaci¨®n del electorado, no con las viejas siglas revolucionarias, sino con el propio Salinas. Mientras que la oposici¨®n, especialmente el Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), de izquierda, de Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas, ha cometido el error de recurrir al ruido de las cacerolas antes que cuestionar con argumentos la pol¨ªtica presidencial.Salinas est¨¢ intentado convertir el PRI en su propio partido como f¨®rmula de salvaci¨®n ante un futuro que requiere cambios profundos y homologaci¨®n internacional. Por ello, recientemente se atrevi¨® a concebir el liberalismo social (para la oposici¨®n de izquierda, neoliberalismo cl¨¢sico) como su ideolog¨ªa b¨¢sica, y ahora comienza a repartir por todo el pa¨ªs a sus hombres, en su mayor¨ªa cuadros j¨®venes que han alcanzado la madurez pol¨ªtica durante su mandato.
De los 12 Estados de los 31 existentes en M¨¦xico que se ver¨¢n envueltos en procesos electorales este a?o, cinco (Zacatecas, Durango, Chihuahua, Michoac¨¢n y Oaxaca) cuentan ya con candidatos a gobernadores, en su mayor¨ªa cuadros procedentes de la pol¨ªtica local y aparentemente limpios en su trayectoria dentro del PRI. Ahora se preparan las designaciones de Aguascalientes y Veracruz, Estados a los que acceder¨¢n hombres del primer equipo de Salinas como Granados y Chirinos. Otros cinco Estados (Sinaloa, Tlaxcala, Tamaulipas, Puebla y Guerrero) les seguir¨¢n en los pr¨®ximos meses, coincidiendo probablemente con una renovaci¨®n en la c¨²pula del PRI que permitir¨ªa el relevo de Luis Donaldo Colosio.
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