'Artapalo' da las Instrucciones desde Francia

Hace unos meses, Ignacio Recarte realiz¨® en Francia un cursillo de adiestramiento con armas y explosivos de 10 d¨ªas. Luego, Francisco M¨²gica Garmendia, Artapalo, seg¨²n ha declarado Recarte, le encarg¨® que pasara de nuevo a Espa?a para integrarse en un comando nuevo en Cantabria.Artapalo le entreg¨® una pistola Sig Sauer, un esc¨¢ner para interceptar las frecuencias de radio de la polic¨ªa y material de identificaci¨®n falsificado como dos DNI, dos permisos de conducir y una placa de polic¨ªa. Recarte y su nuevo compa?ero, Luis ?ngel Galarza Quirce, de 23 a?os, pasaron la frontera de regreso el pasado 19 de enero.

En Santander contactaron con Dolores L¨®pez Resina. La mujer ya hab¨ªa alquilado un piso junto a la Facultad de Medicina y otro en la calle del General D¨¢vila como parte de la infraestructura para el comando, que ellos bautizaron con el nombre de Mugarri (fronterizo). ETA ten¨ªa prisa para hacerse sentir en Cantabria.

As¨ª que r¨¢pidamente hizo llegar al grupo un Renault 21 con material para atentados. La organizaci¨®n avis¨®: "Id al edificio de Correos. Sabr¨¦is cu¨¢l es el coche porque en la parte de atr¨¢s habr¨¢ una barra de pan y un lote de naranjas". Los terroristas hallaron el veh¨ªculo cargado con 125 kilos de amonal, varias pastillas de TNT, un subfusil MAT, una metralleta UZI, 400 cartuchos y sacacorchos para robar coches.

Nuevo coche

El comando enterr¨® el material explosivo en sendos agujeros junto al faro de Cabo Mayor y en la localidad de Liencres. Pero una ma?ana el grupo descubri¨® que alguien hab¨ªa abierto el maletero del Renault 21. Al no saber si hab¨ªa sido obra de chorizos o de la polic¨ªa, decidieron pedir a la direcci¨®n de ETA en Francia que les enviasen un nuevo veh¨ªculo. El pedido les cost¨® un buen rapapolvos de la organizaci¨®n, que, pese a todo, les hizo llegar un Ford Fiesta el pasado d¨ªa de San Valent¨ªn, con el que s¨®lo cinco d¨ªas despu¨¦s perpetraron la matanza de Santander.Ignacio Recarte y Luis ?ngel Galarza han reconocido ante la Guardia Civil que se ganaron el sueldo de liberados durante el tiempo que permanecieron en Cantabria: vigilaron los movimientos del gobernador militar de la plaza, de un teniente coronel del Ej¨¦rcito y de varios agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa (CNP).

Los domicilios de los agentes los averiguaban interceptando las comunicaciones internas de la polic¨ªa. Gracias al esc¨¢ner supieron tambi¨¦n que las patrullas de la polic¨ªa hac¨ªan los relevos, todos los d¨ªas a las nueve de la noche en el cuartel de La Albericia.